Por el correo electrónico

***

Estimado Emiliano.

El otro día cuándo me enteré del fallecimiento del profesor Claudio Williman, no pude expresarme. De más esta decir que su desaparición, su ausencia, es una pérdida tan significativa como conmovedora. Desde mis fueros íntimos, siento muy profundamente su ida. En estos días, escuchando por la radio todos los mensajes de los oyentes, estuve inmerso en una reflexión profundamente. Desde sentirme absolutamente impedido de agregar algo más de lo que ya se había dicho... a sentir en definitiva, la necesidad de expresarme a modo de brindar mi humilde tributo personal a su persona. 

El ejercicio de recordarlo en estos días ha sido mi modo de despedida. Nos ha dejado la imposta de una persona singular, un notable de nuestra sociedad, un pensador amable y reflexivo, un intelectual serio y estricto en sus juicios, un hombre de la política participativo, docente generoso con sus "saberes", y en el papel que le cupo en sus últimos tiempos, de gran comunicador de referencia en nuestra radio. 

Él, fue artífice junto a Maggi (su gran compañero y amigo entrañable), el Ruso y la profesora Tornaría, Tertulia indiscutida de los viernes, del "encuentro" obligado de todos, donde se hacían sita las anécdotas históricas jugosas, armonizándose con las miradas inteligentes hacia el mundo y la vida. 

Personalmente mi relación con él, como tantos, proviene desde la facultad de Arquitectura, donde también supe pasar por sus clases de Economía en aquel solitario y frío salón 22... Donde su sabiduría, su pasión expresada con su "vozarrón" inconfundible, transformaba aquellas clases (aparentemente sin mucho interés para nosotros) en un hecho y momento imperdible.

Era justamente en estas clases donde se destacaba su gran profesión docente y hombre inquieto del mundo y donde me sumo también a la mejor y más justa definición de su persona (escuchada hoy por los tertulianos de los jueves)... un hombre del "Renacimiento".

Mi más sentido pésame a todos uds., compañeros y amigos de la Radio, de la vida y a toda su familia y además a todos los que llegamos a conocerlo de alguna manera, el agradecimiento infinito a "Claudito" por el simple y complejo acto a la vez, de haber enriquecido nuestras existencias.

Lo extrañaremos.

Desde Buenos Aires.
Fernando Píriz Barbosa

***

Sr. Director:
Solicitamos la publicación del texto abajo, que fue preparado por el Dr. Manuel Díaz Romeu, integrante de la Comisión Directiva original del Instituto Universitario Asociación Cristiana de Jóvenes:Sobre el Dr. José Claudio Williman

El Instituto Universitario Asociación Cristiana de Jóvenes, con la desaparición física del Dr. José Claudio Williman, ha perdido a uno de sus colaboradores voluntarios fundamentales, que llevó adelante, con gran entusiasmo, la idea de crear un centro de estudios de la educación física a nivel universitario que es hoy una hermosa realidad.

Fue el primer y único decano que tuvo hasta ahora el Instituto, en una labor honoraria, a la cual se dedicó por entero, aportando su gran experiencia como excelente educador.

De su personalidad, que descolló en múltiples facetas en la vida del país, queremos resaltar su gran labor docente, que no sólo comunicaba conocimientos sino que servía para trasmitir valores, tan importantes para una buena educación.

Los que tuvimos la oportunidad de trabajar junto a él, lo recordaremos siempre como un ejemplo de persona íntegra, al que todo lo humano no le era ajeno.

Por la Comisión Directiva del IUACJ

Eduardo Rocca Couture,  Secretario   
Gloria Ruocco, Presidente

Montevideo, 10 de agosto de 2006

***

Somos un grupo de alumnos del PROFESOR, pero de sus frescos 23 años, creemos que fuimos sus primeros alumnos, en cuarto año del viejo y querido ZORRILLA, ERA EL BUEN MOZO QUE CONQUISTABA CON SU PORTE A LAS CHICAS Y ERA ADMIRADO POR NUESTROS COMPAÑEROS,  pero sobre todo un gran docente. Tuve la suerte de poder conversar con él gracias a las tertulas y recordar viejos tiempos . Será para nosotros un grato recuerdo de aquéllos docentes como quedan pocos!!

