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Unión Europea adopta medidas para frenar inmigración ilegal hacia España

Este lunes la Comisión Europea anunció la adopción de un paquete de medidas para ayudar a Mauritania a contener el flujo de inmigración ilegal hacia las Islas Canarias, a través de una mejor gestión de fronteras y la devolución de clandestinos a su país de origen.

El paquete aprobado por la Comisión, por un monto de 2.450.000 de euros (unos 3.120.000 de dólares), fue diseñado en "estrecha colaboración con las autoridades españolas", aunque también con ayuda del gobierno francés, según un comunicado difundido en Bruselas, publicado por Univision en base a un cable de AFP.

Los dos principales objetivos del programa son "ayudar a Mauritania a gestionar sus fronteras marítimas y terrestres y devolver a los inmigrantes a sus países de origen", según indica el texto.

Para lo primero, la Unión Europea garantizará los costos de funcionamiento entre septiembre de 2006 y febrero de 2007 de cuatro patrulleras entregadas a Mauritania por España, así como el equipamiento y formación de personal gubernamental.

En cuanto al segundo punto, se entregarán recursos para la detención y la repatriación de inmigrantes a su país de origen en condiciones humanitarias, cubriendo las necesidades básicas de los detenidos.

Desde principios de 2006, más de 10.000 africanos ilegales llegaron a Canarias por vía marítima, cifra que supera el récord de llegadas de 2002, que se elevó a 9.929 personas.

"Las nuevas medidas aspiran a evitar los trágicos incidentes en alta mar en los que tantas personas han muerto recientemente" señaló la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, al referirse al paquete adoptado. Y agregó que "la migración es una prioridad de nuestras relaciones con los países vecinos y este conjunto de medidas constituye un buen ejemplo de las ayudas que concedemos a toda la región para contribuir a que nuestros vecinos mejoren la gestión de sus fronteras y el trato a los inmigrantes".

El anuncio coincide con una conferencia ministerial euro-africana sobre la inmigración y el desarrollo que se lleva a cabo desde el lunes en Rabat, con la presencia de 57 países de los dos continentes.

La intención de este encuentro es ultimar un Plan de Acción contra la inmigración clandestina que combine medidas represivas y preventivas.