Entrevistas

Las cárceles "están siempre prontas para las bofetadas pero nadie piensa en su realidad"

El presidente del Patronato del Encarcelado y el Liberado, Óscar Ravecca, afirmó que pese a su crecimiento, el índice de reincidencia de los liberados por la Ley de Humanización de las cárceles, sigue muy por debajo del registrado en los últimos 15 años. "Hay un crecimiento pero no justifica que en la primera página de un diario salga una alarma", enfatizó. "Esta ley va a tener progresivamente un abatimiento de los índices de reincidencia", agregó.

(Emitido a las 7.39)

EMILIANO COTELO:
La Ley de Humanización del Sistema Carcelario generó mucha polémica el año pasado, sobre todo por los mecanismos de liberación de reclusos que incluía, que buscaban descongestionar, por lo menos en parte, los establecimientos penitenciarios.

¿Qué porcentaje de esos presos que saldrían en libertad reincidiría? Ese era uno de los ejes del debate político. Era un punto en el que insistía mucho la oposición mientras el proyecto hacía su trámite en el Parlamento.

Ha pasado ya un tiempo, estamos terminando 2006, y este fin de semana el asunto volvió al tapete con un título que ocupó ayer la portada del diario El Observador: "Alarma el aumento de reincidencia entre liberados".

"A un año de entrada en vigencia la Ley de Humanización del Sistema Carcelario fueron liberadas bajo esa norma 783 personas, de las cuales volvieron a reincidir 162", empieza diciendo la nota, que toma como base el informe presentado la semana pasada por el Observatorio de Criminología del Ministerio del Interior. La cifra equivale a 21% de los reclusos beneficiados por la norma y marca un fuerte incremento en el nivel de reincidencia.

Uno de los recuadros que acompaña el artículo indica a febrero de 2006 se habían liberado 714 internos, y en ese momento se informó que 46 habían reincidido, lo que implicaba el 6,4%. En mayo de este año la reincidencia trepaba a 10,6%, en agosto los liberados eran 769 y los reincidentes 121, o sea que estábamos en una reincidencia del 16%. En el informe cerrado en octubre aparece un porcentaje aun mayor, 21%.

Estamos con Óscar Ravecca, presidente desde hace 11 años del Patronato Nacional de Encarcelados y Liberados.

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Señor Ravecca, ¿cómo viene siguiendo esta parte de la aplicación de la Ley de Humanización del Sistema Carcelario?

ÓSCAR RAVECCA:
Empecemos por el tema en primera línea, esto de que "alarma el aumento de la reincidencia entre liberados". El crecimiento no significa siempre una alarma, sobre todo si se mira el sistema en su integridad en el correr del tiempo.

EC - ¿A qué se refiere?

OR - Las estadísticas van variando con el tiempo. La ley ya lleva más de 14 meses, desde setiembre de 2005, empezamos con un índice bajo y llegamos al 21% de reincidencia en octubre, cuando en el país la reincidencia en los últimos diez años sobrepasó el 50%, en el año 2004 la reincidencia fue de 54%, el propio artículo lo dice pero no lo marca, nos marcan en lo malo y nos ignoran en lo bueno, entonces a uno lo desaniman. Pero con esas pequeñas cosas no desaniman a nadie que trabaje en este sistema.

Vamos a mirar los índices de reincidencia comparados en un lapso prudencial para tomar una estadística. El 21% sobre una reincidencia de 54% es un índice bajísimo, hay 30% de diferencia, del 21 al 54; y es más, hay gente que dice que se llegó a 60%.

EC - Usted está comparando las cifras de reincidencia entre los liberados al amparo de la Ley de Humanización del Sistema Carcelario con las cifras generales de reincidencia.

OR - Lógico, porque acá se está hablando de que crece la reincidencia entre los liberados por la ley de cárceles. La reincidencia entre los liberados por la ley de cárceles se tiene que comparar con el índice de reincidencia general del sistema. Esa es una forma inteligente o medianamente inteligente de estudiar y analizar el tema, sobre todo cuando se hace periodismo. Porque todo esto a nosotros nos perjudica enormemente, cada día se nos hace más difícil encontrar trabajo porque la sociedad se pone más renuente ante esos artículos de primeras páginas. Uno trabaja...  ¿Por qué no consultan 10 minutos antes de escribir esta nota?... Tienen que discernir entre un tema y el otro.

EC - El índice de reincidencia entre los liberados está en el 21%, y este mismo año el índice general de reincidencia, tomando en cuenta todos los presos que han salido, está en el 56%. Usted subraya que la reincidencia entre los liberados por esta ley es mucho menor que la reincidencia en el conjunto de los presos liberados.