Gorfain, Horgales,WSeñaris, Scolink,Fernadez (el flaco) Isabella, Porro

***

EMILIANO, soy una oyente de hace años y de todo el día, y realmente cada día me asombro mas , ante la capacidad que tienen de llegarnos y emocionarnos ante las buenas o malas noticias que a diario pasan. La tertulia de hoy viernes  me llego al alma, apreciaba profundamente al Dr, Williman, aun sin conocerlo mas que a través de los viernes allí y de su trayectoria personal, y lamente  muchísimo su muerte, pero hoy sentí que ese maravilloso grupo que forman los viernes, son capaces de cambiar la tristeza en alegría, en aceptación de lo inevitable, en recuerdos cariñosos que nos seguirán acompañado, como el inefable Emiliaaano, conque lo saludaba y que rememoraremos por mucho tiempo cada viernes. El Ave Maria , cantada por el Dr. con su vozarrón, que transmitía  esa calidez y cariño, conque trataba a todos, fue un momento que me emociono profundamente. Una vez mas tengo que agradecer a ese formidable equipo, la calidez humana,  la sensibilidad para hacernos sentir tan cerca  y compartiendo tantos momentos inolvidables,  a pesar de no conocernos,  Extrañaremos al Dr. ,pero sabemos que estará allí, con nosotros y quizás , riendo con su inimitable carcajada, compartiendo los comentarios de sus queridos compañeros. Muchas gracias, Emiliano, por ser como son, un abrazo para todos.

Mary, Ciudad de la Costa       

***

Con todo respeto por todos los contertulios, y ya lo dije antes en otra oportunidad cuando estaba vivo: EL DR. WILLIMAN ERA , entre tantas otras cosas virtuosas, EL SEÑOR DE LA TERTULIA.

Vianney de Pocitos

***

Soy Haydée Fynn, cuñada de José Claudio y deseo transmitir mi emoción y mi agradecimiento al programa, especialmente con el final elegido: el Ave María cantado por él. Al respecto una anécdota complementaria: le pedí a él que me la cantara el día de mi casamiento, en junio de 1964 y emocionado aceptó y me comentó: "siempre soñé con cantar en una Iglesia y tú me estás dando esa oportunidad". Treinta y cuatro años después, en 1998, mi hijo le hizo la misma petición para su casamiento y la volvió a cantar! 
 
***
 
Deseo unirme al recuerdo del doctor, quien con su honestidad intelectual y su profunda vocación de servicio, tuvo siempre un tiempo para compartir sus conocimientos y para brindarme su apoyo cuando recurrí a él.

Tte Gral. Angel Bertolotti.

***
 
Estimado EMILIAAAAAANO (como decía Williman):
 
Quiero felicitarle calurosamente por la tertulia  de hoy viernes.-
 
ASÍ SE CELEBRA LA VIDA, QUE NO LA MUERTE, DE UN QUERIDO AMIGO!! ASÍ SE ELABORA UN DUELO!!!
 
Por otra parte, ha encontrado Ud. (y su equipo, me imagino) una forma de "limpiar" ese lugar que José Claudio ocupaba, y sobre el cual su recuerdo continuará arrojando su poderosa sombra.  Y ha encontrado también la manera de que quizá otra persona pueda ocuparlo.

Las dos lecturas que contiene mi mensaje, la afectiva y la racional, no pelean entre sí por la primacía, porque se conjugan armoniosamente en una magnífica forma de despedir a un amigo.
 
Otra vez, como siempre, Ud y la radio han estado a la altura, como tiene que ser.

