A 30 años del CIAT, las intoxicaciones en Uruguay
Accidentes domésticos, mal uso de medicamentos, curiosidad infantil, descuido... Las causas de intoxicación son variadas y tan frecuentes como evitables. Quizá esa haya sido una de las razones que hace 30 años llevaron a crear el Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (CIAT). El 22 de diciembre el centro festejará un nuevo aniversario, una buena oportunidad para repasar las principales causas de las intoxicaciones que afectan a los uruguayos y el modo de prevenirlas. Informe de Mauricio Erramuspe
"Hace unos años, yo llegaba a mi casa, venía de la escuela, tenía mucha, mucha sed y justo arriba de la mesa de la cocina había una botella de Sprite, de esas verdes, y yo me tomé un trago más que volando y resulta que claro como que me quemó todo porque claro, habían puesto dentro de la botella de Sprite, agua jane. No creo haber llegado a tomar mucho. De cualquier manera llamé al sanatorio, inmediatamente me dijeron que fuera y en el sanatorio me dieron a tomar mucha agua... Primero me recibieron con risa porque justo era una amiga la doctora que me atendía y me decía `quién será la boba que se tomó agua jane´. Me tuvieron un rato ahí en observación y además me sugirieron que yo seguramente no habría tomado mucha porque enseguida uno se da cuenta de la diferencia que existe", contó Beatriz.
Todos debemos tener una anécdota parecida a la de Beatriz. En la mayoría de los casos, las intoxicaciones no pasan de un mal rato pero no en pocas oportunidades dejan secuelas, a veces definitivas. Para registrar y atender este tipo de problemas es que existe el CIAT, en el Hospital de Clínicas.
El CIAT fue inaugurado oficialmente el 22 de diciembre de 1975. Este 22 de diciembre estará cumpliendo 31 años y cerrará las celebraciones por sus tres décadas de vida. Por ejemplo, esta semana se lanzó una tarjeta telefónica de Antel y un sello de Correos con la finalidad de difundir el número de atención telefónica, 1722, además de homenajear el trabajo del CIAT.
¿Qué es el CIAT? Se trata de un servicio de la Universidad de la República, cuya función es brindar información toxicológica a todos los servicios salud, públicos y privados, del país. Así lo aclaraba el primer objetivo de su fundación, en 1975. "Brindar información a nivel nacional sobre sustancias químicas potencialmente tóxicas durante las 24 horas del día, los 365 días del año en forma telefónica, por escrito o personalmente", según está escrito en la página web del centro. http://www.ciat.hc.edu.uy
Además, el CIAT asesora en el diagnótico y el tratamiento "precoz y específico de las intoxicaciones", realiza promoción de hábitos saludables y, claro, lleva un relevamiento nacional de las cifras de intoxicaciones.
Una de las particularidades es que el servicio es responsabilidad exclusivamente de médicos, que obtuvieron el cargo por Concurso de Oposición y Méritos (Asistentes Grado 2 en el escalafón universitario) y médicos suplentes que realizaron un Curso Preparatorio para Respuesta Telefónica, dictado por docentes del CIAT.
Esos profesionales atienden un promedio de 22 consultas nuevas por día. Pero ese número va en ascenso. Por ejemplo, durante 2005, el CIAT atendió 10.857 consultas.
¿Cómo se reparten esas consultas? ¿Cuáles son las principales causas de intoxicaciones en el país? Es bueno compartir las estadísticas que maneja el CIAT porque pueden servir de prevención.
Al comienzo de la nota, Beatriz nos contaba cómo, víctima de la sed en un tórrido diciembre sanducero, había tomado de una botella pensando que tenía agua pero en realidad tenía hipoclorito. Los accidentes de este tipo o más severos, ya nos los explicarán más adelante, son la principal causa de consultas. En 2005 hubo 4.763 consultas por intoxicaciones accidentales. En el segundo lugar, 3.498 intervenciones del CIAT tuvieron origen en intentos de suicidio mediante el consumo de fármacos.
Luego, pero muy lejos, se ubicaron las consultas con origen ocupacional, que totalizaron 419. Hubo 198 intoxicaciones por adicción a las drogas, 180 por automedicación y 147 por error en la medicación. Luego vienen varias otras causas de consultas, con índices mucho menores, que se pueden consultar en: http://www.ciat.hc.edu.uy/est2005.ppt.
Un dato que llama la atención: la medicación folclórica causó en 2005, 44 consultas al CIAT.
Respecto a la vía de intoxicación, la oral es casi excluyente con 7.596 casos de un total, recordemos, de unas 10.000 consultas. Luego viene la vía inhalatoria, con 748 casos.
Para finalizar este repaso de números, digamos que en cuanto al tipo de tóxicos, casi 5.000 de las consultas fue por medicamentos. El segundo lugar, con 1.700 casos, fue para los productos del hogar y el tercero, con 1.000 consultas, para los plaguicidas de uso doméstico.
Dentro de los medicamentos, el mal uso -intencional o no- de los tranquilizantes ocupó el primer lugar.
En 2005, el CIAT registró 17 muertes con origen en intoxicaciones.
