Entrevistas

Grupos feministas reclaman un "debate democrático" sobre el aborto

Tras una reunión en la que el presidente Tabaré Vázquez reiteró que vetará una ley que despenalice el aborto, Lilian Abracinskas, coordinadora de Mujeres por Democracia, Equidad y Ciudadanía, reclamó analizar si "temas como este pueden dirimirse por veto presidencial". Si es así, dijo, "el juego de la democracia termina siempre cuando se impone la opinión del que ejerce la máxima autoridad".

(Emitido a las 7.35)

EMILIANO COTELO:
El presidente Tabaré Vázquez le manifestó ayer a una delegación de mujeres que lo visitó que no desistirá de la potestad de vetar una ley que incluya la despenalización del aborto.

Ayer el primer mandatario recibió por primera vez a una delegación de la Comisión Nacional de Seguimiento Mujeres por Democracia, Equidad y Ciudadanía. Esta reunión se llevó a cabo en la residencia de la Avenida Suárez y Reyes y se extendió por una hora.

Cuatro eran los temas a plantear al presidente: igualdad de oportunidades, equidad de género, participación y derechos sexuales y reproductivos. Fue en este último capítulo que se dio el intercambio a propósito del proyecto de ley que está pendiente de avance en el Parlamento, que se presentó en el año 2005 y que no ha tenido mayores novedades desde entonces. Es un proyecto que plantea que el aborto es admitido hasta las 12 semanas de gestación, por voluntad de la mujer ante situaciones de penuria económica, sociales, familiares o etarias que le impidan continuar con el embarazo.

Estamos con Lilián Abracinskas, coordinadora ejecutiva de la Comisión Nacional de Seguimiento Mujeres por Democracia, Equidad y Ciudadanía.

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Señora Abracinskas, si entiendo bien, esta reunión tiene que ver con el Día Internacional de la Mujer, que se conmemoró la semana pasada.

LILIÁN ABRACINSKAS:
Sí, fue una de las acciones que hicimos para el 8 de marzo: reiteramos la solicitud de entrevista con el doctor Vázquez. Solicitud que como Comisión Nacional hicimos en 2004, ni bien fue electo presidente, se repitió en 2006 y finalmente en 2007 obtuvimos la entrevista.

EC - ¿Qué es esta Comisión Nacional de Seguimiento?

LA - Es una articulación, que tiene más de 10 años en el país, de 50 organizaciones de mujeres y feministas. Tenemos una agenda elaborada, que es una plataforma política, que fue presentada en los dos últimos procesos electorales, y tiene dos cometidos: dar seguimiento y monitoreo a las políticas públicas para confirmar si el Estado uruguayo cumple con los compromisos asumidos ante el Sistema de Derechos Humanos Internacional, y la otra es el fortalecimiento de la sociedad civil organizada, concretamente de mujeres y feministas, porque consideramos que un movimiento ciudadano consciente y con capacidad de propuestas también puede generar situaciones de fortalecimiento ciudadano. Exactamente es eso.

EC - Era de esperar que en esta reunión con el presidente Vázquez se diera una larga serie de coincidencias, y también que hubiera diferencias, en particular en un tema: el proyecto de Ley de Salud Reproductiva que incluye la despenalización del aborto en determinadas circunstancias. ¿Cómo fue el diálogo con el doctor Vázquez en este asunto, conociendo esa posición tan dura en la que se ha colocado, anunciando que va a vetar cualquier proyecto de esas características?

LA - Antes de llegar a ese punto quiero plantear los otros temas, que no son menores y que para nosotras hacen también a este punto sobre despenalización del aborto. La reunión fue para nosotras muy importante y los acuerdos obtenidos sobre la igualdad de oportunidades y la equidad de género como condición necesaria para la construcción de la sociedad más justa a través de una reforma del Estado no son un tema menor. Sabemos que ha habido avances en el sentido de reconocer la discriminación hacia las mujeres como un problema de la sociedad y en términos de justicia e igualdad de oportunidades, pero también sabemos que las medidas que se estaban tomando hasta ahora en el gobierno eran muy lentas.

