El terapista Héctor Villalobos aseguró que eso significa que viven sin un grupo de ayuda o de respaldo. "Pero ahora el debate migratorio enfoca la atención precisamente en aquellos que no quieren que se note su presencia", según informó Terra.

Villalobos es un terapista bilingüe certificado quien desde el 2003 se dedica a trabajar con inmigrantes latinos víctimas de violencia familiar en los siete condados de la zona metropolitana de Denver. "Los inmigrantes no saben qué hacer, porque sienten que las nuevas leyes los empujan aún más a vivir marginados", agregó.

Además, indicó que en las sesiones de consejería familiar en las que ha intervenido en los últimos meses la frase que se repite con más frecuencia es "ya no hay esperanza para mí" pero no sólo por la imposibilidad de regularizar su estatus migratorio sino por el hecho de "estar a punto de perderlo todo y tener que abandonar el país".

Esa desesperación surge, en opinión de Villalobos, debido a que el debate migratorio se concentra "en lo que los inmigrantes, especialmente indocumentados, ya no podrán hacer y los beneficios que no van a tener". "Pero pocas veces se comparte información sobre lo que estas personas pueden hacer y dónde obtener esa ayuda", aseveró.