Un año después de su apertura, el doctor Carlos Heuhs ya estaba trabajando en el CIAT. Lleva casi 30 años en el centro. Es especialista en Toxicología Clínica y uno de los dos profesores agregados del CIAT. Él nos cuenta cuál cree que han sido los principales aportes del centro.
"Ha hecho muchos aportes primero en la atención desde el punto de vista de la salud. O sea, frente a los probables intoxicados o intoxicados reales el asesoramiento para la correcta atención pero también se ha avanzado en la docencia. Hay un posgrado de Toxicología, en la carrera de Medicina está la materia de Toxicología y todo el aporte que se hace a la comunidad en tema información de prevención", dijo Heuhs.
Heuhs también sintetizó cuáles son los tres principales orígenes de las consultas y dio un ejemplo de la importancia de tener un centro de referencia nacional en el tema de las intoxicaciones: "La mayor cantidad de los casos son los intentos de autoeliminación o los accidentes. Y los accidentes son fundamentalmente los que ocurren en niños, fundamentalmente en niños por debajo de cinco años. El otro tema son los intentos de autoelimnación en los jóvenes y los adultos y los otros temas son el tema de la droga. En este momento fundamentalmente la pasta base. (...) El crecimiento ha sido en general de todo. Usted ve la estadística esa que está publicada en la página web y nosotros comenzamos con ciento y pocos casos, el primer año, y en la última estadística andamos alrededor de los 12.000, y ahora para este año vamos a andar alrededor de los 13.000. Pero los cambios de las sustancias químicas que están involucradas en las intoxicaciones pueden ir variando en años. Por ejemplo, cuando empezamos en el CIAT existía el talio y la intoxicación por talio era sumamente grave y dejaba secuelas. Hoy en día el talio no existe más y también fue uno de los primeros logros desde el departamento de prohibir un plaguicida, sugerir, proponer la comercialización y uso de un plaguicida que provocaba tanto daño y podía ser sustituido por alguna otra sustancia".
El talio era un raticida sumamente tóxico que hace años fue retirado del mercado, tras una campaña en ese sentido encarada por el CIAT. Justamente los raticidas son la principal causa de intoxicaciones en el hogar. Supongo que los intentos de suicidio tienen mucha incidencia en esto.
El mal uso de medicamentos es una de las principales causas de intoxicación. Este mal uso puede ser voluntario o accidental. Incluso puede tener origen en una mala indicación médica. Ese fue el caso de Claudia Scolla que vive en Lavalleja, en el campo, a unos 25 kilómetros de Minas.
Scolla cuenta qué le pasó: "Yo tuve una picadura de insecto, común, acá afuera en el campo y a los dos o tres días, me resqué, se me infectó, todo siguió el proceso más o menos medio corto así, después se me inflamó un ganglio. Cuando se me inflama un ganglio tengo que ir al médico porque la infección ha hecho otros caminos más rápidos donde se pone un poco más peligrosa. Voy y me recetaron un antibiótico `más sulfa´, me dijeron: 'esto es lo que se da para las picaduras de insecto'. En una dosis bastante alta (...) Entonces me dieron 1.600 miligramos por día, me llamó mucho la atención porque yo hasta ahora he tomado 750 con infecciones. (...) Yo lo tomé y alrededor de los cuatro o cinco días me empezó a bajar la fiebre pero me empecé a sentir mal, empecé a tener vómitos espontáneos, un dolor de cabeza impresionante, ya no me podía alimentar... Yo sola acá afuera empecé a tomar agua muy fría y después con hielo... Hasta que tuve que salir del campo porque ya hacía cuatro días que me dolía la cabeza pero no esa jaqueca que de repente con un medicamento, un perifar o algo se te pasa, era todo el cuerpo estaba inclinado hacía arriba porque no podía más de dolor de cabeza".
Claudia se vino a Montevideo y tuvo que insistir para que la atendieran. Finalmente la internaron y se recuperó: "Insistí, le dije que era del interior, que había tenido que salir y me dio el campo como para quedar internada. Él se convenció recién al otro día, el médico, de que yo estaba intoxicada y bueno me pusieron suero, tuve un día y medio internada. (...) De todas maneras, nosotros nos habíamos comunicado desde acá desde el campo con Toxicología, con el 1722, y nos atendieron bárbaro. Y siempre nos dijeron que nos teníamos que trasladar y consultar al médico, cuando a mi me empezaron los vómitos no más...".
El contacto entre Claudia y Toxicología se prolongó luego de su internación en Montevideo. Esa es una de las partes del trabajo del CIAT para ir estableciendo patrones de atención y registrar los distintos casos. Así se busca determinar cómo actuar ante pacientes que presentan los mismos síntomas.
"Y como a la semana nos empezaron a llamar de Toxicología para ver el proceso, y cuántos miligramos había tomado y cómo habían hecho para sacarme de la intoxicación. Son todos valores que ellos toman en cuenta para, si aparece otro paciente, puedan ver cómo ayudar al otro paciente. (....) Inclusive el médico cuando estuve internada tuvo que llamar a Toxicología y de ahí le dieron unas pautas...", contó Claudia.