Lic. Mirtha Costa
 
***

Emiliano:

Conocí a Williman en 1993 en la Facultad de Arquitectura como docente y consejero, sin duda una personalidad y una presencia como docente inolvidables. Imposible olvidar su vozarrón, sus chistes y el contagio y admiración que generaba en los jóvenes su sabiduría y la forma de transmitirla. Un docente con mayúscula. Pasaron algunos años y en 1999 tuve la oportunidad de compartir con él la integración del Comité  Ejecutivo de Manos a la Obra donde sesionábamos todas las semanas, fue ahí que lo empecé a conocer como político. Yo un joven con 24 años que empezaba a dar mis primeros pasos en la política, sentado en la misma mesa discutiendo, intercambiando ideas y trabajando junto a personalidades de la talla del Dr. José Cludio Williman y otros destacados ciudadanos, todo un honor que nunca olvidaré.

Fue increíble conocerlo de cerca, todas sus enseñanzas, el respeto que imponía, siempre con buen humor y contagiando alegría. Profundo conocedor de la historia y con una gran capacidad de transmitirla y enseñarla. Partícipe y actor destacado de una época muy importante en la historia de este país, la cual conocí a fondo gracias a él.

José Claudio, gracias por haberlo conocido

Jorge G. (Aguada)

***
 
Estimados contertulios
Cuando el viernes pasado escribí saludando al Dr. Maggi por su cumpleaños, jamás imaginé que iba a ser la despedida del Dr. Williman, una persona querible al igual anteriormente nombrado, desde el vamos. Me parece extraordinario el homenaje que se le está rindiendo hoy, pues don Claudio supo vivir la vida de tal suerte que vivo permanecerá aún en la muerte.

Será un espacio difícil de llenar en esta tertulia de viernes, pero su presencia, su voz, estoy segura retumbará por mucho tiempo en el estudio de la radio.

Un abrazo cariñoso a todos. 
Ana

***
 
Estimado Emiliano,

Es dificil repetir o imitar a Williman, pero no es mi intención.
 
Simplemente me parece fantástico, recordar y festejar lo que una personalidad como el nos dejó a todos, supongo que a sus amigos el legado debe ser impresionante.
 
Solo quería decir que como oyente ha sido un placer escuchar a un SEÑOR con mayúscula, que a muchos nos enseñó a mirar los temas de otros puntos de vista con una categoría que pocos tienen. Sin dejar de lado a Maggi, que tiene un esquema similar y que aún en la discrepancia nos enseña a mirar los temas de diferentes ángulos, pero la carcajada de Williman nos quedará a todos en el recuerdo, esa alagría inteligente.
 
La verdad es que ha hecho del trío de la terlutia de los Viernes algo muy especial.
 
Saludos
Alberto  
 
***
 
Quiero hacer llegar a La Tertulia de los Viernes mi profundo sentimiento de pesar por la partida de José Claudio Williman. Todos lo recordaremos con el especial afecto que él se supo ganar. Conservo, con orgullo, la foto de cuando integramos -en agosto de 1951- él por la FEUU y yo por la ACJ- la delegación de Uruguay a la Asamblea Mundial de Juventud, en Cornell, NY, USA.

***

Estimado Emiliano:

Ayer, me imagino que con la misma sorpresa de muchos uruguayos escuché la información suya comunicándonos la triste noticia de la partida de José Claudio Williman.

Mientras escuchaba su reseña no pude contener la emoción. Se había ido una gran persona hacia quien, a pesar de conocerla circunstancialmente en mi vida, sentía  gran veneración, afecto y aprecio.

La vida me dio la oportunidad de trasmitirle una anécdota personal que me tocó protagonizar con él y que me había dejado una enseñanza que ni él mismo se había imaginado. Pude decirle en vida, que era un hombre bueno y un "gran hombre" en todos los sentidos.

Me referí a él y a la tertulia que juntos protagonizaban, como la tertulia de los "Sabios", porque sigo convencido que eso es, esa tertulia.

En ocasión de la primer tertulia en fonoplatea que realizaron en el Oro del Rihn, me presenté y le recordé la anécdota que le había narrado. Sonrió con mucho cariño y agradecimiento, lo abracé y le
susurré al oído como lo había hecho él en aquella ocasión,  "ahora soy Yo quien le abraza José Claudio, MUCHAS GRACIAS". y me regaló una nueva sonrisa que guardo como tesoro.

