El presidente electo de México, Felipe Calderón, que prevé asumir el mando el 1º de diciembre, comparó el muro con el Berlín y aseguró que la medida no soluciona el problema de fondo.

Este proyecto hace meses que es discutido en el Congreso de Estados Unidos, pero hoy está sobre la mesa porque Bush le puso la firma en la Casa Blanca con lo que quedó habilitada su construcción.

Los republicanos celebraron su promulgación, mientras que los demócratas hispanos y la iglesia católica se mostraron consternados.

Se trata de un muro que cubrirá 1.200 kilómetros, casi un tercio de la frontera con México. Este muro será el más largo del mundo ubicado en el límite entre dos países. La mayor parte se extenderá entre las ciudades de Douglas, en Arizona, y Calexico, en California.

El muro forma parte de un sistema que combina secciones de muro con otras de vallados de alambre y metal. El costo del proyecto será entre 6.000 y 8.000 millones de dólares. No obstante Bush autorizó unos 1.200 millones de dólares para financiar la obra.

Además, está previsto que se modernicen los sistemas de seguridad y darle a las patrullas fronterizas nueva tecnología.

La construcción del muro fue la única medida que "sobrevivió" en el Congreso del proyecto de reforma migratoria impulsado por Bush, quien reconoció que esta barrera física no detendrá la inmigración ilegal que entra por la frontera del Sur. No obstante, el presidente estadounidense asegura que servirá para frenarla un poco y reforzar la seguridad ante el miedo que entren terroristas por allí.

Según las estadísticas de la Casa Blanca, es la frontera más transitada del mundo, dado que por año pasan más de 300 millones de personas en ambos sentidos.

En 2005 las autoridades estadounidenses detuvieron a más de un millón de inmigrantes ilegales que trataron de entrar a Estados Unidos. En lo que va de este año ya murieron casi 500 personas en el intento.

El gobierno de México no sólo rechaza la resolución de Estados Unidos, sino reclama la aprobación de una reforma migratoria integral.

El portavoz de la Presidencia mexicana Rubén Aguilar transmitió la postura del gobierno. Además, reclamó una reforma que resuelva una "migración ordenada, legal y de respeto a los derechos humanos," dijo.

En el mismo sentido, el vocero del presidente de México, Vicente Fox, atribuyó su aprobación a una medida electoralista de cara a las elecciones legislativas en Estados Unidos", que se llevarán a cabo el 7 de noviembre.