De acuerdo a los resultados de las elecciones de este martes, el Partido Republicano perdió la mayoría en el Congreso.

En enero asumirán los legisladores electos y las cámaras quedarán lideradas por los demócratas que en su mayoría apoyaron el proyecto reforma migratoria, hasta ahora bloqueado por los republicanos.

Si recordamos, el sector más radical del Partido Republicano en la cámara baja impidió este año la aprobación de la reforma, que incluía a la vez medidas para frenar la entrada a Estados Unidos de emigrantes ilegales y abría el camino a la regularización de millones de indocumentados que ya viven en ese país.

Hablamos de un proyecto que impulsó Bush, del cual sólo se terminó aprobando la tan polémica construcción de un muro en la frontera con México.

En las últimas horas, el propio Bush dijo que trabajará con los demócratas en el Congreso para lograr aprobar la Ley que rechazó su propio partido.

Mientras tanto, del lado demócrata, los dirigentes ya adelantaron que iban a impulsar un proyecto, sea el que ya se discutió u otro, para que millones de personas, mayoritariamente hispanas, regularicen sus documentos.

La congresista Nancy Pelosi, que en enero se convertirá en la futura presidenta de la Cámara de Representantes, también se comprometió a reavivar el proyecto de reforma que quedó trabado.

Otro tema que es el centro de atención tras las elecciones es Irak. Bush dijo hoy estar dispuesto a "buscar un consenso" con los demócratas sobre la situación en ese país.

Este jueves se reunió con su gabinete, luego haber removido al secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y dijo estar abierto a recibir sugerencias sobre su política en Irak.

"Estoy abierto a cualquier idea o sugerencia que nos ayude a alcanzar nuestros objetivos de derrotar a los terroristas y asegurar el éxito del gobierno democrático de Irak", dijo en una declaración televisada.

(Fuente: AFP)