Seguramente José Claudio ya estará en algún lugar, del Cielo en el que creía, preparando su butaca para escucharlos este viernes. Y cuando lance su primer carcajada inconfundible, más de un ángel lo mirará
con desconcierto.

Se ha ido un hombre "Sabio" y creo que los uruguayos no llegamos a darnos cuenta la dimensión que había alcanzado.

Como todas las cosa buenas y disfrutables, la Vida de José Claudio, me supo a breve.
Sinceramente me quedé con ganas. Ganas de aprender más, de conocerlo más, de disfrutarlo más.

Ya no estará sentado entre ustedes, ni podremos escuchar su voz grave y pausada.

Nos ha dejado lo mejor de sí, no escatimó nada de su Sabiduría, por eso era un HOMBRE BUENO.

Gracias Emiliano por permitirnos todos estos años de enriquecimiento personal.

Reciban ustedes mi saludo y mi acompañamiento sentido en estas horas difíciles.

Eduardo Vidal

***

Tuve la suerte de conocer a Jose Claudio Williman en la Facultad de Arquitectura donde el daba clases y entre las cosas que recuerdo de el aparte de su humanidad y su ternura con los estudiantes era su espíritu joven.

Él decía que a él de todas las facultades en las que más le gustaba enseñar era en la de Facultad de Arquitectura, porque en todas era Señor Williman, Doctor Williman, Profesor Williman y en arquitectura todo el mundo le decía.....che Williman.

Como decía mi abuelo... doctor, arquitecto, ingeniero, juez se hace, pero Señor se nace y Williman era un Señor.

Mis condolencias a sus familiares.

Fernando de Malvin

***

Aunque no nos conocíamos personalmente, al Dr Wiliman lo sentimos como un amigo de nuestro hogar. Con él y los contertulios aprendimos a escuchar la radio y hacerla parte de nuestras vidas, de nuestra cotidianeidad. Vaya si aprendimos un montón de cosas, y con su vozarrón nos enseñó su calidad humana. Hoy cuando me enteré de su fallecimiento me entristecí mucho, quizás suene exagerado, pero realmente para nosotros representa la pérdida de un ser querido. Nuestro más sincero respeto, homenaje y profundo cariño para él y su familia. Mi familia y yo quedamos a las órdenes de lo que la familia del Dr Claudio necesite. Es lo menos que podemos hacer para con quien nos ayudó, si saberlo, a tener muy buenos momentos.

Hoy temprano recordábamos con mi hijo pequeño, su saludo característico: "Emiliano".

Cariños, Mónica

***

Un gran dolor sin dudas provoca la ida de los grandes hombres.
Y este es el caso de la ida del Dr Williman.

Tuve el placer inmenso de ser su alumno en Facultad de Arquitectura, y como ya lo mencionara Rosario Castellanos, si bien Economía era una materia no central en la carrera, el Prof. Williman logró que fuera al menos en mi caso uno de los cursos más interesantes de la carrera.

Su ilimitada capacidad de recordar jugosas anécdotas hacía que cualquier tertulia, dentro o fuera de clases, fuera siempre interesante.

Compartimos la noche con ocasión del velatorio de Wilson, también junto a Terra y Jaime Callander, y el anecdotario respecto a Wilson fue interminable.

Hombre justo, honesto, ilustrado y una persona exquisita.

¡Hemos disfrutado de un gran Oriental!

***

Me he enterado en el anochecer de hoy de la muerte de José Claudio Williman. Para quienes en el acuerdo o en el desacuerdo, como es lógico que suceda entre seres humanos, tuvimos el placer de escuchar o leer por años sus opiniones, en particular en la Tertulia de El Espectador, su voz ronca y su risa, permanecerán por siempre en nuestros oídos.
 
