Una alianza para sustituir la fuerza por la palabra
Evitar que haya conflicto donde puede haber entendimiento y comprensión. Y plantarse con acciones concretas en los países, como intercambio de jóvenes estudiantes, políticas de inmigración o promoción de la participación ciudadana. Con esas coordenadas actúa la Alianza de Civilizaciones, una iniciativa española en la que tuvo un rol fundamental el doctor Federico Mayor Zaragoza y que busca tender puentes entre Occidente y el mundo árabe y musulmán.
(Emitido a las 9.09) EMILIANO COTELO: Una vez más, este 2006 fue un año de tensiones geopolíticas; buena parte de las cuales reavivaron el fantasma de un choque de civilizaciones. Por eso nos pareció bueno cerrar este año 2006 destacando una iniciativa que ha salido al cruce de estos problemas con una forma innovadora de manejar la política internacional. Me refiero a la Alianza de Civilizaciones propuesta por el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. (Audio) "Para evitar que se siga consolidando un muro de odio y de incomprensión entre Occidente y el mundo árabe y musulmán." (Fin del audio) EC - La idea de Rodríguez Zapatero, presentada en 2004, fue acogida un año después por Naciones Unidas y desde el mes pasado ya tiene un plan de acción aprobado y en plena ejecución. En los próximos minutos, les proponemos profundizar en ese trabajo, para lo cual vamos a entrevistar al ex director general de UNESCO Federico Mayor Zaragoza, que hoy es uno de los presidentes del Grupo para la Alianza de Civilizaciones. *** EC - ¿Dónde lo hemos encontrado esta mañana? FEDERICO MAYOR ZARAGOZA: Estoy en Madrid. EC - Es mediodía ahí. FMZ - Sí señor. Aquí son las 12.10. EC - ¿Todavía estamos en época de trabajo o ya hay clima de descanso en España? FMZ - No se puede descansar. La paz no admite ni un solo día de descanso: 365 días los años no bisiestos para trabajar por la paz. EC - Comencemos contándoles a los oyentes el origen de esta propuesta de Alianza de Civilizaciones. ¿Qué tipo de problemas son la base de esta preocupación? FMZ - El creciente convencimiento de que muchos de los conflictos que hoy existen en el mundo podrían solucionarse en vez de por la palabra árida, las explicaciones sesgadas, los fundamentos como los de la guerra de Irak (basados en la mentira y las suposiciones falsas)...En lugar de esto y del uso de la fuerza, se podrían solucionar a través del diálogo y el conocimiento recíproco. Esto que es tan sencillo, porque mire qué sencillo, intentar de una vez cambiar la fuerza por la palabra, pues no se ha logrado durante siglos. Porque durante siglos nos han dicho que si quieres la paz, prepara la guerra. Hemos preparado la guerra y hemos hecho aquello para lo que estamos preparados, que es la guerra. Como usted decía muy bien, en el mes de setiembre de 2004, el presidente Rodríguez Zapatero propuso ante Naciones Unidas - frente a este choque de civilizaciones que advertía o preconizaba que sería posible el señor Samuel Huntington- el conocimiento recíproco y darle la vuelta a esta manera de ver las cosas que siempre nos lleva a considerar sólo la violencia y lo que vemos, pero no lo que no se ve, que es la mayor parte de la población islámica, que se comporta debidamente. Hay que reconocer que Occidente, sobre todo Estados Unidos, en los últimos años ha jugado a la fuerza otra vez en lugar de intentar jugar a la palabra, al diálogo y a la reconciliación. EC - ¿Algunos ejemplos concretos de conflictos o de tensiones que estén en la base de esta propuesta? Imagino que los atentados terroristas de Nueva York, Washington, Londres y Madrid, el conflicto israelo-palestino, la invasión de Estados Unidos y Gran Bretaña a Irak. Antes, la invasión de Estados Unidos a Afganistán. ¿Esos son algunos de los disparadores de esta inquietud? FMZ Efectivamente. Y el convencimiento de que siempre se intenta solucionar los problemas a través de la fuerza y ya hemos visto el resultado dramático una vez más. Parece que no aprendemos. Es que la maquinaria bélica industrial que hay detrás de todo esto hace muy difícil que - de una vez por todas - se vayan sustituyendo las acciones de fuerza