La realidad después de las inundaciones
Estábamos acostumbrándonos a hablar de sequía y restricciones, por ejemplo, desde el punto de vista energético. Sin embargo, desde febrero las lluvias se han hecho más frecuentes. Tanto que llegaron las inundaciones. Una contradicción a la que estamos acostumbrados los uruguayos. Pero qué después. Las aguas bajan y las personas retornan a sus hogares. Pero... ¿qué pasa de aquí en más? ¿En qué soluciones definitivas se trabaja pensando en las zonas inundables del país? Informe de Mauricio Erramuspe.
Las lluvias de la semana pasada que tuvieron una intensidad que en algunos puntos del país hacía años no se veía- dejaron casi 1.000 evacuados en varios departamentos. Una historia muy repetida en el país que casi siempre afecta a las mismas personas. Gente que vive en zonas inundables y cuando baja el agua, una y otra vez, vuelve a sus viviendas. En pocos meses o un par de años, muy probablemente vuelva a vivir la misma situación. Comenzará a llover, el río o arroyo cercano crecerá y será evacuada o se auto-evacuará, a la espera de que el agua baje. Entonces, volverá al mismo lugar.
Además de esa situación que parece repetirse sin solución de continuidad, también se repiten las mismas preguntas. ¿Se hace algo para solucionar definitivamente el problema? ¿Por qué la gente sigue viviendo en zonas inundables? En varias áreas del país, ya sea por iniciativa de las intendencias, del Ministerio de Vivienda o del Programa de Integración de Asentamientos Irregulares (PIAI), o todas esas instituciones juntas, se está trabajando en el realojamiento de varios asentamiento o barrios precarios ubicados en zonas inundables.
En julio del año pasado, compartíamos un informe sobre el último relevamiento de los asentamientos irregulares del país. Entre otros muchos datos, las estimaciones marcaron que un 20% de estos caseríos se levanta en zonas anegables, terrenos privados o en áreas que no se prevé urbanizar. En total, 196.000 uruguayos viven en los 676 cantegriles del país. Buena parte de ellos ubicados en zonas inundables.
La idea de este informe es repasar algunos de los hechos de los que hablamos en estos días y ver qué soluciones se están barajando.
Durazno fue uno de los departamentos más afectados por las inundaciones de los últimos días. En total, se debió evacuar a unas 400 personas, en su mayoría del barrio Villa Guadalupe, ubicado a orillas del río Yí en la capital del departamento. El intendente Carmelo Vidalín destacó que si esta situación se hubiera dado hace unos años se hablaría de miles de afectados. Sin embargo, esto no es un consuelo.
"Si esta situación que se está dando en Durazno se hubiera dado hace 15 o 20 años atrás, hoy serían miles los evacuados. Es un falso consuelo, sí, pero es también una realidad porque desde hace muchos años se vienen realizando viviendas para tratar de trasladar la gente de las zonas anegadas por las aguas. Se han cometido errores porque en muchos casos no se ha actuado con la premura del caso para destruir las viviendas y en muchos casos los familiares se han metido nuevamente en esa vivienda y por lo tanto el problema se ha solucionado en algunos casos y en otros no. Pero esta administración ya en el período pasado erradicó 22 situaciones de inundaciones en el Barrio Villa Guadalupe a través del sistema PIAI trabajando en forma conjunta, gobierno nacional y gobierno departamental. 22 viviendas fueron derribadas, 22 familias fueron reubicadas. Actualmente estamos con 30 viviendas ya finalizadas para trasladar las familias a ese lugar. Debo decir que esta lamentable situación que estamos viviendo sirve para sensibilizar a las familias que viven en las zonas anegadas por las aguas, a la sociedad toda y seguramente vamos a poder dentro de 10 o 15 días estar entregando estas viviendas, incluso a algunas de aquellas familias que no querían trasladarse. Pero al vivir una situación de esta nuevamente, quizás con convencimiento, con un gran trabajo social y un trabajo conjunto del comité de emergencia departamental integrado por diferentes instituciones, lo logremos", dijo Vidalín.
Esta situación que describe Vidalín, se repite en otras zonas. A través de convenios del gobierno nacional con las distintas intendencias se han entregado viviendas en zonas no inundables para trasladar a quienes desde hace años viven en zonas bajas. Sin embargo, eso no implicó la solución en el 100% de los casos atendidos ya sea porque los beneficiaros volvieron a sus casas, vendiendo las que se les entregó, o las casas que quedaron vacías fueron ocupadas por otras personas.
