Noticias

España y Senegal acuerdan poner fin a la lucha contra la inmigración ilegal

Este jueves, en Daker, los gobiernos de Senegal y España firmaron un acuerdo que prevé medidas de seguridad comunes en el marco de un plan europeo de lucha contra la inmigración ilegal africana hacia las Islas Canarias.

Según indicó el ministro senegalés del Interior, Usman Ngom, Madrid y Dakar se comprometieron a poner en marcha "medidas de seguridad", al precisar que el acuerdo "pone a disposición de Senegal medios aéreos, marítimos y terrestres".

El acuerdo "para una gestión concertada del problema de la emigración" fue firmado en la capital senegalesa por Ngom y el secretario español de Estado para la Seguridad, Alberto Saiz Cortés, que llegó a Dakar el miércoles, según informó Terra.es.

En ese sentido, el ministro senegalés consideró que las medidas de seguridad deben ser conciliadas, sin embargo, "con otras medidas alternativas relacionadas con la cooperación y el desarrollo".

"La respuesta de Senegal a la crisis humanitaria que atravesamos es rápida y llena de voluntad. Es el comienzo de una larga asociación", comentó Saiz.

Según indicó una fuente del ministerio senegalés del Interior, España pondrá a disposición de Senegal en los próximos días un helicóptero y dos lanchas rápidas de vigilancia.

Este lunes Dakar aceptó participar en el plan europeo Frontex, que prevé patrullas marítimas y aéreas a lo largo de las costas de Mauritania y Cabo Verde, otros dos países del norte de Africa que junto con Marruecos, Senegal y Gambia, son los puntos desde los que zarpan los precarios barcos con inmigrantes ilegales que llegan a Canarias.

Este acuerdo pone fin a la tensión existente desde principios de junio entre Madrid y Dakar por las condiciones de repatriación de los clandestinos senegaleses desde el archipiélago español. Una serie de irregularidades por parte española provocaron que el gobierno senegalés exigiese la suspensión temporal de esas repatriaciones.

Canarias es el destino principal de los inmigrantes ilegales procedentes del África subsahariana, que alcanzaron los 18.000 desde enero. Esa cifra representa casi el doble de los 9.929 clandestinos llegados al archipiélago español durante todo 2002.