Soy Mauricio, tengo 24 años y les escribo para hacerles unos comentarios y reflexiones acerca de este "Pilsen Rock 2006".

Estuve este fin de semana en dicha fiesta por primera vez y en primer lugar quiero resaltar eso de FIESTA. Y digo esto porque me pareció algo excelente. No sé desde el punto de vista técnico (para eso estará la prensa especializada), pero ya sea desde lo que tiene que ver con el aspecto musical que tuvo un nivel impresionante hasta la libertad y tranquilidad con la que uno podía moverse me parecen aspectos destacables. El caminar por el centro de la ciudad de Durazno ayer domingo era algo increíble e incomparable. Calles tomadas por un asalto de alegría y de frescura juvenil. Con un amigo tratábamos de encontrarle paralelo con algo pero no dábamos con la tecla. Ni con festejos deportivos y con caravanas político-electorales, nada era igual a aquella fiesta. Gente de variado estado socio-económico y con gustos musicales bastantes distintos unidos en un son de paz, y he allí otro dato para mi esencial. No vi durante estos casi dos días que estuve allí ni un solo incidente, ni uno solo. Era algo raro de ver de como, por un lado cada uno estaba en la suya a la vez que se prendía en grupitos que pasaban cantando.

Es increíble pero si mal no recuerdo, el análisis político de Oscar Botinelli de este último viernes "En Perspectiva" hablaba de la tolerancia en términos políticos. Tomando esto como base me parece importante destacar y poner como ejemplo lo de este fin de semana en Durazno. Creo que esta vez, los jóvenes (tan castigados en esta sociedad que los trata a veces de mal educados) le han dado el ejemplo a la sociedad uruguaya. Como a pesar de las diferencias culturales y ecónomicas (había gente que venía desde Carrasco en sus vehículos así como gente del Cerro que fue a dedo) se puede entenderse, comunicarse y erguir bastiones desde donde se impulsan valores, ejemplos de "tolerancia", ésa que a los políticos les cuesta tanto ejercer y ejemplo también de respeto.

Cuota aparte creo que merece las felicitaciones y el agradecimiento a la sociedad de Durazno, al pueblo duraznense por su hospitalidad y su amabilidad. No debe ser nada fácil que un fin de semana tu ciudad triplique o cuadruplique la población y altere la vida cotidiana sin embargo la gente de allí, desde la gente con la que uno cruzaba nada más que miradas en la calle hasta la que te vendía comida, fue todo maravilloso.

Por último una reflexión más. Tomando como base el título de uno de los últimos discos de León Gieco, titulado "Por favor, perdón y gracias" haciendo referencia a palabras que él señala creer que se perdieron digo lo suguiente. Para mí también hay veces que aquí en Montevideo esas palabras parecieran haberse olvidado, sin embargo y sinceramente, este fin de semana en Durazno las escuché por todas partes lo que de fondo y sumado a lo antes comentado me deja muy tranquilo de saber que mi país, en el futuro estará en buenas manos con congéneres con estos valores.

Un abrazo grande.