Este plan tuvo su raíz en el 2002, cuando muchas familias quedaron en una situación económica muy difícil, con déficit alimentario. Entonces, la Intendencia elaboró este plan de la cabra lechera como paliativo de esta situación que vivían muchas familias de Montevideo rural. La idea era que esas familias pudieran completar parte de su alimentación a través de la producción ganadera.

El plan comenzó no sólo con la cabra lechera, sino con otros animales pequeños que pudieran ser trabajados en espacios no tan amplios y por ahí por personas no tan acostumbrado a este tipo de tareas. Pero el animal que arrojó mejores resultados fue la cabra, que funcionó con casi todas las familias en donde fue colocada.

Sobre el éxito de las cabras y sobre las características de este programa inicial el veterinario Carlos Pintos, de la Unidad de Montevideo Rural de la IMM, comentó: "De todas esas especies que nosotros al principio manejamos, la cabra lechera tomó un éxito extraordinario. La intendencia entrega dos cabras sobre el parto, que paren en la casa de la familia. Se le enseña a ordeñar, medidas de higiene sobre el tratamiento de la leche... Las cabras no se regalan, las cabras se reproducen y cuando tienen producción de los hijos devuelven las dos cabras que la intendencia le dio, que van a otra familia. Es un sistema rotativo en especia".

Pintos también contó sobre el objetivo central de este programa que funciona bajo la órbita de la IMM. "El tema central era contribuir a la alimentación infantil, dado que en el caso de las familias carenciadas lo que se compromete es el desarrollo intelectual futuro de los niños por una alimentación deficiente en los primeros años", explicó.

Cerca de 40 familias se han incorporado a este programa y hoy producen leche de cabra en sus casas, en tanto que hay más de 70 solicitudes de ingreso. La cabra no necesita un lugar demasiado grande para ser trabajada, tampoco requiere demasiado tiempo, y es una productora de leche de primer nivel, mucho mejor que la vaca.

"La cabra es una excelente productora de leche, es capaz de producir cada diez días su peso en leche. No hay comparación con la vaca, desde el punto de vista del rendimiento y la efectividad para transformar pasto en leche, la cabra es excepcional", señaló Pintos.

Aparentemente, no es tan difícil trabajar con este tipo de animales, según indicaron las personas que están participando de este programa, que vienen trabajando con las cabras y consumiendo su leche desde hace tiempo. Gladys, que vive con su esposo y sus tres hijos, tiene cabras desde el año pasado. Tiene seis hectáreas de campo que se ubican en la zona donde termina la calle José Belloni, está trabajando con dos cabras y saca unos cinco litros de leche por día. "Son bichos muy mansos, duermen adentro porque no resisten la humedad. Y demás, nada. Prácticamente no toman agua, comen donde las pones, no llevan tiempo ninguno. Las ordeñas de mañana unos 15 a 20 minutos, llevarlas a comer y traerlas de tardecita a ordeñarlas de vuelta y guardarlas. Nada más", explicó.

Mariana, que también es parte del programa, tiene dos hijos, uno de 15 y otro de 12, y cuenta cómo es el trabajo con las cinco cabras que tiene. "Me lleva tiempo, porque yo les dedico mucho tiempo. De mañana las ordeño, después las saco y al mediodía las pongo a la sombra. Como a las tres las vuelvo a sacar a comer. A las siete ya las entro y a las ocho las ordeño de vuelta, señaló.

Respecto a las propiedades de la leche de cabra, señalan que incluso tiene algunas propiedades que no contiene la leche de vaca u otros complementos lácteos, explicó la veterinaria Silvana Carro, docente de la Facultad de Veterinaria e integrante del Departamento de Ciencia y Tecnología de la Leche.

Además, Carro también habló de los valores de la leche de cabra en cuanto a la nutrición infantil, ni que hablar para aquellos niños que son alérgicos a la leche de vaca: "Se recomienda bastante la leche de cabra. En cuanto a la nutrición infantil, como sustituto natural en la parte de niños alérgicos a las proteínas de la leche de vaca, esta es recomendada".

