Entrevistas

Armada logra rescate histórico en el Atlántico Sur

Personal de la Armanda Nacional logró rescatar un buque que había varado en las proximidades de las Islas Malvinas y suponía un riesgo ecológico por su carga de combustible. El trabajo fue un éxito pese a las bajas temperaturas que complicaron las tareas. Anselmo Borges, de Relaciones Públicas de la Armada, explicó el operativo. Destacó que el personal asignado debió ser "muy profesional porque los errores en el mar se pagan caros, normalmente con la vida".

(Emitido a las 8.47)

JOSÉ IRAZÁBAL:
Ayer arribó al puerto de Montevideo un buque pesquero con bandera uruguaya, Holbert, que había varado el 5 de noviembre en las proximidades de las Islas Malvinas tras apoyarse en una losa sumergida.

El buque fue reflotado con la colaboración de personal calificado de la Armada, además de un grupo especial de marinos y buzos estuvo 15 días trabajando y logró tapar algunas entradas de agua de la embarcación. Un arduo trabajo, ya que se trata de aguas de muy baja temperatura y en condiciones meteorológicas muy adversas para evitar que el barco se fuese a pique y se derramara combustible.

ANDRÉS GIL:
Había en un principio riesgo de vida para los tripulantes del barco, que eran cerca de 30, y en segundo lugar riesgo de desastre ecológico en una zona donde la pesca es uno de los recursos fundamentales.
 
JI - Vamos a dialogar con el capitán de Navío Anselmo Borges, segundo jefe de Relaciones Públicas de la Armada Nacional.

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Capitán de Navío Borges, este trabajo que se hizo durante 15 días al lado de las Islas Malvinas debe ser histórico para la Armada uruguaya.

ANSELMO BORGES:
Efectivamente, dadas las latitudes, es histórico reflotar un buque en esas condiciones, con la temperatura del mar, con los temporales que se suscitan en el Atlántico sur, que es una de las zonas más difíciles para navegar. Es histórico desde ese punto de vista, pero el Grupo de Buceo de la Armada, que es personal técnico altamente especializado y muy profesional, lo ha hecho en otras ocasiones, hace poco los buzos de la Armada sacaron a la Ederra del fondo del fango.

JI - En ese caso era una lancha que se había hundido totalmente.

AB - Tuvieron que ir a buscarla varios metros abajo del barro, con baja visibilidad y lo hicieron en horas. Y el incidente de Punta Pavón, los buzos de la Armada fueron y en una tarde encontraron y recuperaron una embarcación que también estaba hundida en el fango.

JI - En este caso el trabajo fue mucho más de hormiga.

AB - La dificultad radicaba en que estaba lejos de la base, las temperaturas del agua son muy bajas, si bien los buzos manifestaron que había una visibilidad adecuada porque las aguas son muy claras, se levantaban temporales y rachas de viento muy fuertes que dificultaban seriamente la maniobra. Pero es personal altamente especializado y lo logró con total éxito. Cinco buzos nuestros fueron allí y colaboraron con el reflotamiento. Era un buque pesquero de bandera uruguaya de 48 metros de eslora que estaba escorado casi 70º, una escora importante, había ingresado agua que había inundado totalmente la bodega y la primera cubierta. Los buzos recorrieron la parte sumergida, taponearon una a una las vías de ingreso de agua, luego se extrajo el agua y con fortuna se logró reflotar la embarcación.

JI - Los marineros fueron sacados hacia hoteles de la isla apenas ocurrió el incidente el 5 de noviembre.
 
AB - Sí, lo comunicamos en la oportunidad a comienzos de enero. En estas circunstancias lo que prima es el factor humano, no corrió por cuenta de la Armada pero se evacuó al personal, que eran 30 marinos uruguayos y dos observadores, siempre se trata de proteger lo más importante que tienen las embarcaciones, que son sus hombres, los marinos uruguayos le damos mucha importancia a la gente de mar.

Quedaba un problema no menor, un pesquero de estas características lleva una cantidad importante de combustible y de aceite, que son altamente contaminantes si se derraman al mar. En una zona de riqueza ictícola importante como es el Atlántico sur, más exactamente en torno a las islas Malvinas, un derrame habría sido una catástrofe de relevancia. La embarcación tenía 240.000 litros de combustibles a bordo. Más que nada en eso radicaba la importancia del reflotamiento, no se podía dejar el barco allí porque a la corta o a la larga se iba a producir el derrame, esa fue una de las cosas por las que ayer felicitamos a nuestros hombres por el trabajo y el reflotamiento de la embarcación, salvando la imagen de nuestro pabellón.

JI - Se trabajó junto con una empresa privada, la empresa Fripur, que era la propietaria del barco, o por lo menos el barco pescaba para ella.

AB - Sí, el buque es de la empresa Fripur. En este tipo de rescates no tienen que llevarse todos los galardones los buzos nuestros, que fueron e hicieron su trabajo, fueron a contribuir con el trabajo de un montón de hombres, la tripulación que quedó para socorrer el barco, la gente que fue de Montevideo. Hubo un montón de participantes, todos uruguayos, todos nuestros, todos profesionales nuestros, toda gente de mar, que fue la que llevó adelante el proyecto. La Armada Nacional colaboró con su pequeño granito de arena, que fue llevar a cinco de sus hombres especializados y técnicos para reflotar el barco.

JI - En cuanto a plazos, dijimos que llevó 15 días la tarea de enderezar el barco para poder traerlo a Montevideo.

AB - El barco estaba prácticamente sumergido con 70º de escora. Era un barco de 48 metros de eslora, hubo que tapar los imbornales, que son caños de ingreso que cuando el barco se escora quedan sumergidos y por allí ingresa agua. También podía haber alguna avería, algún corte de casco, porque se apoyó sobre una losa, entonces los buzos recorrieron 48 metros debajo del agua helada, y con inconveniencia de tiempo eso demora. El encargado de la maniobra, el teniente de Navío Ubillos, me decía que muchas veces tuvieron que parar durante un día, un día y medio, porque se levantaban temporales muy importantes. Fue un logro de los marinos uruguayos, la Armada Nacional colaboró con lo que sabe hacer.

AG - ¿Cuál es la edad promedio de los funcionarios que hicieron esta tarea?

AB - Son muy jóvenes, el teniente Ubillos debe tener 30 años y era el que estaba a cargo de los de la Armada que fueron allí.

AG - El resto eran menores.

AB - Mandamos tres oficiales y dos subalternos. Es gente que entrena todo el día, está para eso, es gente muy profesional y muy joven porque se necesita tener un físico privilegiado y una condición de salud importante para poder bucear en estas condiciones durante tanto tiempo.

AG - El que entrena en el Río de la Plata puede bucear en cualquier lado, porque acá no se ve absolutamente nada.

AG - Ese es otro tema, los buzos empiezan a bucear en la Escuela de Buceo de la Armada en una cuba y se especializan. Formar un buzo de estas características lleva mucho tiempo, lleva años, y uno tiene que mandar personal muy técnico y muy profesional porque los errores en el mar se pagan caros, normalmente se pagan con la vida.

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Edición: Mauricio Erramuspe