Presidente mexicano "deploró" la construcción del muro en la frontera con Estados Unidos
La ley estadounidense que habilitó la construcción de un muro en 1.200 kilómetros de la frontera con México ha generado fuerte rechazo en el gobierno de este país, que ha calificado la medida como un "insulto".
En México se pronunció el presidente electo, Felipe Calderón. Dijo que la medida es "deplorable", mientras que su máximo asesor en política exterior estimó que no detendrá a quienes, como hasta ahora, llegan hasta la frontera de todo el continente dispuestos a cruzarla. Para ellos, permitirá que quienes pasan de contrabando a la gente pidan más dinero para guiarla.
Calderón recordó también que el año pasado "murieron 400 personas intentando cruzar y la construcción del muro aumentará el número de decesos".
Para el canciller Luis Ernesto Derbez, la doble muralla es una "tontera" y un "insulto" que deja sin resolver el fenómeno de la migración ilegal.
La ley que ayer firmó el presidente Bush determina que el muro tenga tres metros de altura y esté acompañado de varios dispositivos de seguridad para aumentar los controles en la frontera.
Entre ellos se incluyen cámaras infrarrojas, sensores, alambres de púa, 100 metros de terreno desmalezado y un segundo vallado. Todo esto estará en un tercio de toda la frontera que separa a ambos países y costará entre 2400 y 7000 millones de dólares.
Con la aprobación de estos cambios, el presidente Bush apuesta a atraer votantes del sur para las próximas elecciones legislativas.
En Estados Unidos habrá elecciones el 7 de noviembre: en 11 días.
Bush apuesta a que sumará votos para los republicanos. Incluso los líderes de su partido suponen que la firma presidencial, en un acto público, como se hizo ayer, fortalecería la plataforma electoral.
Los republicanos quieren en las legislativas retener las dos cámaras del Congreso, pero el tema del muro ha sido polémico (no sólo entre senadores republicanos y demócratas sino también en gran parte de la población).
Siete de cada 10 norteamericanos consideran que sería preferible desplegar más personal de la policía fronteriza antes que los vallados y sólo el 26% considera que un muro y más tecnología podrá detener el flujo de inmigrantes sin documentos.
En lo único que hay consenso es en que algo se tiene que hacer para reformar el sistema inmigratorio. Más de 10 millones de mexicanos viven en Estados Unidos, de los cuales unos seis millones residen de manera ilegal.
(Con información de AFP)