La Intendencia, conjuntamente con otros organismos estatales va a desarrollar un estudio oficial para profundizar aun más en cuanto a las propiedades, virtudes y déficits de la leche de cabra. 

Algunas de estas familias están produciendo mucho más leche de la que precisarían para su consumo diario, y en torno a eso va el paso adelante que quiere dar la Intendencia.

Cabe destacar qué hacen estas familias con tanta leche. Gladys dijo que no sabe qué hacer con tanta leche: produce casi cinco litros por día. Por su parte, Mario hace ya un par de años que es parte de esta iniciativa, ya tenía cierta experiencia con animales y, si bien ya sabía ordeñar, nunca lo había hecho con cabras. Empezó con dos cabras de la Intendencia y llegó a tener 19, aunque ahora vendió algunas. Actualmente, con un sólo ordeñe al día, está sacando ocho litros de leche diarios. Obviamente alcanza y sobra para el consumo de su familia, compuesta por él, su esposa y dos hijos de nueve y cinco años.

Mariana comentó que ha vendido leche que le sobraba y que además prepara con la leche de cabra una cantidad de comidas que quedan igual que si hubieran sido cocinadas con leche de vaca. "Por ejemplo, la salsa blanca, ni se nota. La manteca queda blanca como la nieve, no tiene ese pigmento más amarillenta que la de vaca. Para todo lo uso y todo queda bien. Es hasta más sana", señaló.

Sobre el gusto de la leche de cabra, Mariana contó, y Gladys confirmó que sus hijos al comienzo no estaban muy contentos con la leche de cabra, pero que ahora la toman sin problemas. Mario nos contaba que su hijo menor pide leche de cabra y que el mayor hace un poco de problema, sobre todo si sabe que lo que está tomando. Si le dicen que es leche de vaca, se la manda sin problemas.

Pero, volviendo a lo anterior, toda esta producción de leche obviamente ayuda al presupuesto familiar, que es uno de los objetivos del programa, según indicó Mariana. "con esta leche abaratas la canasta familiar. Siempre se van más de dos litros de leche por día... La trajimos para una ayudita para no tener que comprar leche", explicó.

A Gladys también le sobra leche, hace dos años que no compra leche y asegura que eso repercutió mucho en su economía. Además, ella tiene una fórmula para almacenarla y no desperdiciarla. "Es la única leche que se puede freezar y no pierde las propiedades. Entonces, yo en el freezer tengo como 40 litros de leche, porque me sobra dado que saco cinco litros de leche por día. Guardo dos litro de mañana y dos de tarde y se consume el resto que queda", comentó.

Respecto al paso adelante que quiere dar la Intendencia en torno a este programa, tiene que ver con este sobrante de leche que tienen algunas de estas familias que están involucradas con el programa. Lo que se busca es generar los caminos para que esa gente pueda vender esa leche y generar otra fuente de ingresos. Pintos, de la IMM, comentó: "Generar las condiciones para que esa gente pueda vender la leche. Tener un lugar donde se pueda procesar la leche y adquirir la leche. Si nosotros logramos adquirir la leche de esas familias que han logrado salir de a poco de ese estado de pobreza, estamos solucionando el problema lácteo. Pero, además la cabra se va a transformar en un elemento que va a traer recursos económicos a la familia"

La idea de la Intendencia es comparar esa leche, procesarla en una planta especial que estaría pronta el año que viene y luego consumirla en la propia Intendencia y otros organismo estatales.

Pintos también señaló las ventajas que podría tener este proyecto, una vez esté funcionando, dado que "va a generar recursos, trabajo y va a generar una cadena agro alimentaria que tiene que ver con el país productivo", explicó.

Obviamente que no todas las familias van a poder ingresar en esta segunda etapa del proyecto, porque no todas van a contar con la infraestructura necesaria. Y eso es otra de las cosas que va a tener que resolver la Intendencia a través del estudio de cada familia y de las condiciones de sus respectivos espacios.