por acciones de diálogo y conciliación. Por eso, esta propuesta que hizo el presidente del gobierno español fue retomada inmediatamente por el secretario general de Naciones Unidas, el señor Kofi Annan, que en el mes de julio de 2005 presentó una propuesta que fue muy bien recibida por lo que se llamó la Cumbre de los Objetivos del Milenio más Cinco. En esta cumbre, todos los jefes de Estado y de Gobierno, sin excepción está en el párrafo 144 que es importante que se sepa que fueron todos los jefes de Estado y de Gobierno del mundo, sin excepción decidieron aplicar esta táctica del diálogo y del conocimiento recíproco en lugar del enfrentamiento bélico. Y así preconizaron que se pusiera en práctica no sólo el diálogo de civilizaciones, que ya había sido propuesto por el ex presidente de Irán, el señor Jatami, en el año 1998, sino que se diera la bienvenida a esta nueva iniciativa de la Alianza de Civilizaciones. EC - ¿Qué es el Grupo de Alto Nivel que usted co- preside? FMZ - Este grupo en realidad ya ha concluido. Hemos cumplido lo que nos pidieron. El secretario general de las Naciones Unidas nos pidió a 20 personas, de las cuales yo soy el presidente junto con el señor Aydin, ministro de la Presidencia de Turquía, que en el plazo máximo de un año facilitáramos a las Naciones Unidas una serie de medidas concretas. Porque estamos todos de acuerdo en todos los aspectos conceptuales, pero lo importante es ver cómo podemos pasar de una cultura de imposición a una cultura de diálogo, de paz, en lugar de una cultura de guerra. En el plazo de un año hemos cumplido lo que se nos encargó y el día 13 de noviembre de este año entregamos en Estambul ( al secretario general de Naciones Unidas, al presidente Rodríguez Zapatero y al primer ministro Erdogan) este informe que consiste en una serie de pautas para la acción, para la sustitución de la fuerza por la palabra. EC - Enseguida quiero pedirle algunos ejemplos y que nos cuente cómo va a desarrollarse ese plan de acción. Antes, Elisa tenía alguna pregunta sobre el fondo del asunto, en qué se apoya este movimiento. ELISA LIEBER: Una de las principales conclusiones del documento es que no son la religión ni la historia las que crean el foso que separa a Occidente y al mundo musulmán, sino más bien los acontecimientos políticos recientes. La pregunta viene por el lado de si existe la posibilidad de separar las nociones de religión y política en estados con una gran impronta religiosa, como por ejemplo Irán. FMZ - No cabe duda de que hay momentos en los cuales hay una gran incidencia religiosa. Usted acaba de mencionar una república teocrática como Irán. Pero también tenemos en Estados Unidos el resurgimiento de un evangelismo extraordinariamente fuerte en sus conductas, en las conductas de los que siguen estos movimientos (empezando por el propio presidente actual de Estados Unidos) en varios estados de Estados Unidos, hoy no se puede explicar el evolucionismo y se aplica lo que se llama el "intelligent design", etcétera. Tiene usted razón, el Grupo de Alto Nivel ha pensado y ha expuesto de una manera muy concreta, que en general no tenemos que buscar causas religiosas en el enfrentamiento que puede haber entre Occidente y el mundo islámico en estos momentos. Primero, ¿qué es Occidente?, ¿qué significa Occidente? Occidente es también toda América Latina. América Latina ya no es la de hace unos años, tan sometida a Estados Unidos. Estados Unidos hoy tiene en muchos aspectos una posición muy distinta de la que tiene Europa, sobre todo la Europa occidental. El Grupo de Alto Nivel ha dicho que no hay causas fundamentalmente religiosas, hay también lo que representan conflictos como el israelo-palestino, motivos permanentes de incitación a posiciones de violencia y a reacciones que llevan hasta la inmolación y a la respuesta totalmente desproporcionada de Israel con asesinatos selectivos y ataques que producen muertes civiles. Todo esto es lo que hemos tenido en consideración para decir: miren ustedes, durante años se ha estado dando por parte de los países más ricos un abandono progresivo de las Naciones Unidas. Es allí que los pueblos tendríamos que