OR - Con esto estoy diciendo que el legislador, en una apreciación inteligente de la historia del país en esta materia, dictó una norma que fue correcta, puso en libertad condicional a las personas que tenían dos tercios de la pena cumplida, por lo tanto el tercio se cumplía en libertad condicional bajo la asistencia y el control obligatorio del Patronato. En este índice de reincidencia de 21% se están computando a los que no vinieron al Patronato no obstante haber firmado el acta compromisoria de venir, se los toma como reincidentes, no sé si habrán reincidido o no.

Este procedimiento de la Ley de Humanización Carcelaria es idéntico al del 14 de mayo del 85 cuando el primer gobierno del doctor Sanguinetti dictó la ley para los presos comunes, que salieron con la mitad de la pena pero con la condición de que quedaban a la orden del Patronato de Encarcelados y Liberados para ser asistidos hasta el final del vencimiento de la libertad condicional. En un ejemplar del diario El País de mayo del 86 hay una exposición de Adela Reta refiriéndose a la diferencia entre un preso que sale sin tuición de un patronato y el que sale con la tuición de un patronato, a través del trabajo.

El sistema penitenciario siempre está pronto para recibir las grandes bofetadas pero nadie piensa en su realidad y en que esta ley va a tener progresivamente un abatimiento de los índices de reincidencia no sólo en función de un menor índice de desocupación nacional. Además trae una serie de normas que benefician a este sistema penitenciario, el del dos por uno, redención por trabajo y por estudio, los jueces tienen la facultad de hacer la redención de la pena según dos años de trabajo, dos años de estudio para bajar la pena un año. Eso ya está, ya hay aulas, hay un conjunto de nueve chacras en el interior que empezaron a funcionar. Tenemos un conjunto normativo, está la obligatoriedad de las empresas que ganan licitaciones de tomar el 5% del personal de peones o tareas similares a personas liberadas registradas en la Bolsa de Trabajo del Patronato.

Son todas cosas que están en funcionamiento, la ley de trabajo y estudio se reguló por los decretos 225/226 de hace un mes y medio. Se está hablando de que hay una alarma por aumento de la reincidencia, pero no es una alarma, es crecimiento de la reincidencia dentro de un régimen especial, pero no causa alarma porque está infinitamente por debajo del índice de reincidencia delictual que ha tenido el país en los últimos 10 o 15 años.

EC - Entiendo lo que usted dice en cuanto a que el porcentaje de reincidencia de estos presos, ese 21%, es más bajo que la reincidencia en general, de todos modos...

OR - ...Es lógico, nadie tuvo la ingenuidad de pensar que de todos esos que iban a salir, de los casi 800 que salieron, no iba a reincidir ninguno, de los 773. Esa ingenuidad no la tuvo el legislador tampoco.

EC - ...De todos modos, entre los liberados por esta ley el año pasado la reincidencia era de 6% y hoy está en 21%. ¿Cómo interpreta ese crecimiento?

OR - Claro que va subiendo, con el correr del tiempo a mayor cantidad de liberados va subiendo el porcentaje también, y en la medida que la persona sale y empieza a tener un rechazo laboral, empieza a darse lo que se está dando, una reincidencia dentro del tipo de delito a la propiedad y el delito de hurto. Las rapiñas han bajado, son todos delitos contra la propiedad y de hurto, y a veces son hurtos que podrían encuadrar dentro de los estados de necesidad del artículo 27 del Código Penal, que en este país no se aplica. Tengo muchos casos reales de establecimiento del estado de necesidad, que es causa de justificación.

Todo esto es una cosa muy compleja, muy difícil, un día vamos a conversar sobre el sistema penitenciario pasado, presente y futuro, vamos a entrar en profundidad en los tres períodos que tuvo el país, desde el año 1934, cuando sale por primera vez el artículo 26, la rehabilitación, obligación esencial del sistema penitenciario, que es destruido en el año 70, entonces pasa a un servicio policial que sólo puede hacer rehabilitación y prevención, que trata de hacerlo de la mejor forma posible, pero el sistema penitenciario tiene que ser dirigido por la Universidad de la República, por los técnicos, el psiquiatra, el psicólogo, el asistente social, abogados laboralistas, educadores sociales, ese es el gran tema, en el que nadie entra.

La epidermis en el sentido penitenciario es lo que más gusta, parecería que no piden libros, textos, hay informes. Este país tiene tres estudios modernos y acabados sobre el sistema penitenciario, el proyecto Tomassino, del 1996, el proyecto de Díaz Maynard cuando era legislador y un proyecto del período del escribano Stirling, todos coinciden en lo mismo, en eliminar lo que dijo Enrique Iglesias, que la cárcel es la universidad del ocio.

