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El sueño de muchos uruguayos: ser funcionario público

En los últimos días abundaron los llamados a inscripciones para ocupar cargos en el BROU, BSE, Ancap y Aduanas. El caso de los bancos los seleccionados pasarán a ser funcionarios públicos, según indicaron autoridades de esas instituciones la intención es bajar el promedio de edad, además de atender las áreas donde existen carencias. Este tipo de concursos y llamados a pasantías o becarios -un recurso del que se hizo uso y abuso en los últimos años- no se quedará aquí, según la Oficina Nacional de Servicio Civil forma parte de las transformaciones en los recursos humanos estatales. Informe de Leonel García

Lo que está ocurriendo ahora hace al menos 14 años que no se producía. La última vez que en el Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU) hubo un llamado abierto para concursar fue en 1992. En el Banco de Seguros del Estado (BSE), no ocurrían desde hace 20 años, según indicaron los encargados de recursos humanos de estas instituciones.

Esta vez son 352 los cargos a ocupar, 100 de ellos en el BSE. Salvo 40 puestos en el BROU, todos las vacantes son en Montevideo. Lo que lo hace realmente atractivo es que quienes sean seleccionados pasarán a formar parte del escalafón administrativo; o sea, no estamos hablando de contratos precarios como pueden ser las pasantías o becarios. Es que hasta diciembre del año pasado, no podían ingresar personas a la función pública (salvo en esos contratos precarios) hasta 2015, algo que fue modificado con la entrada en vigencia del presupuesto quinquenal en ese mes.

Están habilitados para concursar aquellos que tengan entre 18 y 25 años, inclusive, al 31 de agosto de este año. Es acá cuando vence el período para inscribirse. La inscripción es solo a través de internet: www.brounet.com.uy y www.bse.com.uy . Los únicos conocimientos excluyentes son secundaria completa o su equivalente también a esa fecha.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) esa franja etaria es la más afectada por el desempleo. ¿Qué dicen estos datos? Que mientras el desempleo en mayo llegó al 10,7% de la Población Económicamente Activa (PEA), en los menores a 25 años era del 27,9%. Aún así, el topear la edad de los concursantes a 25 años generó en los medios de comunicación una avalancha de críticas de todos aquellos que se sintieron excluidos de la posibilidad de ser funcionarios públicos.

"El banco en su momento llegó a tener 6.000 funcionarios. Hoy en día, a medida que se han ido dando las jubilaciones, el banco en distintos servicios tienen carencias de personal, fundamentalmente en dependencias, atención al público... Y, entonces, necesitamos personas con perfil de atención al público. Necesitamos ir formando gente joven para hacer una buena transmisión de conocimientos", señaló Fernando Álvarez, gerente ejecutivo del departamento de recursos humanos del BROU.

Álvarez puso énfasis en el tema edad. Cabe destacar que los 3.500 funcionarios con que hoy cuenta el BROU tienen un promedio de entre 46 y 47 años. La otra institución implicada, el BSE, tiene 1.500 trabajadores y su promedio de edad ronda los 49 años.

Un elemento que hace por demás atractivo al llamado, además de poder ingresar al Estado y hacer una carrera de funcionario público, con todos los beneficios que eso implica es el sueldo inicial: exactamente 12.987 pesos nominales. Según nos dijo Álvarez, si bien el universo de interesados en total ronda los 30.000 jóvenes, se estima que el número total de inscriptos este en el entorno de los 12.000.

Los que formen parte de este "malón" deberán también encomendarse a la suerte. Según indica en las bases, si los aspirantes superan los 4.000 inscripciones –algo sumamente probable- se hará una preselección por sorteo público en la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas ante escribano público. La idea, según indicaron expresaron los responsables, es tener un número manejable de aspirantes a la hora de hacer las pruebas.

"A partir de 4.000 (participantes) empezamos a tomar las pruebas del concurso. Tenemos un tribunal integrado por tres personas del BROU, tres del BSE que van a poner una serie de pruebas de conocimientos... Y después una prueba de manejo de PC, una de psicolaboral y una entrevista", explicó Laura Soca, directora de Recursos Humanos del BSE.

Una vez sorteado el escollo de la fortuna, llegarán las pruebas en sí. La segunda etapa ya incluye manejo de herramientas informáticas que si bien no fueron conocimientos excluyentes a la hora de anotarse, si van a pesar a la hora de la evaluación final. "Los conocimientos adquiridos al concluir secundaria, ya basta para poder dar un buen papel en estas pruebas", indicó Soca.

Por conocimiento de PC se refieren saber usar procesador de texto, planillas electrónicas, mail... Vale aclarar que, según dijo Álvarez, del BROU, los que sean seleccionados van a ser confirmados, de acuerdo con su rendimiento, al año de estar prestando servicios.