En el caso de Claudia la intoxicación vino de una mala prescripción médica. Sin embargo, en la inmensa mayoría de los casos los problemas derivan de no respetar la indicación médica o, lisa y llanamente, automedicarse.
El doctor Carlos Heuhs, uno de los profesores agregados del CIAT, explicó que los psicofármacos son los que producen los problemas más frecuentes. El médico llamó la atención sobre el hecho de que no son los medicamentos de mayor indicación pero sí son los de mayor utilización. Tienen gran oferta y consumo y producen grandes problemas, afirmó.
"El autoconsumo, la autoindicación de medicamentos o el consumo de medicamentos no indicados por médicos es una de las cosas que también tiene sus riesgos. Hay medicamentos que son muy comunes pero sin embargo pueden provocar por efecto adverso o a veces en dosis ligeramente elevadas, pueden provocar problemas graves. Entonces la indicación de medicamentos debe ser hecha por el médico y tratar de evitar lo más posible el autoconsumo. El autconsumo, la autoindicación o la heteroindicación al niño. Muchas veces los padres dicen 'bueno esto me hace bien a mí, le puede hacer bien al niño también'. Y ese medicamento de pronto no es la dosis adecuada o no es el medicamento adecuado y puede provocar algún problemita", indicó Heuhs.
Los principales afectados por los accidentes domésticos son los niños, fundamentalmente los menores de cinco años. A esas edades el niño busca, experimenta y eso es una parte fundamental de su aprendizaje. Pero a veces, puede producir inconvenientes. Una cosa importante a destacar es que en general cuando el accidente se produce antes del año y medio es producto de un descuido de los mayores. Luego sí ya tiene origen en la curiosidad infantil.
Claro que hay formas de prevenir que ese aprendizaje no termine en problemas. Como todos nos imaginamos los productos de limpieza son los mayores causantes de accidentes.
"Por ahí están los productos de uso doméstico, entre los cuales pueden haber sustancias que son desengrasantes, limpiahornos y otros tipos de desengrasantes que son sumamente cáusticos y estos cáusticos pueden provocar daños a veces irreparables. Son lesiones a veces muy importantes que llevan a algún tipo de secuelas. (...) En primer lugar los cáusticos. Los productos de limpieza que son desengrasantes, muchos de ellos tienen soda cáustica o tienen otra sustancia que son corrosivas, que son corrosivas para las cosas que están indicadas, pero que también son corrosivas para quien entra en contacto con ellos ya sea contacto con la piel, con las manos, con los brazos o la ingestión que es el gran riesgo en los niños que se llevan las cosas a la boca y pueden tener lesiones importantísima", dijo Heuhs.
Una de las recomendaciones fundamentales para prevenir estos accidentes es dejar tanto los productos de limpieza como los medicamentos en lugares donde los niños no puedan llegar. Heuhs dijo que no hay que despreciar la capacidad de los niños y que cuantas más trabas se impongan, mejor.
El otro consejo, por llamarlo de alguna manera, es nunca poner un producto que puede ser tóxico en un envase de refresco.
Hay otras formas de intoxicación o envenenamiento. Por ejemplo, las mordeduras de ofidios o las picaduras de arañas, que tienen casi la misma incidencia y en 2005 se registraron casi 300 casos con este origen, de un total de 449 intoxicaciones de origen animal.
En cuanto a los ofidios, Heuhs recordó que en caso de una mordedura lo que se debe hacer es ir a un centro de salud y nada más. No hay que aplicar torniquetes, cortes ni sustancias. Esto en general agrava el problema. El único remedio es el antídoto y Heuhs aseguró que en el país hay la suficiente distribución de dosis como para atender los casos que puedan darse.
Hay más cifras y datos que lamentablemente no podemos compartir ahora, por razones de tiempo. Pero les recomiendo que luego busquen en Espectador.com el enlace al sitio del CIAT. Repasar las estadísticas sirve en este caso, justamente, para saber cómo prevenir o dónde poner más atención.
De cara al verano, le pedí al doctor Heuhs que comentara las principales precauciones que se deben tomar: "Los niños en el veranos están más tiempo en el hogar entonces la posibilidad de que ocurran accidentes ocurran es mayor siempre en esta época, en la época de vacaciones que en la época de clases. Todo lo que tenga que ver con no dejar los medicamentos al alcance de los niños, tenerlos guardados en lugares que sean seguros a los cuales el niño no acceda. Lo mismo que los productos cáusticos, los productos de limpieza que decíamos hoy. Con respecto a los accidentes por ofidios que los lugares en donde se acampe sean lugares donde haya una buena limpieza desde el punto de vista de los matorrales, que no se esté al lado de ellos. Con respecto a los accidentes con arañas, cuando se va a las casas de verano que a veces se tiene tiempo sin abrirlas, limpiar todas las cosas, sacudir la ropa porque las arañas muchas veces quedan metidas en las ropas de cama... sacudirlas bien antes de colocarlas. No automedicarse, los medicamentos deben siempre ser indicados por un médico".