En las cifras no sé si lo habré convencido de que no es para alarmar. Hay un crecimiento pero no justifica que en la primera página de un diario salga una alarma.

EC - Entiendo perfectamente su análisis. De todos modos, los presos liberados en función de los mecanismos establecidos por esta ley del año pasado son en general individuos de baja peligrosidad, entonces cómo se explica...

OR - ...De baja peligrosidad no, son individuos que tienen cumplidos dos tercios de una condena, individuos que llegaron a la instancia del proceso, al plenario con sentencia de condenatoria, no tuvieron durante el proceso libertad condicional, que es para los delitos que no tienen entidad cuantitativa y cualitativa, en un sistema penal como el nuestro del que no hay nadie que no diga que es aberrante, el 65% de los presos es procesado sin condena.

EC - Usted dice que termina reincidiendo un 21% básicamente porque no encuentra trabajo.

OR - No, es un tema multicausal.

EC - ¿Qué posibilidades reales tiene el Patronato para apoyar a esas personas?

OR - El Patronato tiene su sistema, nació el 7 de marzo del 34, tiene vasta experiencia y ha tenido sus períodos de resplandor y sus períodos opacos. En este momento está cumpliendo una muy buena labor, tenemos asistencia de todo tipo para la persona liberada, no sólo le buscamos trabajo sino que la preparamos para el trabajo, la preparamos para buscar nuevos nichos de trabajo, buscamos nichos de trabajo para ofrecerle, le damos préstamos reintegrables para que pueda hacer una actividad, y préstamos no reintegrables, le damos ropa, vivienda, alimentos, asistencia en cierta medida, cuando necesitan lentes, medicamentos, cosas que no le puede dar el Estado. Es un mundo de cosas, la persona que sale liberada tiene que venir periódicamente hasta el último día de su libertad condicional, que de repente son cuatro o cinco años, si no viene se lo comunicamos al juez del proceso y es pasible de ser reintegrada a la cárcel a cumplir el saldo de la pena que le quedaba, sin computarle el tiempo que estuvo en libertad. No es ningún regalo esto de la Ley de Humanización del Sistema Carcelario.

EC - ¿En qué medida el Patronato fue reforzado en su capacidad de asistencia para soportar el incremento de liberados que implicaba esta ley?

OR - Incrementamos casi en 200% nuestro presupuesto, aumentamos en prácticamente 40% el personal técnico, en la medida que precisamos el ministerio nos fue dando en forma muy diligente lo que le pedimos. El Patronato está dirigido por siete miembros que integran una comisión honoraria con absoluta independencia técnica en su función.

EC - ¿Y qué pasa con la posibilidad de conseguirle trabajo a esta gente?

OR - Eso lo tenemos que estar luchando. En este momento el país está haciendo poquísimas licitaciones, quizás están diferidas para el año que viene. Esto está atado con las licitaciones del gobierno central y de los departamentales.

EC - La ley estableció que en todos los pliegos de licitaciones de obras y servicios públicos es obligatorio inscribir en las planillas de trabajo un mínimo equivalente a 5% del personal afectado a tareas de peones o similares con personas liberadas que se encuentren registradas en la Bolsa de Trabajo del Patronato. Esto hasta ahora no ha funcionado.

OR - No es que no ha funcionado, no ha funcionado en la medida que no se ha llegado a concretar licitaciones de obras públicas, pero en todos los pliegos ya va inserta esa norma, lo que pasa es que no se han hecho las debidas licitaciones, no sé si los planes de inversiones están diferidos mirando al primer semestre del año que viene.

EC - ¿Y cómo le va con el sector privado?

OR - Con el sector privado tenemos nuestros medios de hacer una publicidad bastante efectiva. Es poca, pero también con el Ministerio de Desarrollo Social y con la Intendencia Municipal tenemos ubicado un número no muy considerable pero relativamente importante. Hacemos todo lo posible por ubicar las plazas, cuando no tienen trabajo hacemos incluso cursillos en el Patronato, los preparamos para determinados obras. Pagamos y nos hacemos cargo de becas, al individuo que sabe algo de una especialización y quiere mejorar sus conocimientos le pagamos una beca para que cuando salga tenga el respaldo de tener un certificado de un instituto de enseñanza que justifique su idoneidad.

EC - Usted lleva 11 años como presidente del Patronato de Encarcelados y Liberados, ¿va a continuar en el cargo?

OR - Soy un hombre de edad avanzada. Pienso continuar, por lo menos pienso acompañar al ministro, a quien respeto, es un hombre ponderado, inteligente, trabajador, altamente humano, lo conozco desde que era un joven estudiante. Mientras esté él voy a estar al pie del cañón, cómo no.

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Edición: Mauricio Erramuspe