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El cáncer de cuello de útero y la nueva vacuna para prevenirlo

Según la Organización Mundial de la Salud casi 300.000 mujeres mueren anualmente como consecuencia de cáncer de cuello de útero. En Uruguay, el número de muertes por esa enfermedad ocupa el segundo lugar en importancia dentro de los cánceres genitales. En Argentina, hace poco más de un mes, fue aprobada una vacuna capaz de prevenir la infección por virus de papiloma humano, la principal causa del también llamado cáncer cervical. El informe de Santiago Díaz trata sobre el cáncer de cuello de útero, la nueva vacuna y las chances de que se incorpore en Uruguay.

Un par de datos interesantes para hacernos una idea de lo que significa esta enfermedad: en el mundo se diagnostican más 500.000 casos al año y mueren casi 300.000 mil.

En Uruguay mueren unas 130 mujeres al año como consecuencia de cáncer de cuello de útero y se diagnostican 350 casos en ese mismo período. De todas formas en nuestro país se da con un poco menos de frecuencia que en otros países latinoamericanos como Paraguay y México, en donde el cáncer de cuello de útero es el primero en incidencia. Igualmente, en Uruguay ocupa el segundo lugar dentro de los cánceres ginecológicos, detrás del cáncer de mamas.

El ginecólogo Gastón Boero señaló lo que significa esta vacuna, un avance muy importante para la salud femenina. "De esta manera se va a prever un cáncer cuya frecuencia, si bien había disminuido con la aplicación del PAP, ocupaba siempre el segundo lugar entre los cánceres genitales femeninos. Después del cáncer de mama estaba el cáncer de cuello uterino. Y en una época, por los años 60 o 70, fue un verdadero azote para la historia de la medicina ginecológica", explicó.

La ginecóloga Ariadna Caussade, presidente de la Asociación de Tracto Genital Inferior del Uruguay, explicó algunas de las características más salientes del cáncer de cuello de útero.

Caussade  explicó que el cáncer de cuello de útero se debe, en la gran mayoría de los casos, a la infección causada por la acción del virus de papiloma humano (o HPV). "El útero es como una pequeña bolsita, donde tiene una pequeña trompa por debajo, que comunica con el exterior, por donde sale la menstruación y los niños... Ese es el cuello del útero. De alguna manera el cuello tiene determinadas características, tiene una mucosa muy especial, que es factible de la acción viral, como es este caso el del HPV", dijo

Se trata de un cáncer fácil de prevenir, simplemente realizándose los controles correspondientes con determinada frecuencia. Lo ideal es hacerlo cada un año, dado que su desarrollo demora entre ocho y diez años, de manera que hay que descuidarse mucho para que se convierta en una causa de muerte. En Uruguay mueren 150 mujeres al año por esta causa.

Incluso, si el diagnóstico es relativamente temprano, es fácilmente operable mediante la amputación del cuello del útero, señaló Boero. "Tan sencillo que después con bisturí eléctrico, con un cono, con una iconización nosotros lo sacábamos cuando lo teníamos en esa etapa cero. Nosotros con eso lo curábamos o con la amputación del cuello del útero. Por eso es que a una mujer se la obliga todos los años a hacerse el PAP", dijo Boero.

La clave está en realizar los controles con la frecuencia necesaria. "Si tu controlas a una paciente no lo vas a agarrar ni siquiera en las primeras etapas del cáncer. Lo vas a agarrar siempre en las etapas pre malignas, porque este cáncer tiene muchas etapas que no saltea... Esas son las características positivas. Las negativas, sería en que no da síntomas y no podemos esperar a sentir algo para consultar", dijo Caussade.

El problema es cuando ya el diagnóstico se da una etapa más avanzada y no alcanza con extirpar el cuello del útero, ni tampoco con el útero completo, hay que abordar también los ganglios que los rodean y hasta hacer radio o quimioterapia. Pero para llegar a esa situación hay que descuidarse mucho, porque recordemos que es una enfermedad de desarrollo lento y que no se saltea etapas.

