La noche del 30 de diciembre de 2004 marcó un punto de inflexión en el público, en las autoridades, en los músicos y en cada uno de nosotros.

Nos referimos al "efecto Cromagnon" como una fobia y también como una realidad.

También, recordamos lo sucedido en el la tienda Ycúa Bolaños de un shopping de Asunción, en Paraguay, donde perdieron la vida 464 personas, después de una explosión y posterior incendio de local comercial. Cosa que se hubiera evitado si los dueños del local no hubiesen cerrado las puertas de emergencia para evitar que los clientes se fueran sin pagar.

Algo similar fue lo que pasó en el boliche Cromagnon, del barrio Once de Buenos Aires, donde 193 jóvenes perdieron la vida debido a la inhalación de humo al iniciarse un incendio provocado por una bengala encendida dentro del boliche, propiedad del empresario Omar Chabán.

A raíz de lo que pasó en Cromagnon, inmediatamente, se generó un efecto dominó en cuanto a la seguridad en los boliches nocturnos. Esto no quiere decir que se generó una política de control inmediata, sino que desde hace muchos años, se trabaja en el tema en forma correcta, según manifestaron empresarios de los boliches nocturnos.

En ese momento, el Ministerio del Interior, a través del Departamento de Bomberos y la División Espectáculos Públicos de la IMM, hizo un relevamiento de la seguridad, informe que arrojó como resultado que en Uruguay un alto porcentaje de los locales nocturnos está en regla. Pero muchos sabemos que esos locales que no están en regla son muchos más de los que indica este informe.

El ingeniero Federico Cvetreznic, que trabaja para una compañía que tiene un contrato con la institución de incendios más grande del mundo, llamada National Fire Protection Association (NFPA), es profesor de acondicionamiento térmico de la Facultad de Arquitectura, y especialista en detección y prevención de incendios, explicó cuál sería la protección ideal que debería tener un local nocturno. "En discotecas donde hay representaciones de grupos, cuando hay más de 100 personas tendríamos que poner rociadores automáticos en todo el lugar donde está la gente. Eso es algo que está en la norma, pero es muy difícil obligar a la gente a hacerlo. La cantidad de puerta y ancho va en función del número de personas. Hasta 500 personas hay una obligación de poner dos puertas...".

Respecto a lo que señala Cvetreznic, queda claro que en Uruguay estamos muy lejos de lo ideal.

Luego de la tragedia de Cromagnon muchos de nosotros cambiamos la perspectiva a la hora de entrar a un boliche. A muchos nos pasa que estamos sufriendo el "efecto Cromagnon", tal vez por una fobia respecto a que nos pase lo que sucedió en Argentina, que cuando tuvieron oportunidad de escapar del lugar por las salidas de emergencia, se encontraron con candados y puertas trabadas.

También está el tema de cuántos padres pasan la noche en vela esperando que sus hijos vuelvan de divertirse, de bailar, o de ver un recital.

El objetivo de este informe no es hacer que los padres le prohiban salir a sus hijos, ni que vayan con ellos a los boliches para ver si es seguro o no; sino que aprendan a saber controlar una situación de esta magnitud. Porque, muchas de las muertes, no se producen por el fuego o el calor, sino porque en muchos de los casos, las personas son víctimas de ataques de pánico.

Sobre las precauciones que hay que tomar a la hora de ingresar a un local, Cvetreznic recomendó: "Una vez que entraste al local hay que tener identificadas las salidas. Eso lo tendría que saber todo el mundo... Señalización, saber que hay señalización correcta para llegar a esas salidas. Después, si aparece un incendio, tratar de calmar a la gente, que no entre en pánico. Lo peor que puede pasar es eso, perder el control. Y, por último, el  humo es aire cliente, va para arriba, entonces la forma de salir sin respirar humo –que es el causante de la mayor cantidad de muertes-, es gatear, caminar del metro hacia abajo del piso. Y en lo posible ayudar a las personas mayores y a los niños, ellos no saben, ni pueden tomar decisiones", explicó.

