El futuro del charrúa más controvertido
El Estadio Charrúa fue inaugurado en 1984, a fines de la dictadura, pocos años después padecía de graves problemas estructurales que originaron su clausura. Hoy, con la colaboración de la FIFA, "el Charrúa" está pronto para ser reinaugurado, pero las resistencias están a la orden del día. La Junta Local de la zona dice que existen detalles que imposibilitan la reapertura. En tanto, un grupo de vecinos llegó al extremo de escribirle una carta a Joseph Blatter para impedir que el estadio abra sus puertas. Informe de Santiago Díaz
Para muchos se trata de las contradicciones típicas uruguayas; que un estadio que se llama Charrúa se ubique en el Parque Rivera. Para algunos este es un símbolo de un triste período, un claro ejemplo de esas cosas que nunca cumplen con el fin para el que fueron creados o un anhelo nunca alcanzado, como es el caso de Peñarol. Para otros es una simple molestia o una fuerte amenaza.
"El Charrúa", inaugurado en los últimos años de la dictadura, tenía la misión de darle a Montevideo un estadio de alternativa al Estadio Centenario. Esa misión fue escasamente cumplida. La selección mayor casi nunca jugó allí, más allá de algún amistoso, aunque sí es cierto que se convirtió en un lugar de entrenamiento y concentración para las diferentes selecciones. Ahora ese cometido de concentración y entrenamientos lo cumple el Complejo Uruguay Celeste, que fue inaugurado hace unos años atrás y que también ha generado algunas críticas importantes.
Pero realmente "el Charrúa" es un estadio que se usó muy poco. La cancha siempre fue de mala calidad y los equipos grandes casi nunca jugaron allí; entonces pasó a ser el reducto de los equipos que no tenían canchas propias. En su momento fue Rentistas, Huracán, después Cerrito, pero lo cierto es que siempre se utilizó para eventos de escasa envergadura. Además, ya en la década del 90 empezó a tallar el tema de los problemas estructurales. Llegó un momento que si se jugaba un partido ahí, no se podía habilitar la tribuna oficial porque corría peligro de derrumbe. Poco después, la zona de vestuarios tomó el mismo camino, las rajaduras se veían a simple vista y entonces el estadio quedó absolutamente cerrado.
Lo cierto es que la situación de ahora es diferente y el Estadio está en perfectas condiciones para ser utilizado, pero como vamos a ver hay unas cuantas resistencias para que eso ocurra.
El estadio fue refaccionado por medio del proyecto GOAL, proyecto en el que la FIFA asiste económicamente a algunas federaciones para la concreción de determinadas obras.
El organismo que administra "el Charrúa" es CAFO (Comisión Administradora del Field Oficial). Esa comisión, presidida por Eugenio Figueredo, está integrada por tres miembros de la AUF y dos de la Intendencia Municipal de Montevideo y es la misma que administra el Estadio Centenario.
Sobre las características de la obra realizada en el Estadio Charrúa, Enrique Baldrich, secretario honorario de CAFO comentó que "prácticamente (hicimos) una reconstrucción de una obra que estaba totalmente deteriorada. Casi por venirse abajo. Las estructuras estaban totalmente obsoletas. (...) Se remodelaron partes importantes, no sólo de la parte de vestuarios, sino la parte de concentración, cocina, áreas de esparcimiento para los jugadores, también la cancha. En fin, fue una obra muy importante que llevó aproximadamente 800.000 dólares de inversión".
La FIFA puso 400.000 dólares, la otra mitad estuvo a cargo de la AUF y CAFO, para una obra que fue efectuada por la empresa Clerk y que tuvo una duración de un año aproximadamente.
"El Charrúa" actualmente tiene una capacidad para 12.000 personas y carece de red lumínica. Hay un proyecto, que sería como un segundo tramo de la obra, que justamente significa la colocación de la luz artificial y de la construcción de una nueva bandeja para aumentar el aforo a 20.000 personas.
Baldrich comentó que el tema de la luz ya está en camino, se habló con algunas empresas, se pidió presupuestos y cree que es algo que puede concretar a corto plazo. Lo de la bandeja es diferente, primero porque para eso se precisa más dinero. La AUF está muy mal económicamente y CAFO tampoco tiene recursos, sobre todo después de que bajaron los partidos que se juegan en el Estadio Centenario, producto de que Nacional ya no juega allí. Además, tampoco hay demasiada urgencia por aumentar la capacidad porque en realidad al fútbol está yendo muy poca gente.
Pero todo esto, sería para una segunda etapa. La primera etapa ya está terminada y la inauguración estaba planificada para el 16 de julio, cosa que finalmente no se dará. El 16 de julio es la fecha de la victoria en Maracaná, pero además es una fecha anterior al 31 de julio, que es la fecha en que termina el mandato de Eugenio Figueredo como presidente de la AUF. Por lo que, según comentó Baldrich aún no hay una fecha establecida para la inauguración, pero una posibilidad podría ser el 25 de agosto.
