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El mundo de la tecnología en las aulas

Ante las distintas posibilidades para copiar en pruebas y exámenes atrás han quedado los métodos convencionales como el trencito, la sopladita o la pasada de hoja. Profesores de secundaria y universidades aseguran que las nuevas tecnologías aplicadas al estudio -modernos celulares, iPods o mini-walkman’s-, se ha vuelto incontrolable y debe ser tema de futuros debates. Informe de Federico Dalmaud.

Cuando hablamos de tecnología, nos referimos a una decena de aparatos con infinidad de utilidades. Desde celulares que permiten enviar mensajes de texto y conexiones a internet, hasta mini-reproductores de formato mp3 con auriculares inalámbricos y calculadoras científicas capaces de resolver hasta el polinomio más largo del mundo.

El tema es que la tecnología también está jugando un papel muy importante en la educación y no a efectos de la enseñanza propiamente dicha, sino a favor de aquellos que la utilizan para copiar, en detrimento del alicaído "trencito" de papel.

Durante varios años, el machete a sido herramienta de aquellos estudiantes que no disponen de mucho tiempo, -al menos ese es su argumento-, aunque todos sabemos que deriva en esta acción a los efectos de ganar unos minutos de ocio. A quién no le ha pasado, ¿no?.
 
Existen decenas de métodos efectivos para lograr una nota aceptable con el mínimo esfuerzo. Tal vez, cuando hablamos de métodos, a muchos se les venga el recuerdo de su etapa como estudiantes. Los trencitos, los machetes, la sopladita, la pasada de hoja y hasta recuerden las reuniones con compañeros tratando de planear el hurto de un examen desde la mismísima sala de profesores.

Hoy en día este tipo de acciones han quedado totalmente relegadas –aunque no del todo- debido a la aparición de diferentes tipos de tecnología en los salones de los distintos centros de enseñanza. 

A modo de ejemplo, cuándo hablamos de tecnología en los salones nos referimos solo al uso de celulares. El uso de estos aparatos aumentó considerablemente, y no sólo en liceos, sino que en muchas universidades se está trabajando en la modificación de  reglamentos para prohibir el uso total de celulares y cualquier tipo de artefacto electrónico. Los celulares permiten mediante mensajes de texto, conectarse con otros alumnos dentro del salón e incluso, con personas fuera del lugar.

Algunos de los alumnos que consulté y que no quisieron dar su testimonio, manifestaron que en muchos de los casos, esos mensajes van dirigidos a personas mayores que esperan del otro lado para resolver las preguntas. Además, también es muy común el uso de reproductores mp3 con pantalla y mini-walkman’s.

La profesora de Historia Sandra Simón señaló que el tema de la tecnología mal aplicada en clase, es preocupación de los docentes. "Primero por no dominarla como la dominan los alumnos y otra porque uno sigue apostando a que el alumno construya el conocimiento, que elabore sus propias pruebas, que uno pueda evaluar qué es lo que ha aprendido en las distintas asignaturas. Avanza la tecnología muy rápidamente y nosotros no seguimos esos avances igual que los alumnos. Por eso hay que tener mucha precaución porque perdés el control de algunas situaciones", explicó.

Parece ser que uno de los factores que incide en esta lucha es la distancia generacional entre profesores y alumnos. Por un lado los jóvenes que tienen un acceso muy rápido a todo lo nuevo y por el otro, los profesores, que en muchos de los casos, ni si quiera saben mandar un mensaje de texto.
 
A Sandry Ramírez, que es profesor de Física en un liceo público y de informática en un instituto privado, también le preocupa el tema de esta brecha generacional: "A mí me genera preocupación el disloque que hay entre lo que maneja un alumno normalmente y lo que maneja el profesor respecto a esa tecnología. Lo preocupante es que ellos nacieron con estas tecnologías y no les sorprende nada y son como más aventurados a explorar cualquier cosa".

Los controles que se realizan en los diferentes centro de estudio dependen de la dirección y del cuerpo docente de cada institución. Sobre estos controles Simón comentó: "Los exámenes de segundo ciclo de Historia son muy extensos, en cuanto a la carga horaria pueden durar tres o cuatro horas el escrito. Y me acuerdo que en una ocasión todos los alumnos tenían iPods, celulares y se sentaron todos los alumnos y la profesora tenía un reglamento hecho por la institución donde todos tenían que tener sólo la goma y el lápiz y dejar todos los útiles afuera del salón... Hay que ir generando las maneras de cómo convivir con eso. Porque en esas tres o cuatro horas en determinado momento no los estás mirando.... o sea que puede pasar de todo. Por lo que tenés que eliminar la tecnología en ese transcurso de tiempo", explicó.

El uso de celulares para crear "machetes electrónicos" es preocupación de muchos, aunque en Uruguay no existe una política mayor que intente ponerle fin a este problema.