No se trata de una enfermedad nueva, dijo Boero. Y contó que se acuerda del primer caso en un Uruguay correspondiente a una paciente de Colonia, en 1949. "Aparentemente vos le mirabas el cuello del útero y sólo tenía un enrojecimiento. Pero en el PAP apareció esa alteración celular y se procedió a hacerle una amputación de cuello del útero. Se sacó toda la zona afectada por ese cáncer de cuello. Se hicieron 600 corte seriados de cuello y recién en el corte trescientos y pico apareció la alteración cancerosa local", contó Boero.

Lo cierto es que casi 50 años después aparece una vacuna, que fue aprobada a mediados de este año por la FDA de Estados Unidos, que es una especie de bendición papal en la escala medicamentos.

Esta es una vacuna que actúa sobre los tipos virales que causan la mayor parte de los casos de cáncer de cuello de útero. Se trata de las cepas 16 y 18 de HPV, que constituyen el 70% de los casos de cáncer de cuello de útero. 

En realidad, hay dos vacunas, una que es bivalente y otra cuatrivalente la cual, además de prevenir el cáncer de cuello, previene también las verrugas genitales femeninas, atacando las cepas 6 y 11.

Para Caussade se trata de algo revolucionario: "Es revolucionario. Las vacunas siempre son revolucionarias. Pero en este caso es el hecho de tener una causa clara del cáncer... Entonces, cuando tenés una causa y a su vez el virus del HPV tiene una característica muy importante que es que no muta, no cambia, entonces al no cambiar permitió que en los últimos años se pudiera crear una vacuna. Entonces, si tenés una vacuna que va a prevenir un cáncer es algo tremendamente importante. Otra cosa a destacar es que esta vacuna previene las infecciones  de las cepas virales oncogénicas... Eso quiere decir que la paciente que se vacune no va a contraer las cepas que provocan el cáncer", explicó.

A mediados de este año la vacuna en contra del cáncer de cuello de útero fue aprobada por la FDA de Estados Unidos y a mediados de octubre fue aprobado en Argentina, por intermedio de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), que es el organismo dentro del Ministerio de Salud argentino que se encarga del tema.

En Argentina, según datos publicados por el diario La Nación, una de cada cinco mujeres va a contraer en algún momento un HPV de alto riesgo, y por día mueren 11 mujeres a causa del cáncer de cuello de útero.

La doctora Analía Pérez, directora de Evaluación de Documentos de la ANMAT, explicó por qué decidieron aprobar esta vacuna: "A nosotros nos pareció importante toda la cantidad de información que, tanto en la parte físico química como en la parte de investigación clínica, ellos nos presentaron para poder decir que en el estudio de más de 20.000 personas había una posibilidad de que esta vacuna fuera eficaz en mujeres adultas, de entre 16 a 26 años, y por una equivalencia también en adolescentes de 9 a 15 años. Entonces, esta situación de pensar que uno puede contar con una herramienta diferente para la prevención de una enfermedad tan seria. Se dio a través del análisis de los 20.000 datos que se hicieron en el marco del desarrollo del producto", dijo.

Esos datos de los que hablaba Pérez marcan que en 21.000 mujeres entre 16 y 26 años la vacuna fue 100% efectiva contra las cepas 16 y 18 de HPV, que constituyen la causa de un 70% de los casos de cáncer de cuello de útero.

Según Pérez, más allá de la aprobación de la FDA, que siempre es importante, el elemento clave fue el conocimiento de todos estos datos que indican claramente el radio de acción de este producto. "Nos permitieron aprender todos los datos nuevos y las eventuales preocupaciones que podríamos tener con esta vacuna. Lo importante de esos ensayos químicos fue verificar cuál fue la estrategia, el pensamiento y el concepto del desarrollo, que es el que después en la práctica nos sirve para ver el marco de utilización de la vacuna", señaló Pérez.