Entonces, ahora los planes de la Intendencia de Durazno implican que la vivienda que es desocupada sea destruida una vez que se entrega la otra casa. Vidalín decía que ya están finalizadas 30 viviendas que serán entregadas en las próximas semanas. Y, además, antes de fin de año, estarían prontas otras 30 viviendas. Un total de 60 viviendas que, sin embargo, no termina de solucionar el problema.
"No es 28 de diciembre para hacerlo inocente. No se termina porque no tengo una normativa que me dé a mí las potestades para obligar a estas familias a trasladarse. Tengo que usar el convencimiento, tengo que tratar de trabajar con nuestros equipos sociales y las fuerzas vivas para tratar de lograr que esta gente entienda que debe mejorar lo que es su calidad de vida. Hay muchos de ellos que están afincados hace muchos años en esa zona y es muy difícil trasladarlos porque además en estos tiempos reciben los mimos y las caricias de la sociedad que durante el resto del año no reciben: buena alimentación, asistencia médica, asistencia social, incluso ustedes los amigos de la prensa los visitan todos los días, salen en la tapas de los diarios y ese tipo de caricias a veces también forma parte de la idiosincrasia de la gente. Por otro lado hay situaciones de gente que vive en viviendas que carecen de todo tipo de documento. También hay familias muy numerosas que no desean trasladarse a las nuevas viviendas porque son pequeñas y el construir nuevas habitaciones les va a llevar tiempo. Por eso es que nosotros como gobernantes somos culpables de este tipo de situaciones por no saber agudizar el ingenio, la imaginación y combinarla con la palabra justa y adecuada para lograr el convencimiento", aseguró.
Para el intendente de Durazno es necesario que se modifiquen algunas leyes de modo de poder obligar al desalojo de las viviendas que están en estas zonas conflictivas, una vez que exista una alternativa.
"Tengo que transmitirle la inquietud que compartimos quienes formamos parte del comité de emergencia departamental: van a ser muy pocos los que van a aceptar estas viviendas. Es por eso que los diputados del departamento están trabajando con diferentes proyectos que vamos a conjugar, porque acá en este departamento trabajamos de esta manera, para tratar de encontrar un respaldo o un apoyo para las autoridades departamentales en lo que tiene que ver con la firmeza y la convicción para que estas familias estén en lugares que les den una mejor calidad de vida sin afectarlos", agregó el intendente.
Puede ser polémica la idea de obligar a una reubicación de determinadas poblaciones. Pero Vidalín no tiene dudas de que, además del trabajo social y educativo para lograr convencer a esas personas, se necesitaría mayor firmeza en la aplicación de algunas políticas.
"Sin lugar a dudas porque esta situación que se da en Durazno se da en diferentes puntos del país y debemos ser firmes y duros. Sucede que algunas veces nosotros manejamos algunos elementos demagógicos y sentimentales como pobrecito, cómo lo vamos a sacar de ese lugar si siempre estuvo ahí, pobrecito, vamos a darle otra solución... y ese pobrecito muchas veces en lugar de ayudarnos, nos perjudica", dijo el intendente.
Sin duda la polémica está abierta y una vez que se avance en esos proyectos de ley tendremos que volver a analizar esta problemática.
En el próximo bloque veremos otras situaciones en el resto del país.
Canelones fue otro de los departamentos afectados. Allí el problema es diferente al de Durazno y los grandes asentamientos, como en toda el área metropolitana, son una realidad de mayor extensión.
Los compañeros de Índice 810 consultaron este martes al director de Gestión Ambiental de la comuna canaria, Leonardo Herou, sobre esta situación. Este jerarca explicó que las intensas lluvias desnudaron la vulnerabilidad del departamento frente a este tipo de fenómenos. Ahora la intendencia está trabajando para generar mayor capacidad de prevención frente a las inundaciones.
"Hay una serie de obras en algunos casos en cursos de agua limítrofes que tenemos que articular con Montevideo, como el arroyo Toledo, el Arroyo Carrasco. En otros casos, limpieza de cunetas. Es decir, todo un trabajo que ya se venía haciendo y que el intendente nos marcó el objetivo de ser más ágiles, profundizar los estudios técnicos, saber cuáles son las características de las diferentes cuencas del departamento y priorizar aquellas zonas donde tenemos mayores sectores de la población asentada", explicó Herou.