En algunos países existen decretos de ley sobre este tema. En Argentina se votó en la Cámara de Diputados un proyecto de ley que prohíbe el uso de celulares a alumnos y profesores de los diferentes centros de estudio de la provincia de Buenos Aires. Todo esto debido a que los mismos generan "trastornos en el aprendizaje".

Ese proyecto de ley surge por iniciativa de directores y docentes que reclaman un mayor control ante la aparición constante de nuevas técnicas de copiado.

En España se está analizando la posibilidad de instalar inhibidores de señal de celulares debido a que en una de las universidades de Valencia se descubrió una red de alumnos que copiaban a través de mensajes de texto.

Cabe señalar que no sólo los celulares son herramientas para el mal uso de la tecnología en clase. El profesor de Física e informática Sandry Ramírez explicó: "Vos tenés los reproductores y grabadores de mp3 que te graban todo, desde trencitos completos hasta lo que quieras... Después tenés el uso de los teléfonos celulares no sólo mensajes de texto, sino también mensajes multimedia. Tenés absolutamente lo que quieras... Si vos le ves un celular decís: `no se lo quito porque lo tiene apagado´, no sé... Pero, en realidad, tiene un auricular inalámbrico conectado que no se le ve por el pelo... Son muchos aparatitos que los docentes no manejan en su totalidad".

En Uruguay no existen nuevas políticas y reglamentos en contra de estos artefactos. Aunque si existe la ley que prohíbe, como hace muchos años, el uso de cualquier material extra en los exámenes.

En el ámbito universitario, las medidas de control son tomadas por cada una de las instituciones y en secundaria tampoco es un tema de prioridad, aunque la preocupación existe.

Marta Kandrataviciu, inspectora en institutos y liceos de Secundaria, dijo que están al tanto de esta problemática: "Es una preocupación que está en los centros educativos y pensamos que así como los padres les enseñan las posibilidades de búsqueda del celular a sus hijos, también tendrían que enseñarse cuáles son las limitaciones que tiene. Es una preocupación de muchos profesores, que es conocida actualmente como el machete electrónico. Por eso es que se les dicen que dentro de las clases no pueden tenerlos encendidos y si lo necesitan usar deben utilizarlo fueras de las aulas...", explicó.

Otra de las inspectoras de institutos y liceos, Ana María Scala, dice que están enterados de lo que pasa, pero que aún no está a la altura de ser tema de debate en la inspección: "Hay pautas acordadas previamente dentro de los liceos con los padres, desde la adscripción y el equipo de dirección, que el celular se permite en el recreo. Pero está prohibido su uso en el aula. Sin embargo, los chicos se ingenian para prenderlo igual. Lo ponen en silencio y se comunican con mensajes de texto, generalmente", indicó.

En el mundo de los alumnos existe una infinidad de casos donde emplean las tecnologías en las aulas. En cuanto a los estudiantes, está el que estudia siempre, el que simplemente repasa, el inteligente, el astuto y el que se cree vivo. Entre tanto personaje hay quienes optan por copiar mediante la utilización del método tradicional y el que utiliza lo último en tecnología. Pero, vamos a analizarlo por separado.

Martina, tiene 18 años, es alumna de secundaria y estudia derecho en un liceo público. Ella preferentemente elige copiar mediante el cambio de hoja en los escritos. "Entro preparada, tengo la hoja pegada y me siento. Pero hay profesores que cuando entrás a la clase te dice: `vos te sentás acá"... A mi me tienen calada. Tengo la hoja pegada y cuando veo a ver si no están mirando, si no hay nadie en el fondo... Tenés que estudiar el panorama... cambio la hoja. Como las hojas son iguales los profesores no se dan cuenta que es una hoja que me traje de mi casa".

En cambio, Andrés, un alumno de secundaria, prefiere utilizar su reproductor de mp3 para copiar en los exámenes. Él explicó cómo lo hace y cómo se ingenia para que no lo descubran los profesores. "Por computadora viste... En el bloc de notas escribía lo que quería tener, lo que yo no sabía... Y lo pasaba en el bloc de notas –porque son archivos .txt-. Entonces en el mp3 cuando los abre lo vas pasando con el botón de pasar las canciones lo vas moviendo y te va mostrando todo... Es una boludez hacerlo... y lo tenés como que está apagado, le sacás la luz y copiar es un toque", aseguró.

Uno se imagina que no debe ser muy fácil camuflar un aparato como un reproductor mp3. Entonces le preguntamos a Andrés dónde lo deja y cómo lo va manejando durante el examen: "Arriba de la mesa, lo dejé como que me lo saco del bolsillo y lo dejé ahí como para estar cómodo. Los profesores no tienen ni idea... Porque lo tenés ahí arriba con los auriculares enroscados, parece como que está apagado... Es mover cada cinco segunditos una perillita y ahí pasaste la hoja... Y ahí vas siguiendo y siguiendo y no se dan cuenta".
  
Así que si usted es profesor, tenga en cuenta que con cualquier cosa que tenga más de dos botones se puede copiar en un examen.

