"Tras haber completado prácticamente nuestra revisión de la Dirección de Inmigración y Nacionalidad podemos decir que descartaremos una amnistía y presentaremos en cambio planes en las próximas dos semanas para lograr una aplicación justa pero dura de las leyes", dijo viceministro británico de Inmigración, Liam Byrne.

Los medios de comunicación británicos habían conjeturado la posibilidad de un proceso de regularización, similar al desarrollado en España, después de que el propio Byrne declarase en una sesión parlamentaria en junio pasado que era "demasiado pronto" para descartar una amnistía. Además, había señalado que encargó un informe sobre los "asuntos" que rodeaban la aplicación esa medida, según informó Univision.com.

El anuncio llega después de que el Consejo Conjunto para el Bienestar de los Inmigrantes reclamase que todos los inmigrantes que han vivido en el Reino Unido durante los dos últimos años deberían tener el derecho a permanecer en el país. En un informe, el grupo reivindicó también que aquellos extranjeros sin antecedentes criminales graves deberían ser autorizados a permanecer permanentemente en el país.

Si bien la cifra exacta de inmigrantes irregulares que residen en el Reino Unido se ignora, el gobierno británico ha reconocido que podría llegar a un millón.

Según un sondeo de la empresa YouGov divulgado la pasada semana, la amnistía a los inmigrantes irregulares es una medida impopular en el Reino Unido, donde más del 70% de la población se opone a su aprobación.