A sus compañeros de actividad y a sus familiares si es posible, le hago llegar mi sentido y dolido pésame por estar infausta
pérdida

Carlos Cáceres Durán.

***

Sr. Cotelo:

Hoy de noche mientras volvía a mi casa me enteré por la radio del fallecimiento del Dr. José Claudio Williman. Al llegar, inmediatamente después de saludar a mi esposa que ya estaba al tanto de la noticia, le manifesté la tristeza que la misma me causaba. En ese momento ella me hizo recapacitar y ver que cuando se va alguien que vivió como él lo hizo, que dejó tantas enseñanzas en todos lados donde participó, que estuvo presente hasta el último de sus días con una agudeza intelectual envidiable, en realidad no hay que lamentarse sino recordar todo lo bueno que dejó. No hay mejor manera de irse que dejando un recuerdo tan imborrable. Recordémoslo como el querido "Claudito" de voz grave que comenzaba todos los viernes con el clásico saludo de "Emiliano" su participación en La Tertulia, deseando que sigan surgiendo más hombres de su talla que alimenten el intelecto de los uruguayos. Un afectuoso saludo para todos lo integrantes de la radio y especialmente para su fiel compañero de todas las tertulias, don Carlos Maggi.

Ing. Agr. Ricardo Varela Estellano

***

Apenas comenzó la semana y vivimos dos experiencias intensas y opuestas: La alegría personal de haber conocido el lunes a personas  del staff de "En Perspectiva" que comparten mis mañanas hace 25 años (desde la
época de la FM), rara sensación de asociar voces familiares con rostros desconocidos.

Por otra parte hoy me enteré por Villegas el deceso del Dr. Williman, a quien tampoco conocí personalmente pero lo disfruté ampliamente todos los viernes donde transmitió en todo momento, en el acuerdo o la discrepancia, la imagen de un hombre íntegro.

Mis condolencias a su familia, a la tertulia y a la radio.
Nuevamente felicitaciones por el programa.

Pancho

***

Queridos amigos

Acompaño profundamente el dolor de la pérdida física del profesor Claudio Williman, un personaje encantador. Lo conocí en aquellos años últimos de la dictadura, en la cual defendía con pasión su nacionalismo y su condición de "blanco como hueso de bagual".

Estoy segura que ya está en los brazos amorosos de Jesús, intercediendo por causas justas.

Malú González

***

Qué triste despertar tuve esta mañana. Yo que todas las mañanas me despierto con el comienzo del programa, no sé por qué me dormí y cuando desperté Emiliano estaba hablando sobre el fallecimiento de "nuestro querido Claudito". Se nos ha ido un componente de la mejor tertulia, la más amable, la más sabia, la más divertida. Y lo vamos a extrañar. A través de ustedes les hago llegar mis sentidos cariños a los demás contertulios, a En Perspectiva en general y a su familia. Ahora la toca a Dios disfrutar con su vozarrón y su risa.

Cristina
Punta Carretas

***

¡La pucha!
¡Cómo si no fuera suficientemente duro tener que apagar el bip del despertador a las 7 de la mañana y estirar el brazo para prender la radio, que me encuentro con la infausta noticia del fallecimiento del Dr. Williman!

No lo conocía a este correligionario, salvo de disfrutar de sus retruques y salidas chispeantes en la tertulia de los viernes - la mejor tertulia, por cierto, por la calidad y calidez de sus integrantes.

Enseguida hice una asociación. ¡Que cruel es el mes de agosto! Hace dos años, agosto se llevó a dos grandes hombres, al Gral. Seregni (si bien falleció el 31 de julio) y a mi esposo, fumador pasivo de mi humo, un 16 de agosto.

Por este medio, quisiera hacer llegar mis condolencias a la familia Williman, y a los contertulios.... se va a extrañar a Don Claudio y su vozarrón.

Atentamente,
María Isabel Estévez
Traductora Pública
(blanca y wilsonista)

***

Estimado Emiliano Cotelo:

Un saludo a usted y demás miembros de la "Tertulia de los viernes" por quien fue animador brillante de la misma, aún en la discrepancia inteligente, aguda, muchas veces.