Algunas de las trabas que existen para la reinauguración del estadio, el primer lugar, hay una fuerte inquietud en la Junta Local del Centro Comunal 8. María Clara Rossi, presidenta de la Junta Local, dijo que para que el estadio sea reinaugurado debe cumplirse a la perfección el convenio existente entre la AUF, la IMM y CAFO. Este convenio, que fue firmado en diciembre de 2004, incluye una serie de contrapartidas que la AUF y CAFO deben cumplir y que, según Rossi, en la mayoría de los casos no se han cumplido. "A la fecha de cinco contrapartidas, solamente está cumplidas a medias una. Y todo lo que tiene que ver con el estacionamiento del estadio y la protección del Parque Rivera no entró en ese cumplimiento", comentó.
A fines de junio, la Junta Local votó no permitir la reapertura del estadio hasta tanto no se cumplan estas contrapartidas. Según Rossi, la Junta Local cuenta con el apoyo del intendente de Montevideo, Ricardo Ehrlich, y de la Secretaría de Deportes, que es el órgano que tiene que velar por el cumplimiento del convenio. Recordemos que Ehrlich, en su momento dijo que la fecha de inauguración del Charrúa no la va a poner la AUF sino la IMM.
"Lo que faltaba era finalizar los baños, la parte del estacionamiento y después está la parte de seguridad. Brindar seguridad los días de partido y en los días de semana en el entorno cercano al estadio ya que sería imposible brindar seguridad en el Parque Rivera que tiene varias hectáreas", explicó Baldrich.
Baldrich se refirió al tema de la seguridad y dijo que CAFO se ocuparía sólo de la zona del Parque Rivera en donde está el estadio. Sin embargo, María Clara Rossi no está de acuerdo con eso: "El convenio dice claramente vigilancia del Parque Rivera. No habla de ninguna parte específica. Habla de la totalidad", aseguró.
El Parque Rivera tiene una extensión de unas 40 hectáreas, pero está claro que ambas partes no concuerdan en cuanto a la cantidad de seguridad con la que se debería contar.
Pero, más allá de esta posición de la Junta Local de la zona, está también la posición de un grupo de vecinos que formaron la Comisión Pro Parque Rivera. Es una posición bastante más radical, ya que no quieren de ninguna manera que el estadio sea utilizado para partidos de primera división.
Daniel Munúa, vocero de la comisión, señaló que el estadio fue impuesto por la dictadura. Que luego quedó destruido y que la AUF lo arregló para la utilización de equipos juveniles. Además, señaló que la Comisión Pro Parque Rivera no acepta que sea usado para otros fines.
Esa es posición de este grupo de vecinos que, por ejemplo, va a hacer una movilización el próximo domingo al mediodía en contra del la reapertura del estadio en estas condiciones. Será una manifestación pacífica buscando la sensibilización de las autoridades. Pero, hace tiempo que se vienen moviendo e incluso llegaron a escribirle una carta a Joseph Blatter, el presidente de la FIFA.
Haga clic aquí para leer la carta que la comisión le envío a Blatter.
"El presidente de FIFA estuvo hace muy poco tiempo aquí y estuvo muy contento por ver lo que se estaba haciendo en el Estadio Charrúa. Blatter, como presidente de la FIFA, no va a estar dispuesto a que un estadio desaparezca por la inquietud de algunos vecinos, que tendrán sus razones pero creo que en definitiva el estadio es disfrutable para toda la ciudad", indicó Baldrich en relación a la carta.
Es obvio que el problema es más que el propio estadio, el uso que se piensa darle. Según indicó Baldrich "se va a marcar un alquiler para el uso de la cancha y los clubes que quieran oficiar allí cuando le tocan partido lo van a poder hacer".
Tanto Peñarol como Danubio habían demostrado cierto interés por ser locales en el Estadio Charrúa, pero ahora ambas peticiones están un poco "frías". Lo que es seguro es que el convenio entre la Intendencia y la AUF no establece que uso debe dársele al estadio. Según lo reconocieron Munúa y Rossi.
Lo que quieren los vecinos es que el convenio se elimine y se haga otro que impida que allí se jueguen partidos de primera división y vayan equipos de importante convocatoria. "Si hay un convenio firmado hay que respetarlo. Pero se va a terminar con el último parque agreste que nos queda. Los vecinos tenemos que tratar de defender el parque", señaló Munúa.
Más allá del tema ecológico está el miedo que genera la presencia de las hinchadas del fútbol en las cercanías del Parque. En este sentido Munúa indicó la importancia de la preservación del parque como tal.
Pese a los argumentos que manejan desde CAFO, está claro que los vecinos y, más precisamente, la Comisión Pro Parque Rivera no quiere saber de nada con la reapertura del Estadio Charrúa.