EC - La inclusión de cuatro mujeres en el gabinete parece un avance que ustedes deben compartir.

LA - Totalmente, pero ese es un tema. No alcanza con que haya mujeres, se necesita una agenda que efectivamente priorice en las políticas públicas la igualdad de género y la igualdad de oportunidades como una condición necesaria. Esto es reconocer que en este país no se generan las condiciones para que las personas tengan ejercicio de derechos y particularmente para que las mujeres ante las mismas situaciones no seamos más perjudicadas. Tenemos menos condiciones para ejercer derechos.

EC - ¿Qué políticas públicas hablaron con el presidente ayer? ¿En cuáles se puede avanzar efectivamente?

LA - Fundamentalmente le dijimos que necesariamente toda política pública deberá incorporar esto. En cuanto a cómo se hace, debe ser algo más que voluntad política, la voluntad política tiene que estar traducida en indicadores, en medidas claras y en recursos humanos y económicos para que eso se cumpla. Y eso no les corresponde sólo a las mujeres que están en el gobierno, les corresponde a hombres y mujeres que están gobernando. En ese sentido queremos indicadores que efectivamente nos permitan ver en cada política que lleva adelante cada ministerio cómo se incorporan medidas que traten de superar las situaciones de inequidad.

EC - De esto ya hablamos la semana pasada con Carmen Beramendi, directora del Instituto Nacional de las Mujeres, yo le pedía ejemplos concretos, porque tengo la impresión de que si bien en general la audiencia y la ciudadanía comparten este tipo de preocupaciones por las políticas de género y de equidad, muchas veces nos queda la sensación cuando se abordan estos temas periodísticamente de que falta concreción. Se enumeran principios, intenciones y reclamos pero no terminan aterrizándose en determinadas medidas, en determinadas políticas que se puedan tomar de manera notoria. ¿Puede dar algún ejemplo?

LA - Eso es parte del problema. Si realmente se reconoce que esto es un problema y no se sabe cómo se implementa y se instrumenta, habrá que buscar los mecanismos. Es lo mismo que en el tema participación del que hablamos ayer con el doctor Vázquez, si todos estamos de acuerdo en que se debe participar pero después en los hechos no se concreta, tendremos que ensayar cómo se hace para que efectivamente se cumpla. En el terreno de igualdad de género ha habido que correr y recorrer un largo trecho para que se reconozca esto como prioridad política.

Para que esto no sea retórica tiene que verse cómo en una política económica, una reforma tributaria genera impacto en uno y otro sexo pero también en la relación entre ambos. Porque si seguimos teniendo que toda la parte del trabajo doméstico no es reconocida en la economía del Estado, seguiremos teniendo una manera de organizar el trabajo en la sociedad que discrimina no sólo a las mujeres sino a todo aquel que desempeña esa tarea. Tendremos que medir cómo entran en la economía del país todas las tareas que se hacen en el ámbito doméstico y valorizarlas para también valorizar todas aquellas tareas que se hacen en el ámbito de lo público que porque son como extensión de las tareas de reproducción están mal pagas, mal jerarquizadas y habitualmente son una manera de freno para el desarrollo de las personas que las realizan.

EC - ¿A qué alude en este último caso?

LA - ¿Por qué ganan tan poco las maestras? ¿Por qué ganan tan poco las enfermeras? ¿Por qué la verticalidad del sistema de pago en el equipo de salud está claramente centrada en el poder médico? ¿Por qué en la educación cuesta incorporar la educación sexual y toda aquella educación que modifique la norma hegemónica de construcción de familia? Las evidencias son claras, sin duda debe ser modificada toda una manera de estructurar la sociedad que efectivamente genera desigualdades entre hombres y mujeres. Esto afecta a hombres y a mujeres de forma diferente, por lo tanto hay que tomar acciones y medidas que atiendan este problema.

