Vuelo de Gol debió retornar a San Pablo tras confuso episodio
En la madrugada del miércoles, los pasajeros del vuelo de Gol entre San Pablo y Montevideo vivieron momentos pánico cuando, dicen, vieron fuego en una de las alas. La compañía afirma que el accidente se originó en un ave que se metió en la turbina. La nave tuvo que volver a San Pablo. Entrevista con Leandro Lehart, uno de los pasajeros.
(Emitido a las 8.46)
EMILIANO COTELO:
Momentos de pánico se vivieron en la madrugada de ayer, miércoles, a bordo de un avión de la compañía brasileña Gol que volaba desde San Pablo a Montevideo.
Aparentemente el problema se originó cuando un pájaro se metió en una turbina, según dice la versión de la empresa. Los pasajeros han relatado que vieron fuego en esa turbina. Lo cierto es que el avión debió volver a San Pablo y luego salió otra vez rumbo a Montevideo, con escala en Porto Alegre.
De acuerdo con el relato de los pasajeros, el avión debía decolar a la hora 21.40 del martes, pero partió con casi dos horas de atraso desde el aeropuerto de San Pablo, en Guaruglios. Y cinco minutos después de salir, el avión dio un fuerte giro en el lado izquierdo y enseguida fue posible ver un fuego enorme, según han dicho varios de quienes viajaban en él, algunos de ellos uruguayos y otros brasileños, como Leandro Lehart, que está en línea telefónica en este momento.
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Leandro, tú eres cantante y compositor de música popular, tienes 35 años, vives en San Pablo e ibas a Porto Alegre para realizar uno de tus conciertos.
LEANDRO LEHART:
Exacto, soy cantante, productor musical, tenía un concierto en Porto Alegre el martes pero el vuelo estaba atrasado. Espero que ustedes comprendan mi portuñol.
EC - No hay problema.
LL - La nave decoló y cinco minutos después vimos una llama de fuego muy grande en la turbina. Quedamos con miedo, con temor, quedamos en el aire encima del mar de Santos, una ciudad cerca de San Pablo, durante 40 minutos, con apenas una turbina, cuando regresamos al aeropuerto.
EC - El avión debió sobrevolar la zona del mar cercana a la ciudad de Santos para que el piloto pudiera descargar combustible, porque a raíz del accidente que había sufrido se veía obligado a regresar a San Pablo y para eso tenía que tener menos peso.
LL - Exacto. Gracias a Dios regresamos con seguridad, en este momento puedo agradecer a Dios porque es un milagro de Dios estar vivo en este momento.
EC - ¿En qué medida los pasajeros fueron informados? ¿Cuánto duró la angustia? ¿Qué tipo de ambiente se vivió en el avión?
LL - La compañía brasileña no informó. Como brasileño sentí que la compañía estaba preocupada por ocultar lo que había pasado para que la prensa brasileña y la prensa internacional no tuviesen acceso a todo el problema que sucedió dentro de la nave.
EC - ¿A ustedes qué les dijeron? ¿Que había pasado qué con esa turbina?
LL - El comandante del avión nos informó después de 15 minutos que había habido una despresurización de la turbina izquierda, pero que todo ya estaba en control y que regresaríamos con seguridad. Cuando regresamos, gracias a Dios, las personas fueron algunas a otro avión, otras se quedaron en el hotel para continuar su viaje al otro día, pero yo me quedé muy indignado, con mucho miedo, porque quedé en silencio, algunas personas reían, otras lloraban y yo me quedé en silencio pidiéndole a Dios que regresásemos con seguridad al aeropuerto de San Pablo.
EC - ¿El vuelo era inestable? ¿Qué pasaba? ¿Qué tipo de inconvenientes se daban? ¿Cómo transcurría la navegación?
LL - No sé explicar exactamente cómo funcionaba con apenas una turbina, la nave quedaba inclinada hacia un lado, a 360 grados del mar de Santos, una pequeña ciudad cerca de San Pablo, para quemar combustible y regresar al aeropuerto de San Pablo. Las personas, los tripulantes, algunos reían, otros lloraban, otros quedaban en silencio, y gracias a Dios regresamos al aeropuerto con seguridad y estamos aquí vivos para contar esta historia.
EC - La versión de que el problema había sido originado por un pájaro absorbido por la turbina, ¿les llegó a ustedes de manera oficial?
LL - La información oficial de la compañía dice que un ave había entrado en la turbina izquierda, pero ingenieros, personas especialistas en aviación, dijeron que eso es imposible porque era de noche y de noche no hay aves volando alrededor del aeropuerto.
EC - Ustedes no quedaron convencidos con la explicación de lo que había pasado.
LL - No, no se sabe todavía qué fue que pasó. Ingenieros brasileños dijeron que pudo haber sido un problema de fábrica en una pieza del equipamiento de la turbina izquierda, algo que ocurre raramente en vuelo en esas naves modernas, muy grandes. No soy especialista, no sé qué pasó, qué sucedió, pero tengo la certeza de que fue un momento de pánico que no voy a olvidar jamás.
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EC - El Observador informa esta mañana que para prevenir accidentes como el que aparentemente se dio con este avión de Gol con un pájaro interfiriendo con su turbina, en el aeropuerto de Carrasco arrancó el 1 de abril un plan piloto para la que fue contratada la empresa Cetrería Uruguay, un emprendimiento creado especialmente para la tarea por Germán Curbelo, un uruguayo que junto con su hermano se encarga de entrenar águilas y gavilanes para cazar. "Nosotros apostamos fuertemente a esto", explicó el vocero que consultó el diario El Observador.
Según dijo, en América Latina Uruguay es pionero y la idea fue recogida de aeropuertos como el de Barajas, España, o el de Montreal, Canadá. En total hay seis aves que cumplen turnos de dos horas recorriendo el predio desde el amanecer hasta la noche, y están amaestradas para que al ser llamadas por quien dirige el operativo con solo levantar el guante vuelvan. Aparte de las águilas Harry y los gavilanes americanos, también tienen búhos de plástico, una camioneta con fuegos artificiales, balas de salva y un espantapájaros a batería que se mueve y tiene una fuerte sirena. La efectividad de estas tareas para correr las aves es de 80%. Hay 1% a 3% que se captura y 4% a 8% que termina quedando. "Es difícil llegar a 100% de dispersión de las aves, hay gaviotas que hace 30 años que viven por acá", explicó el especialista.
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Edición: Mauricio Erramuspe