Lo conocí hace 55 años, cuando comenzó a funcionar el Instituto de Profesores Artigas, él como adscripto del mismo, yo como estudiante ingresante.

Posteriormente, compartiendo toda una vida en el sistema educativo, como integrante del Consejo Directivo Central del CODICEN de la ANEP, el Dr. Williman como mi superior jerárquico , fue lúcido y honesto interlocutor en múltiples y difíciles momentos por los que Formación Docente atravesó, aportando su palabra mesurada e inclusive su presencia directa en momentos difíciles.

Vaya mi recuerdo emocionado ante esta sensible pérdida.

Prof. Susana Vázquez Gersósimo

***

Hace casi 30 años, por el año 77, en un liceo 28 que ya no existe en la calle Avda Brasil, ingrese a una clase de historia con un profesor desconocido que tenia apellido de presidente y tuvimos una primera clase donde este se limitó a leer el programa y decirnos que no nos engañemos, el programa parecía limitado (Renacimiento, revolución industrial, revoluciones de ideas ,etc) pero iba a ser insuficiente el tiempo para "sacarle todo el jugo" que se podía.
No nos pareció nada extraordinario y pensamos estar ante uno de esos productos de la burocracia pedagogica que tanto abundaban en la dictadura. Ese parecer estaba acorde con un aspecto fisico robusto y pesado.

Una de las alumnas fue la encargada de buscar ciertos textos sobre Rousseau y otros predecesores ideologicos de la Revolución Francesa.

En la clase siguiente y por casi 20 minutos (media clase) escuchó atentamente la exposición de nuestra compañera, que repitió de punta a punta el análisis del libro de texto sobre el "siglo de las ideas". Montesquieu, Voltaire y todo el enciclopedismo desfilaron por sus labios.

Una vez terminada, ella busca el asiento y el le dice..

-No, espere un momento

Se acomodó en el asiento en una maniobra que hoy se me ocurre fue para captar nuestra atención y dijo ..

- Bien, muy bien ... eso es lo que piensa el autor del libro donde Ud. estudio...... digame, que piensa Ud.?

Ese fue el comienzo de mi mejor año de Historia junto al que fue el mejor profesor que tuve en mi vida (ojo que al año siguiente tuve a Silva Delgado, ehh!). Desde alli a fin de año, no aprendimos Historia.. aprendimos a pensar en base a la experiencia de la Historia, que no es lo mismo....

Por eso luego no me extrañó que abrazara su Partido Nacional al salir de la dictadura (yo no soy blanco), no me extrañó que se involucrara en la dirección de la Enseñanza (que él amaba), no me extraño que integrara la Comisión para la Paz y no me extraño que siguiera ese camino vital tan lleno de compromiso, tan lleno de ética, tan elevado moralmente...

Las palabras del Dr Javier Garcia me ayudan a decir que se ha ido ...."un caballero oriental..."

Emiliano, estas palabras son solamente un grano de arena más, pero a pesar de los múltiples mensajes que deben estar recibiendo, le ruego que haga llegar las mismas a los demás integrantes de la Tertulia de los Viernes pues casualmente, o no... ellos tienen también esa "calidad de vida" de la que tanto necesitamos contagiarnos

Muchas gracias y mi dolor acompañe a los afectos de mi querido profesor Williman....

Gustavo
Pocitos

Por el 90 20 810

Celina de Minas: Adhiere al homenaje al prof. Williman y saluda a todo el equipo por esa pérdida.

Juan Carlos de Malvín: Fui alumno de Williman en el Colegio Richard Anderson en el año '40, cuando yo tenía apenas 14 años. En aquella épcoa Williman todavía no era abogado pero ya daba clases de Historia. Tengo un recuerdo imborrable de él. Me adhiero al homenaje.

Enrique de Villa Argentina: La desaparición física del Prof. Williman deja un vacío en la Tertulia muy difícil de llenar. Quiero extender mis respetos a sus deudos.