EC - ¿Qué puede aportar en ese sentido la reforma del Estado? Usted la mencionó al pasar.

LA - La reforma del Estado podría explicar por qué los cargos de mayor jerarquía no se desempeñan por idoneidad de la persona sino por cuota política. Si es por cuota política vuelven a ser afectadas las mujeres, porque en las estructuras político-partidarias las mujeres están menos representadas cuanto más alto es el cargo. Por lo tanto no puede incidir estar en lugar de representación, si no con suerte será designada. En este Poder Ejecutivo vamos avanzando, pero fue una fuerza progresista que en lugar de empezar con 50 y 50, como en el gobierno de Zapatero y en el de Bachelet, empezó con un 20. Ahora cada nombramiento de una mujer en un cargo de ministerio de designación política es un logro, pero empezó desde muy abajo.

EC - ¿Ustedes pretenden que el Instituto de las Mujeres sea un ministerio?

LA - Que tenga rango ministerial.

EC - ¿Qué quiere decir eso?

LA - Que se pueda sentar en el gabinete ministerial para discutir cómo transversalizar la política de género, que es su obligación.

EC - ¿El presidente Vázquez estuvo de acuerdo con eso?

LA - El presidente Vázquez está de acuerdo en que es una vergüenza que Uruguay sea uno de los últimos países en la región en cuanto a rango jerárquico en el Estado de la institucionalidad de género. El Instituto Nacional de las Mujeres de Uruguay es uno de los últimos en orden jerárquico en comparación con toda la región.

EC - ¿Y qué pasó con el proyecto de Ley de Salud Reproductiva, que había generado algunas expectativas con respecto a la reunión de ayer porque se sabía que iba a haber allí un choque de posiciones muy marcadas?

LA - Le planteamos varios otros temas, no sólo el del aborto. Por ejemplo, la feminización de la pandemia del sida es una realidad y no está priorizada la voluntad política ministerial para que sea uno de los temas de importancia en el país. Estuvo de acuerdo.

Le planteamos que en el tema violencia sexual y violencia doméstica si bien hay un plan nacional se está avanzando muy poco porque ese plan está puesto sobre los hombros del Instituto Nacional de las Mujeres, y Carmen Beramendi y su equipo están trabajando muchísimo para que esto revierta pero tiene que haber un mayor compromiso de todos los otros ministerios. Y estuvo de acuerdo.

Estuvimos de acuerdo en que no hay políticas que promuevan maternidades y paternidades responsables, esto es parte del problema. Todos estamos de acuerdo, no queremos que se produzcan embarazos que no se quieren o no se pueden sostener, este es el verdadero problema. Y además no hay ninguna política que efectivamente promueva que traer hijos al mundo es un acto de profunda responsabilidad de quienes los traen y de la sociedad en su conjunto, porque no alcanza con defender la vida en abstracto, tenemos que hacernos responsables de todos los niños y las niñas que vengan al mundo. Estuvo de acuerdo.

Además le planteamos que existen diversas formas de familias, arreglos familiares y formas en que la gente se enamora, ejerce su sexualidad y decide sobre su reproducción, que deben ser respetadas y no hay medidas para que eso sea así.

EC - Y con respecto al famoso proyecto de salud reproductiva.

LA - El doctor Vázquez estuvo de acuerdo en todas esas medidas, el punto de discrepancia es en el tema aborto.

EC - El presidente se ha plantado con una posición tan dura que de hecho bloquea el análisis parlamentario de una iniciativa de ese tipo.

LA - Así se lo planteamos y lo reconoció. Reconoció que su posición de veto presidencial obstaculiza el debate. Dijo que se puede debatir sobre todo lo demás, pero si me llega un proyecto de ley que contenga la despenalización del aborto, lo veta.

EC - ¿Entonces?

LA - Le planteamos que este es un tema irrenunciable para el movimiento feminista histórico. Para nosotras el no poder decidir libremente sobre nuestro propio cuerpo hace a la construcción de las desigualdades sociales.