Muchas de estas situaciones están comprendidas en los planes del PIAI que ya repasamos, como les dije antes, en un informe el año pasado.
Ahora vamos a acedrcanos a Río Negro. Un departamento al que miramos mucho desde hace tiempo y por otros temas. La semana pasada, cayeron 370 milímetros en tres días sobre Fray Bentos y el arroyo La Esmeralda, que atraviesa buena parte de esa ciudad, se desbordó afectando seriamente el barrio Las Canteras. Hacía muchos años que esta situación no se daba y esto obligó a la Intendencia a pensar en una obra de canalización de ese arroyo para que estas inundaciones no se repitan. El intendente Omar Lafluf nos decía que al ver el desborde inmediatamente pensaron en esta solución.
"La obra que hace muchos años se debió haber hecho es canalizar ese arroyo en forma tal termine desaguando en el río Uruguay. Ahora nosotros a raíz de esto, el mismo día en se empezó con el problema, los técnicos nuestros empezaron a evaluar el proyecto de canalizar prácticamente todo ese arroyo que es bastante largo y lo que hicimos ayer fue una reunión con todos los vecinos porque son todos terrenos privados para conseguir autorización para poder entrar a trabajar", dijo Lafluf.
Esta obra comenzaría a trazarse en abril porque el intendente y su equipo técnico la consideran imprescindible aunque no la tenían prevista para este período.
"Una obra muy costosa por todo lo que hay que hacer. Primero porque es muy largo el trayecto y segundo por el tipo de maquinaria que tiene que entrar a trabajar para hacerlo bien porque quizás no tengamos otra lluvia de esta hasta dentro de muchos años pero tenemos que tenerla prevista. (...) Un cálculo aproximado, muy aproximado, hablaba de unos 250.000 dólares. Junto con eso y en una etapa posterior tenemos que entrar a ver el problema de las viviendas de esa gente que están muy cerca del arroyo porque ahí hay un nivel de humedad en el piso muy grande que viene desde hace muchos años y que vamos a tener que hacer una intervención importante para ver cómo le solucionamos el tema a la gente que es más que nada la calidad del piso sobre el cual están construidas las viviendas", explicó el jefe comunal.
Varias obras que se suman a los destrozos en la caminería rural, producto también de las intensas lluvias. Lafluf dijo que ya iniciaron las conversaciones con el resto de los intendentes del interior del país para elaborar un plan de acción con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas porque el agua se llevó muchos de los avances que se habían logrado en este terreno.
"Lo venimos hablando con todos los intendentes es el destrozo brutal que se nos provocó en todas las calles, si bien es cierto que teníamos muchas calles para arreglar, esto nos terminó de destrozar absolutamente todo y en las zonas rurales donde veníamos muy bien con el plan de caminería, realmente el destrozo que hizo fue impresionante", destacó Lafluf.
En Colonia también hubo cientos de evacuados, principalmente en Rosario y en La Caballada, un barrio de Colonia del Sacramento.
En Rosario, la Intendencia tiene terrenos municipales y analiza un convenio con el Ministerio de Vivienda para que se levante un complejo destinado a las personas afectadas por la creciente. En Colonia del Sacramento, en tanto, la situación es distinta, según explica el intendente Walter Zimmer.
"En Rosario nosotros tenemos tierra que podemos ceder para que el Ministerio de Vivienda pueda hacer las viviendas, es decir que hay canteras de tierras para poder hacerlo. No hay canteras de tierras es en Colonia del Sacramento donde, después de estos episodios, hubo pérdidas de viviendas. Pérdidas totales de viviendas que eran precarias absolutamente y ahí es donde tenemos un grave problema. (...) Las personas que se puedan reintegrar, se van a reintegrar, a las otras se le va a ayudar a reconstruir parcialmente su asentamiento precario y vamos a apurar con el Ministerio de Vivienda la posibilidad de hacer viviendas de corte económico, los núcleos básicos y buscar la ayuda del Estado para la compra de tierras", dijo Zimmer.
Según los números de la Intendencia se necesitarían unas 160 viviendas para poder realojar a las personas que viven en las zonas afectadas de la capital departamental.