Cabe destacar que no sólo es fácil copiar en los salones mediante el uso de la tecnología, parece ser que la utilización de internet como herramienta de estudio en el Siglo XXI va tomando cada vez más importancia.

Los alumnos se pueden encontrar en la red con una extensa línea de materiales de todo tipo y color. Páginas web como Monografías.com, Ilustrados.com, son lugares en los cuales pueden acceder a materiales de difícil acceso. Pero no siempre la utilización de los mismos tiene un buen fin.

Uno de los delitos más graves en las universidades es el plagio. Un tema que también preocupa a docentes y coordinadores de institutos públicos y privados.

Leonardo Haberkorn, periodista y coordinador académico de la Licenciatura en Periodismo de la Universidad ORT, explicó: "El problema no es que utilicen internet, sino que el plagio es censurable usen lo que usen. Lo que hace internet es facilitar acceder a muchas tesis, trabajos que están en internet y que el estudiante piensa que puede apropiarse de ellos porque están en internet sin rendir cuentas. Lamentablemente es una cosa que ocurre, que pasa, lo que hacemos acá en la universidad es hablar con los profesores para que sean explícitos al advertir a los estudiantes que esto no puede ocurrir y que no hay nada que lo justifique. Y que, una vez que se descubre un caso, no puede quedar como una anécdota. Sino que el estudiante tiene que sentir que cometió una falta muy grave y se le aplican los reglamentos estudiantiles que tiene la universidad que supone una sanción que, como mínimo es la pérdida de dos períodos sin dar exámenes. Después de ahí para adelante", dijo.
 
Las formas de detectar un plagio van variando según el criterio del profesor. Muchos de ellos se orientan por la forma de escribir de los alumnos y por los grandes cambios que presentan en una redacción. Otros simplemente "googlean" una idea y buscan alguna coincidencia, todo esto si sienten que un razonamiento no va de la mano con la capacidad del alumno.

"Uno cuando corrige pueden pasar varias cosas. A veces uno se topa con cosas que ya conoce y es la manera más fácil de saber si alguien se apropió de algo ajeno. También pasa que los estudiantes cuando lo hacen creen que están siendo inteligentes o que no están dejando pistas de su `delito´, pero sí las dejan. Hay gente que escribe muy mal y de repente aparece un párrafo muy bien escrito. Hay gente que no es capaz de desarrollar una idea con coherencia y de repente aparecen razonamientos brillantes y uno ahí empieza a sospechar. Y las mismas herramientas que internet brinda para acceder a los títulos también las brinda para localizar los textos que utilizaron", explicó Haberkorn.

Hace poco se de dio un caso de plagio en la Universidad de la República, más precisamente en la Facultad de Ciencias Sociales, en la carrera de Sociología. Allí una alumna plagió una prueba por completo y la misma fue sancionada con dos períodos sin poder dar examen. Lo que aparentemente constituye un castigo menor o leve.

Sobre este tema Héctor Perera, integrante de la Comisión de Enseñanza de la Facultad de Ciencias Sociales, señaló: "Puede estar plagiando algo pensando que el docente no conoce ese artículo que está colocada en una página que él no va a citar. Entonces, ahí aparece el problema. Y es un poco lo que se dio acá, con un caso de un artículo de una página de internet que casualmente el docente lo conocía... Pero de cualquier manera el tema es mucho más complejo en la medida que no les enseñamos a los estudiantes a manejar adecuadamente lo que tiene que ver con las citas bibliográficas y de fuentes. Y después está el otro problema que es la parte ética o moral".

Actualmente las universidades trabajan bajo un plan de estudios. La Faculta de Ciencias Sociales, procede ante este tipo de casos mediante el articulo 22 que dice: "Sí durante el transcurso de la prueba el tribunal examinador comprueba faltas por parte del estudiante (consulta a material escrito no autorizado por la mesa, consultas entre estudiantes o con terceras personas, dentro o fuera del ámbito donde se desarrolla la prueba) el presidente del tribunal deberá retirar al estudiante con la consecuencia del correspondiente aplazamiento".

Según la gravedad de la falta, a juicio del presidente del tribunal, éste podrá dar cuenta al decano, en forma circunstanciada, el cual -previa vista y oportunidad de descargo para él o los estudiantes incursos en falta- elevará los antecedentes al consejo para que adopte las sanciones correspondientes. 

El 1º de Noviembre de 2006 y a raíz de este caso de plagio. El Consejo de Enseñanza de la Facultad de Ciencias Sociales decidió modificar el artículo 22 agregando: "Se procederá de manera análoga cuando se compruebe faltas en el trabajo domiciliario (por ejemplo: trascripción textual sin indicación de fuente); en este caso, la reproducción total o parcial de textos, soluciones de ejercicios o cualquier otro material extraído de internet o de otras fuentes cualesquiera, sin indicación de origen, se considerará copia o plagio".