EC - Usted sabe que más allá de la posición estrictamente a favor que ustedes tienen, también hay resistencias a una iniciativa de ese estilo en sectores de la población, en sectores políticos, en organizaciones sociales. Es un tema importante pero debatido, no parece haber unanimidad. Pero es evidente que no puede ser que no se pueda tratar, que no pueda darse en torno a este proyecto o uno similar la discusión que tiene que darse, en particular en el Parlamento y eventualmente en la sociedad. El tema tiene que resolverse de alguna manera. ¿Entonces?

LA - Ese fue el planteo, no fuimos a convencer a Tabaré Vázquez en su posición personal.

EC - ¿Cómo se sale de un brete como este?

LA – Esto pone en discusión cómo un sistema democrático resuelve este problema. Quiero aclarar que nuestro planteo no fue convencer a Tabaré Vázquez para que piense distinto, le dijimos que su opinión y su razón de conciencia son tan válidas como las de aquellos que plantean lo opuesto o lo distinto, y que él como presidente de la República debería garantizar el juego de la democracia, o sea que se pueda debatir y que se pueda llegar a acuerdos que respalden normativas que nos contemplen a todos.

EC - ¿Entonces qué caminos hay por delante?

LA - El camino es estudiar otras formas que dé la Constitución para iniciativas de la ciudadanía, se lo planteamos muy claro. Este tema se ha convertido en demanda ciudadana, hay una coordinación de organizaciones sociales muy amplia, muy diversa con posición a favor de un cambio legal en este sentido y un 65% de la opinión pública. O sea que no era sólo una demanda corporativa lo que estábamos plateando, es una demanda democrática.

EC - ¿Cuál será el instrumento entonces?

LA - Hay que estudiar, ya habíamos empezado a ver qué habilita la Constitución, pero todo pasa por trámite parlamentario, por lo tanto habilita el veto presidencial. Habrá que estudiar mecanismos que permitan estudiar si temas como este, que necesitan debates públicos y debates sociales, pueden dirimirse por veto presidencial, porque entonces el juego de la democracia termina siempre cuando se impone la opinión del que ejerce la máxima autoridad de poder.

EC - Ustedes están pensando en algún mecanismo que conduzca de manera directa a un plebiscito, por ejemplo.

LA - Hay que averiguar si el plebiscito efectivamente se puede hacer si no hay una ley aprobada, hasta ahora los especialistas (no constitucionales) nos han dicho que para plebiscitar una ley la misma tiene que estar aprobada y tener menos de diez años de ratificada. Por lo tanto no hay ley a plebiscitar, la ley del 38 no se puede plebiscitar. Tenemos que ver iniciativas ciudadanas, que desde la ciudadanía se eleve una propuesta de proyecto de ley, pero esa propuesta, hasta donde sabemos, tiene trámite parlamentario. Entonces volvemos al mismo cuello de botella.

EC - El camino está difícil, por lo visto.

LA - Exactamente. Nos dijo: "Mientras yo sea presidente, vetaré una ley". Entonces planteamos que tenemos un problema, en todo caso tenemos que esperar tres años más, pero se está hablando de reelección, entonces queremos que esto esté en la discusión sobre la reelección del presidente de la República. Esto no forma parte del debate electoral, puedo entender la posición personal del doctor Vázquez, y es cierto que la dijo siempre públicamente, pero no dijo públicamente que desde su poder médico y político iba a imponer su opinión personal. Esto no es menor como debate, esa fue la discusión que, quiero resaltar, fue muy franca, muy honesta, pero de muy alto nivel y muy respetuosa.

EC - Ahora queda bastante para reflexionar, para inventar por parte de ustedes si es que efectivamente quieren avanzar con ese proyecto.

LA - Por parte de nosotras y de la ciudadanía, esto podría estar pasando con cualquier otro tema.

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Edición: Mauricio Erramuspe