María de Pocitos: Conocidos míos tuvieron el mismo razonamiento. El problema es si se quedan burocratizados en la manera de ser del empleado estatal. Pero la estabilidad laboral que da el Estado, hacen que prefieran ese tipo de trabajo, aunque sea haciendo papeleo.

Rolando de Sayago: hay una cantidad de beneficios de la administración pública, desde la sociedad médica, acompañantes para enfermos, se puede faltar cuando se quiere, sin rendir cuentas, y un montón de cosas más que en el ambito privado no se da.

Francisco de Sayago: un amigo mío, que es abogado, trabaja en la Fiscalía, puede salir durante su horario de trabajo con una chica que sale también de su trabajo en la Intendencia, para tener sus encuentros intímos. Y nadie los sanciona.

Carina del Centro: tengo un amigo que trabaja en un ente y no sólo se toma vacaciones cuando quiera, sino que se compraron juegos de caja para ocupar el tiempo de trabajo... Es una vergüenza.

Eva de la Ciudad Vieja: por favor distingan los funcionarios de los entes de los de la Administración Central, porque los de la Administración Central no tenemos los beneficios que mencionan.

Jorge de Malvín: en las empresas jefes hay, buenos o malos, pero en los Bancos hay control sobre los funcionarios inferiores. Escucho la polémica pero en este país todas las familias tiene a alguien en la administración pública.

Julio del Barrio Lavalleja: el argumento de rejuvenecer la plantilla de funcionarios públicos no sirve porque tenemos una cúpula, los ministros, que estan todos arriba de los 70 años.

Elena de Parque Rodó: hace 10 años me fui incentivada del Estado. Como era profesional tenía que cumplir solamente tres horas y media al día, y tenía 10 dias más de licencia al año que lo que me tocaba. Trabajaba en el Ministerio de Economía.

Alejandro de Tacuarembó: nosotros en campaña trabajamos de lunes a domingo, no hay feriados, y estamos sobrecargados de trabajo porque tenemos que mantener a toda la manga de gente que no trabaja en el Estado.

Alicia de Parque Rodó: yo comparto plenamente lo que dice Garcé. Como profesional universitaria que recorre oficinas públicas y privadas, quisiera que Doyenart hablara un poquito de las instituciones privadas, porque hay muchas que son mucho peores que las estatales.

Eduardo del Cnetro: es una vieja táctica, el pagarle a alguien por no trabajar o ingresarlo como funcionario del Estado es una formas de comprar votos.

María del Cordón: Yo como ex funcionaria pública de la DGI durante 32 años, puedo decir que trabajé exhaustivamente. En la misma sección estaban los varones que no se hacían nada y nadie les pidió que hicieran nada.

César de Canal 5: A Doyenart: cuando estuvo en Canal 5 metió 80 tipos jóvenes, tiró a todos los viejos de su lugar y después se fue.

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Estimado Cotelo:
Fui 20 años empleada pública, soy informática y me retiré en 1996 con el último incentivo (fueron 3).
Siempre fui adicta al trabajo y por supuesto que daba lo mismo trabajar que no hacerlo. Luego que nos fuimos los últimos (que trabajabamos) contrataron más de 30 profesionales por arrendamiento de obra. Pasaron a ganar tres veces lo que yo ganaba.