Cabe recordar que estas normas son universales y son aplicables a cada uno de los lugares a los que accedemos, ya sea un bar, un pub, al cine o a un teatro.

Respecto a los controles en locales y boliches en Montevideo, están a cargo del Ministerio del Interior, o sea, del Departamento de Bomberos y de la División Espectáculos Públicos de la IMM.

El oficial principal Jorge Roqueta, del Departamento de Bomberos, explicó cómo se viene trabajando hasta el momento en los controles a boliches nocturnos: "En primera instancia, hay una ley (15.896), ley de prevención de incendios, que determina que todo local debe contar con la habilitación de Bomberos. Vale la pena destacar que se trabaja en coordinación con la IMM por lo que podemos decir que en general todo lo que es el área de la movida nocturna de Montevideo se está hablando de locales que están en buenas condiciones de seguridad o por lo menos están en vías de tramitación a completar las exigencias de Bomberos. En la medida que no estén finalizados los trámites de habilitación la norma actual establece que el propietario debe contratar un servicio de guardia de Bomberos, hasta tanto no se cuente con toda la habilitación, y de hecho se aplica de esa forma", señaló.

El jefe de la Sección Espectáculos Públicos de la IMM, Julio Dide, explicó los controles que realiza la intendencia: "Nosotros, como primera cosa, lo que les exigimos a los locales es que estén habilitados por Bomberos... Después se requiere la habilitación municipal, la de regulación alimentaria y demás... Se controla que los medios de defensa contra incendio estén en los lugares indicados y con la carga vigente, que las puertas estén libres de todo obstáculo y que las salidas de emergencia estén señalizadas y sin obstáculos, la capacidad locativa de los locales...".

Algunos empresarios de la Ciudad Vieja dijeron que los controles se hacen todos los fines de semana. Pero consideran que hay un exceso a la hora de poner las multas. Argumentando que los inspectores cobran comisiones por multa, y por eso se exceden a la hora de los controles.

La intendencia controla, baños, la salida de emergencia, la cantidad de gente al momento, las luces de emergencia, entre otros controles necesarios.

Uno de los factores principales en la tragedia de Cromagnon fue el exceso de público en el local, cerca de 6.000 en un boliche con capacidad para 3.000. Ese fue uno de los factores que jugó en contra a la hora de evacuar el local, estamos hablando de muchísima gente intentando salir por una única puerta habilitada.

La capacidad de un local está indicada en el Digesto Municipal, una persona por metro de local y/o centímetros de puerta. Esto quiere decir que si uno tiene un boliche de 200 metros cuadrados (a modo de ejemplo), pero una puerta de dos metros, solamente estaría habilitado para el ingreso de 200 personas.

Sobre la capacidad locativa de los boliches, Dide explicó: "Sí, nosotros fijamos la capacidad de un local que se compone de dos plantas. Y, por decir algo, (un local que) tiene la capacidad para 500 personas en las dos plantas y se reúnen  todos en la plata baja, está dentro de la capacidad que la intendencia le marcó. Lo ideal sería que se redistribuyeran los espacios. Lo que pretendemos es que se mantenga en las capacidad que nosotros le estipulamos en base a las áreas que tiene el local".

Está claro que acá hay cosas que también dependen de los dueños del local, como la distribución del público en aquellos locales que cuentan con doble piso o con varios sectores.

Respecto a cómo repercutió el caso Cromagnon en el mundo de la música, este fin de semana, en el Pilsen Rock, se pudo apreciar muchas bengalas durante los dos días a tal punto que Garo Arakelian, de La Trampa, hizo un llamado de atención al público presente. Arakelian pidió por favor a la gente que se calme, el audio refleja la preocupación de los músicos por el tema

Otra de las bandas que se refirió al tema de las bengalas durante el show en el Pilsen Rock fue Trotsky Vengarán, en ese caso fue Guillermo Peluffo, vocalista de Trostsky, quien se refirió al tema.