Con esta autorización de ANMAT, en Argentina, los médicos van a poder prescribir este medicamento. Ese es el alcance de esta decisión, que no tiene nada que ver con la política sanitaria global que aplique el estado argentino en torno a este producto.

El director general de Salud, Jorge Basso, dijo que la incorporación de esta vacuna en Uruguay se está estudiando. De hecho, los dos laboratorios que trabajan con este producto (Merk y Glaxo) ya establecieron contacto con el Ministerio de Salud Pública (MSP). Pero, se está estudiando si efectivamente la vacuna sería efectiva para la población uruguaya y si, en este caso la relación costo beneficio sería suficiente como para hacer la incorporación.

Cabe aclarar que es una vacuna cara, ya que la mujer debería darse tres dosis en seis meses, cada una de las cuales costaría 250 dólares.

Basso indicó que si se aprueba, se aprobará dentro de una política sanitaria que cubra a toda la población. No se va a aprobar para que un médico pueda prescribirla a una paciente aislada que esté en condiciones de hacerse cargo del costo, sino que sería para cubrir a toda la población.

"No porque toda la población no la pueda recibir la tenemos que negar. Debería ser aceptada igual. Aunque en este momento no ingrese dentro de los certificados de esquemas de vacunación. Pero tu tenés que aceptar algo que está aceptado en el mundo y que responde y que es efectivo. La paciente que tenga buen nivel adquisitivo se va a dar la vacuna acá o va a cruzar el charco y se la va a dar en frente. Eso es una realidad, porque hay determinada población que se la va a dar igual", dijo Caussade

Boero felicita a Argentina por aceptar esta vacuna, pero aclara que ahora hay que ver como la aplica. Además, también habla de la situación en Uruguay. "Felicito a Argentina porque es una medida que si se la aplican a todo el mundo y en todo el país es una medida sensacional. Nosotros somos muy pocos en población y la cantidad de mujeres en nuestro país es baja respecto al terreno mundial. Entonces, sería facilísimo conseguir aplicársela a todas esas mujeres. El tema es el costo de esa vacuna que es muy alto", dijo.


Caussade cree que la vacuna sería muy importante para Uruguay, ya que parece claro que los actuales sistemas de prevención no son lo efectivos que deberían.

De todas formas, según indicó Pérez, aún con la vacuna funcionando como una herramienta poblacional, esta debe ser sólo eso: una de las herramientas de prevención.

"No sirve de nada tener la vacuna si uno no va a hacer los controles regulares... Todo lo que significa el cuidado íntimo de la mujer desde que es pre puber hasta su etapa post fértil, digamos. Estos son estudios que permanentemente hay que hacer, porque esto va a complementar lo que efectivamente hasta ahora puede prevenir esta vacuna", dijo Pérez.

Es importante recalcar que la vacuna cubre un alto porcentaje de los virus que causan el cáncer de cuello de útero, pero no cubre todas las causas, de manera que los controles siguen siendo fundamentales. Claro, la vacuna otorga otra tranquilidad, pero no la suficiente como para no controlarse nunca más.

En ese sentido, cabe señalar algunos datos que pertenecen a una estudio realizado en 2004 por el Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República.

Este es un estudio, que se ocupa de los jóvenes en Uruguay y la relación con la salud y las redes sociales, marca que sólo el 21% de las jóvenes entre 14 y 29 años se hicieron un PAP. Es más, el 33% de estas mujeres nunca fue un ginecólogo. El 60% de las mujeres de entre 14 y 19 años nunca consultó, pero esto cambia radicalmente, puesto que después de los 24, sólo el 8% nunca lo hizo.

Cuando aparecen los hijos y cuando aumenta la edad, estos guarismos aumentan. Pero, igualmente, se ve que tampoco es algo tan generalizado y eso se traduce en esas 130 muertes anuales de las que hablábamos al principio.