expresar nuestra opinión, como dice muy bien la carta de las Naciones Unidas. Este conjunto es lo que nos ha llevado a sugerir, como acciones muy rápidas que deben concretarse, una resuelta acción, sobre todo por parte de Europa, para que concluya el conflicto entre Israel y Palestina. Europa tiene que implicarse muy rápidamente para que dejen de existir estos focos permanentes que ahora, con la ampliación del conflicto al Líbano, son realmente uno de los grandes puntos de turbulencia en el mundo actual. Segundo, una política que lleve rápidamente a terminar, con el apoyo de Europa, de Rusia y de los países que tienen una influencia muy directa en estos fenómenos, con la situación en todo el Oriente Medio, incluido Irán. Irán no puede ser nuevamente tratado de una manera discriminada y parcial. Y sobre todo formando parte de la estrategia de un país hegemónico. Tiene que formar parte de una estrategia de unas Naciones Unidas reforzadas. Esta es otra de las recomendaciones: un rápido apoyo al multilateralismo a escala mundial reforzando la Asamblea General de las Naciones Unidas en una reforma auténtica y en profundidad, con la inclusión de instituciones como la Organización Mundial del Comercio que hoy están ausentes, etcétera. Después, políticas de inmigración, hay que abandonar las políticas de asimilación mire qué mal resultado han dado en Francia y en otros países por las de integración. Es decir, con respeto de las características, de las conductas y de los comportamientos mientras sean compatibles con un marco de libertades públicas de los distintos inmigrantes. Los inmigrantes no vienen porque ellos presionen para venir. Vienen porque los necesitamos en los países que en estos momentos somos grandes receptores. Todas estas son medidas de alcance político. Después hay otras muy concretas. Por ejemplo, sobre la juventud: intercambio de juventud, acceso a Internet, un gran programa que está a punto de ponerse en práctica con 486 asociaciones juveniles de 125 países del mundo, que incluye a prácticamente todos los países musulmanes, para que haya una gran relación de intercambio y de comunicación entre la juventud y los adolescentes de los países musulmanes y de los países llamados "occidentales", pero en realidad de todo el mundo. Estos son algunos de los ejemplos. Tenemos una relación bastante importante de ejemplos para la puesta en práctica. EC - Cuesta discrepar con esas ideas, con esas iniciativas que surgen del documento elaborado por el Grupo de Alto Nivel de la Alianza de las Civilizaciones, es muy compartible en general lo que usted está señalando. ¿Pero cómo se hace para llevarlo a la práctica efectivamente y, sobre todo, cómo se hace para que resulten efectivas esas acciones? FMZ - Algunas de ellas ya han sido puestas muy a punto, esta propuesta de la juventud se ha trabajado durante estos últimos meses para que todas estas asociaciones juveniles estén dispuestas a trabajar después. EC - En ese ejemplo, ¿qué se hace?, ¿cuáles son los resultados prácticos? FMZ - Que la juventud y los adolescentes del mundo islámico y del mundo no islámico se pongan en contacto y se conozcan y haya grandes programas de intercambio, un Erasmus mundial. El Erasmus es un programa de intercambio de la Unión Europea. El resultado es el conocimiento recíproco y por tanto evitar que haya conflicto donde puede haber entendimiento y comprensión y donde puede haber integración en lugar de pretender asimilaciones que siempre acaban en violencia y en discrepancias muy profundas. EC - ¿A cuántos jóvenes puede abarcar un programa como ese en un año o dos? ¿En qué medida estamos hablando de un programa que puede permear efectivamente en las sociedades? FMZ - Con una intervención muy fuerte de la Unión Europea, en muchos de los temas en los que en estos momentos no está interviniendo, y darnos cuenta de que América Latina, por ejemplo, ya no es prácticamente invisible en el mapa a escala mundial para las acciones de esta naturaleza, sino que hoy, por fortuna, ha ido ganando en personalidad y, a mi modo de ver, es de los lugares de donde pueden salir iniciativas más importantes con relación al