Entonces, actualmente hay 3.500 funcionarios en el BROU y se tomarán 252 más. Según señaló Álvarez, antes de la crisis se estimaba que eran necesarios 4.500 trabajadores para tener un funcionamiento óptimo. De alguna manera, dejaba entrever la posibilidad que luego haya más llamados.

En la opinión pública hubieron quejas por la edad exigida para concursar. Cuando Alejandra (Borques) anunció el lunes pasado en este programa sobre estos concursos, al instante llamaron tres o cuatro integrantes de la audiencia quejándose que por el hecho de andar en los treinta se quedaron afuera del llamado. Pero a lo largo de esta semana los correos de lectores de los diarios también se vieron inundados. Por ejemplo, en el diario El País una lectora que se identificó como Eloísa Cassanello escribió, notoriamente indignada, que tenía 34 años y se sentía vieja para dar un concurso para el que se sentía preparada. En un pasaje iba más allá y decía "¿Después de los 25 qué? Nos compramos un revólver y nos pegamos un tiro, ya que no tenemos oportunidad de nada".

En El Observador, el 2 de agosto, un lector de nombre Fabián Dubra señalaba que los sueldos que se anuncian están por encima de lo que ganan muchos padres de familia que hace años trabajan en actividades privadas o públicas y están desocupados y tienen ese nivel de estudios exigidos o superiores.
 
Ante esto, la respuesta de los bancos son simples. Álvarez, del BROU, dice que el llamado responde a una necesidad estratégica de la institución de llamar gente de hasta 25 años para formarlos como funcionarios. En tanto, Soca, del BSE, que entró por concurso hace 35 años, reconoce que hay gente que no tuvo oportunidades por dos décadas al menos en su institución. Lo que calificó como una "pena", pero que no pueden saltarse un tema estatutario.

Pasando a otro tema relacionado, una ley de 2002 había impedido el ingreso de funcionarios públicos hasta 2015. Los últimos ingresos se hacían en términos de contrato precario –cachet, arrendamiento de obra, becarios, pasantes- que generaron un verdadero caos. La posibilidad de concursos abiertos a nuevos funcionarios recién pudieron implementarse por la ley 17.930 de diciembre de 2005.

En todo caso, la política de rejuvenecer el Estado forma parte de una estrategia que lleva adelante el gobierno. Esto incluye una revisión de los contratos precarios firmados antes de 2001, que no quiere decir que se dejen de practicar. El subdirector de la Oficina de Servicio Civil, Humberto Ruocco, señala que estos se seguirán aplicando como parte el rol social que deberá cumplir el Estado, con la salvedad que de ahora en adelante estos no podrán seguir una carrera funcional.

"Nosotros hemos promovido en esta Rendición de Cuentas definiciones precisas de que son esas formas de relacionamiento con el Estado. Nunca van a ser funcionarios públicos, porque los tratamos en otros términos. En primer lugar, el Estado tiene que cumplir un rol social, hay muchos estudiantes que le sirve para incorporar para su experiencia quizá trabajar un año en el Estado y a nosotros como Estado nos conviene también...", señaló Ruocco.

El funcionario señala que la inclusión de varias generaciones en un mismo centro laboral es lo que ayuda al debate y al objetivo buscado: rejuvenecer el Estado. Si la eficiencia se lleva de la mano con eso, ya es otra consideración.

El subdirector de la Oficina de Servicio Civil señaló que cuando asumió su cargo rondaban los 4.000 casos de las distintas formas de contratación precaria. ¿Qué casos eran estos? Aquellos cuyos vínculos con el Estado se hubieran desvirtuado y estuvieran desempeñando, en los hechos, tareas de un funcionario público.

En los casos que el vínculo se hubiera originado antes de 2001, Ruocco nos dijo que se han formado comisiones bipartitas para estudiar caso por caso para ver de ingresarlos al escalafón funcional en el grado más bajo. Según indicó Ruocco, aún faltan 60 días para culminar de estudiar todos los casos y ahí sí se sabrá a cuántos se regularizarán.

Pero los becarios y pasantes siguen existiendo, de hecho hubo llamados en los últimos días. La idea no es que dejen de existir, sino que cumplan la función social a la que originalmente fueron creados.

A grandes rasgos, un becario es aquel que tiene un trabajo mientras cursa una carrera, y un pasante es aquel al que el estado le da una experiencia laboral que de otra manera no tendría. Es la función social del Estado. Pero en los últimos años esto se había desvirtuado con becarios que estaban en esa condición más de 10 años, sin gozar de los beneficios de un funcionario público. Uno de ellos, en una ocasión, me dijo que pese a tener muchos años de trabajo en una dependencia estatal, en ese caso era el Correo, se seguía sintiendo un "che pibe".