Sin dudas que el Pilsen Rock es el evento que más público convoca. Este fin de semana, cerca de 100.000 personas presenciaron a su banda preferida y entre tanta gente, los controles se hacen cada vez más difíciles. El encargado de la seguridad y la operativa del Pilsen Rock, Gastón Volonterio, gerente comercial y responsable de la empresa Sildan S.A., es un hombre que tiene una gran experiencia en seguridad de espectáculos. Respecto a la forma que se puede llegar a prevenir el ingreso de bengalas a este tipo de eventos, Volonterio explicó que "el gran tema ahí es que nosotros con las paletas detectoras de metales detectamos metales, armas, cuchillos, revisamos, cachamos, pero hay veces que las chicas esconden las bengalas en los talones. Y cuando tenemos un evento como el Pilsen no podes cachear a cada personas, por más que teníamos 70 policías cacheando no llegás hasta los tobillos, generalmente. Entonces pasan (las bengalas), entonces lo que habría que hacer es verlos con la Unidad de Explosivos del Ejercito".

Aquellos jóvenes que entran  bengalas a los espectáculos dijeron, en una nota para la televisión argentina, que hacen eso porque "es parte de la fiesta, es igual que en la cancha si no estén las banderas, los bombos. Es una fiesta la bengala...".

Sobre si hay alguna normativa de Bomberos en la que se esté trabajando para la seguridad en los boliches, el Departamento de Bomberos de Uruguay, al igual que es Destacamento de Bomberos de muchos países trabajan bajo una norma establecida por la empresa NFPA.

En nuestro país se está trabajando con una ley, la 15.896 de prevención y defensa contra siniestros que, según explicó Cvetreznic, está bastante lejos en materia de normativas contra incendios. "Nuestro país no puede seguir dormido frente a la falta de normativa en lo que se refiere a protección contra incendios. Nosotros tenemos una ley que habilita a Bomberos a ser la autoridad máxima en la protección contra incendios, pero esa ley tiene una reglamentación que sólo normaliza los edificios de vivienda y algunas otras cosas como los permisos, habilitaciones y autorizaciones. Todo eso no está normalizado".

Cvetreznic se refiere a que en nuestro país el único encargado de desarrollar los controles y habilitaciones para la prevención de este tipo de siniestros es el departamento de Bomberos, es ese quien tiene la responsabilidad, el hecho de ejecutar los proyectos de protección contra incendios de todos los diseños arquitectónicos de Uruguay. Esto quiere decir que todo debe ser diseñado por Bomberos y luego entregado a la persona o el dueño del local, para que lo ejecute.

Este es un proceso que requeriría –de ser ideal- un cuerpo de más de cien ingenieros trabajando en la elaboración de proyectos. Esto genera que en el momento el cuerpo de ingenieros de Bomberos esté saturado y una gran demora en la entrega de los proyectos.

Respecto a cuál es la solución a este problema de las  normativas, la forma que muchos reclaman, es crear las normas bajo las cuales los ingenieros de Uruguay se puedan manejar para hacer los proyectos de protección contra incendios. Hacer el proyecto junto con el propietario y presentarlo en el Departamento de Bomberos ya ejecutado de tal forma que bomberos tenga que revisarlo y aprobarlo.

Para cerrar, sería bueno repetir las recomendaciones de Bomberos:
1) Al ingresar a un boliche, un pub, dedíquele algunos minutos recorriendo el local para tener una idea del lugar en el que se encuentran las salidas de emergencia.
2) Intente visualizar los carteles que indican esas salidas.
3) No ingresar a aquellos lugares en el que hay exceso de público.
4) Si aparece un incendio, tratar de calmar a la gente y evitar entrar en pánico.
5) Si se produce un incendio, siempre salir agachado debido a que el humo es caliente y tiende a ascender.
6) Si usted considera que uno de los boliches que frecuenta no cumple con las normas establecidas. Puede denunciarlo al Departamento de Bomberos a través del teléfono 104, o hacer la denuncia correspondiente en el Departamento de Espectáculos Públicos de la IMM.