multilateralismo y en cuanto a que ha llegado la hora, no de la sumisión y de no ver qué pasa sino de una manera muy clara, y sobre todo en el marco de las Naciones Unidas, de empezar a tener una participación que no sea resignada, que no sea siempre de espectadores sino de actores. Los países tenemos que pasar a ser actores y esto se hace con voluntad política. Sin voluntad política todas estas recomendaciones no servirán para nada. EL - Lo estaba escuchando con atención, sobre todo la parte de las propuestas a nivel de la sociedad. Pero pasando al plano político y viendo cómo está el contexto político mundial, el documento habla de la retórica de los mandatarios, ¿cómo se hace para convencer a un presidente como George Bush o Mahmud Ahmadinejad por poner dos ejemplos que se mencionaron de la necesidad de crear una Alianza de Civilizaciones, de que sean referentes de toda esta movida a nivel social? FMZ - Al presidente Bush ya se lo están indicando bastante bien sus propios compatriotas: el camino que ha elegido no es el que los norteamericanos consideran adecuado. Por tanto, las posibilidades de que el presidente Bush acepte otro tipo de política han crecido enormemente en los últimos meses (sobre todo por el desastre que representa Irak en todos los aspectos). EC - Eso en cuanto a Estados Unidos; ¿y en cuanto a Irán? FMZ - Hay que hacer lo mismo. Cuando vea que hay una acción no amenazadora y que no viene sólo de un país vecino que acaba de cometer una guerra por intereses en lugar de una guerra basada realmente en lo que debía ser, que era fortalecer todo el Oriente Medio y Próximo, también entrará en razón. Todo eso necesita un gran multilateralismo, necesita que los países no estén sólo mirando qué pasa sino que se impliquen y actúen. Y que también los ciudadanos empecemos a actuar, porque somos los pueblos, según dice la Carta de las Naciones Unidas, los que tenemos que actuar. En eso el Grupo de Alto Nivel anima a la gente a no estar permanentemente silenciosa mirando a ver qué sucede, a ver qué hacen los mandatarios. Los mandatarios tienen que hacer lo que tienen que hacer en virtud de sus electores. Y los electores ahora tienen medios virtuales, tienen el SMS, tienen los medios de comunicación siempre. Pero al mismo tiempo ahí tenemos Internet y los mensajes por teléfono para cambiar muchas cosas y decir muchas cosas. No puede ser que los ciudadanos no contemos para nada, ni los pueblos cuenten para nada en las Naciones Unidas. La Carta de las Naciones Unidas empieza diciendo "nosotros los pueblos". Ahora ha llegado el momento de que seamos los pueblos y los pueblos nos expresamos por los medios de comunicación que nos dejan expresarnos. Y nos expresamos hoy por estos medios virtuales que en 10 años pueden llegar a dar un cambio radical a lo que podríamos llamar participación democrática. EC - En este año que empieza ahora, 2007, y en los primeros meses, ¿cuáles son algunas de las acciones concretas que piensa impulsar esta Alianza de Civilizaciones? FMZ - La de la juventud es muy importante. Lo de los intercambios entre ciudades, la Unión Mundial de Ciudades también está dispuesta a establecer grandes relaciones de intercambio y de hermanamiento, el programa Erasmus Mundial. Todas estas son posibilidades. Yo como presidente del Grupo de Alto Nivel he terminado mis funciones. La puesta en práctica dependerá del alto representante, que es probable que nombre el nuevo secretario general de las Naciones Unidas en el plazo de dos o tres semanas. Y por último le digo que Brasil ha propuesto que haya una gran reunión mundial sobre Derechos Humanos y Alianza de Civilizaciones. Esto es lo que poco a poco puede ir haciendo que el despegue de las actividades de la Alianza de Civilizaciones sea realmente un éxito. En Suecia han propuesto que se realice una gran reunión sobre multiculturalidad y Alianza de Civilizaciones. En una palabra: dependerá mucho de la voluntad política de los grandes países y, sobre todo, a mi modo de ver, de la Unión Europea y América Latina. Lea una entrevista realizada en enero de 2005 a Federico Mayor Zaragoza
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