Lo cierto es que estos llamados son parte de lo que Ruocco denominó como un proceso democratizador del ingreso a lo función pública. "Apunta a que desde el punto de vista de la ciudadanía reciba el Estado la mejor eficiencia. O sea, nosotros no podemos pensar que se está trabajando por un proceso democratizador de la sociedad  y que no exista un correlato internamente dentro del Estado. Y, por otra parte, la ciudadanía requiere y cualquiera reclama que sea un Estado más eficiente", señaló.

Como consecuencia de lo que indicaba Ruocco del Estado ineficiente, que tiene un universo total de unos 220.000 personas. Aclaremos que no todos ellos son agentes privilegiados, ya hemos hablado varias veces aquí de las realidades de la policía o los bomberos, que también son funcionarios públicos, y no es lo mismo que un bancario, lógicamente.

Sabemos que aún los cambios no son drásticos, basta leer las noticias o pasar por cualquier oficina estatal para darse cuenta, pero ya se trabaja al menos en tener dos cosas claras: los ingresos a la función pública serán por concurso y los contratos precarios serán justamente eso: becas o pasantías a término.

Ruocco señaló que varió el escenario que se encontró antes de modificarse la ley que permite ahora el ingreso de funcionarios de acuerdo a las necesidades. Según el jerarca, no se trata de profundizar el concepto de "papá Estado", pero sí ser más democrático. Aún así, las necesidades de los organismos públicos hacen que sigan siendo necesarios estos tipos de contrato.

El BSE hizo hace poco por primera vez en su historia una llamada a becarios, según informaron en el organismo. También ha incursionado el BROU, que incluso está planificando en un futuro cercano una nueva llamada. Si bien no hay una fecha definida para esto último, según indicó Álvarez, puede darse antes de que termine este año. Eso además de los llamados recientes que ha habido.

Además, este martes, hasta las 16 horas, se podrán anotar los interesados a concursar en pasantías de un año en la Dirección Nacional de Aduanas. Ese llamado era a estudiantes de Derecho, Química, Arquitectura, Economía, Informática o Administración, que no tengan otra actividad laboral, y que tengan entre 18 y 30 años al 1ª de octubre de 2005. Nuevamente vemos que se apunta a jóvenes. La remuneración es de 3.925 pesos (un pasante o becario no puede ganar más de cuatro salarios mínimos). El número de cupos a llenar, en Montevideo y dependencias de interior, es de 71.

Hubo más casos recientes. Un artículo de El País, del 2 de agosto, señala que 2.600 jóvenes se presentaron a un llamado de 165 becas y pasantías de Ancap,y convocatorias similares se hicieron en Antel y Ose.

Respecto a Ancap, el viernes culminó un llamado para 22 pasantías y 29 becas y se anotaron unas 470 personas, según informaron fuentes del ente petrolero. La selección se realizará en estos días. La página web de ese organismo aclara, por las dudas, que ya terminó el plazo para aspirantes y que no envíen más currículum vitae.

Ya que mencionamos estos últimos llamados, hablamos con Pablo Cabrera, presidente de COFE, el gremio de los estatales, y le preguntamos donde está haciendo falta personal. "Nosotros entendemos que hay áreas que al día de hoy están faltando recursos humanos, principalmente en áreas como Salud Pública, INAU... (Estos) son sectores críticos que necesitan una incorporación de recursos humanos para brindar los servicios que se tienen que brindar", explicó.

Según dijo Cabrera, el ingreso por concurso ha sido una de las grandes peleas del sindicato. Es por eso que está de acuerdo con la actual política que se está desarrollando. Aún así, hay costumbres que parecen difíciles de ser desterradas. Nos comunicamos con fuentes del sindicato de los judiciales, que al igual que Cofe, bregan por un ingreso abierto de los funcionarios mediante concurso. En ese caso los concursos suelen ser restringidos y no son conocidos por la opinión pública, según nos aseguró esta fuente. Es por eso que muchos de los funcionarios que ahí ingresan son hijos de trabajadores que ya revisten en ese poder, una suerte de "herencia". Si bien esta fuente nos señaló que esta práctica está disminuyendo, reconoció que aún genera malestar en el seno del Poder Judicial.

Respecto a esto, la encargada del departamento de Recursos Humanos del Poder Judicial, Mila Burgueño, confirmó que sucede esto. Cuando hay cupos los primeros en ser anotados en un listado abierto son hijos de los funcionarios y luego otros aportados por los propios ministros. Recién si quedan vacantes se hace un llamado más público.

Además, Burgueño destacó que jamás recibieron quejas al respecto, más allá que fuentes sindicales les dijeron que esta situación ha causado malestar. Más allá de todo, parece tener poco que ver con la "democratización" que anuncia la Oficina de Servicio Civil. Respecto al tema, el subdirector de la Oficina de Servicio Civil, dijo que su sector no tiene injerencia sobre el Poder Judicial.

Si con todo este panorama, estos concursos y estas intenciones, el Estado va a ser más eficiente o no, eso sólo lo dirá el tiempo.