Una mirada al mercado editorial
Este sábado fue el Día del Libro en Uruguay. Con varias actividades en Ciudad Vieja, la Cámara Uruguaya del Libro celebró su día en el marco de una industria editorial que se mira a sí misma con optimismo. Con 1.200 títulos editados por año y expectativas de seguir creciendo en las ventas, el libro uruguayo goza de buena salud. El importado también. El informe de Mauricio Erramuspe echa una mirada al mercado editorial uruguayo.
En Uruguay llama la atención que casi podríamos decir que hay dos días del libro. Uno es el 23 de abril, el promulgado por la Unesco para todo el mundo. Ese día, pero en distintos años fallecieron Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega. Por eso, se eligió esa fecha para promover el gusto por la lectura, además de la protección a los derechos de autor.
Este 26 de mayo los uruguayos volveremos a conmemorar la fundación de la Biblioteca Nacional. Por esa razón, ese es el Día Nacional del Libro en Uruguay. Haciendo un poco de historia en 1815, Dámaso Antonio Larrañaga presentó su idea de fundar una biblioteca pública al Cabildo de Montevideo y para ello ofreció todos sus libros, excepto algunos que usaba cotidianamente. Desde Purificación recibió el apoyo de Artigas y el 26 de mayo de 1816 comenzó a funcionar la Biblioteca Nacional. Tenía 5.000 libros producto de aquella donación de Larrañaga y varios de sus amigos.
Todos recordaremos que en la escuela, por estos días, nos enseñaban que Artigas resolvió que el 30 de mayo de 1816 los centinelas del ejército oriental usaran como santo y seña: "Sean los orientales tan ilustrados como valientes", para celebrar aquella inauguración.
La Biblioteca Nacional sería tema para otro informe y se ha hablado mucho de ella en los últimos días. Pero hoy la idea es hablar del mercado editorial. Una idea que tiene una dificultad importante, sobre todo para los periodistas dado que no hay cifras. No las hay o cuesta mucho revelarlas.
Para dejar claro que nos manejaremos en el plano de las percepciones, Álvaro Risso, de la Librería Linardi y Risso, además de vicepresidente de la Cámara Uruguaya del Libro cuenta: "El libro en principio no tiene muchas cifras de donde agarrarse, más allá de los testimonios que cada uno de nosotros puede aportar. Como el libro no paga tributos, afortunadamente no paga tributos, no paga IVA, no paga IVA en la venta de libros nacionales, no paga IVA el libro importado cuando entra el país... Por lo tanto, esa es una gran ventaja que tiene el libro pero también a la hora de tener cifras de movimientos y demás le perdemos un poco la pista. Entonces, todo lo que podamos decir es un poco a lo que uno respira del ambiente. No basado en algo científico".
Con esa salvedad, se animó a una panorámica del mercado del libro en Uruguay. Recuperado ya del bajón general de 2001 y 2002, ahora se muestra estable, sin altibajos: "El mercado de libros en Uruguay se viene presentando en forma sostenida, no ha habido grandes altibajos. Hubo un altibajo obvio en 2001, 2002, con la gran crisis económica que tuvimos. De todas formas en los últimos años yo creo que el libro, en especial el libro nacional, el libro de impresión uruguaya, se mantiene en una buena cantidad tanto de edición, como de impresión, compitiendo de una buena forma con el libro extranjero. Yo no encuentro en los últimos años, salvo en 2001, 2002, en las obvias crisis, no encuentro grandes diferencias en los últimos cuatro años", dijo Risso.
Respecto al gusto de los lectores, la no ficción reina y, dentro de ella, conocer revelaciones, impresiones o anécdotas del pasado reciente, de la dictadura, aparece como el principal interés de los uruguayos. Más adelante veremos cuáles son los más vendidos e incluso escucharemos a Marcelo Estefanell que con El hombre numerado está en la cima de todas las listas hace semanas.
Gustavo Fuente, de la distribuidora Gussi Libros, advirtió que esa predilección por conocer el pasado se registra desde la apertura democrática en 1985. Sin embargo, se ha visto potenciada en los últimos tiempos dada la apertura mayor que se dio en este aspecto de la realidad nacional. Él habla, sin embargo, de otro cambio: "A mi me parece que está bastante mejor, ha cambiado un poco, se ha dejado de vender lo esotérico, no es que se ha dejado de vender sino que ha bajado el volumen de venta de todo lo esotérico. Está levantando un poco la narrativa y en general está bastante bien el mercado del libro. Es un tema de modas, como en su momento estuvo los angelitos, el reiki, el fen shui, ahora no hay ninguna moda fuerte. Debe ser una de las causas, que no hay ninguna moda fuerte, fuerte. Después del tema de Da Vinci y ahora el tema de templarios y todos esos temas paralelos han aflojado. Ahora no ha venido nada, hay que esperar una moda nueva".
Fuente hablaba del Código Da Vinci y toda las publicaciones relacionadas que tuvo. Es el libro más vendido de los últimos tiempos y en Uruguay rondó los 30.000 ejemplares. Otro dato que compartía Fuente es que el mayor éxito que él haya visto en el país, en 22 años de experiencia como librero, es La locura uruguaya, de Gustavo Ekroth, con unos 60.000 ejemplares vendidos.
Pese a que los libros históricos, sobre todo los referentes a los años de plomo, son una predilección de los uruguayos desde que pudieron comenzar a publicarse, hubo un auge del material político en las últimas elecciones, con el triunfo del Frente Amplio.
Álvaro Risso habla de un "aquietamiento" de la ficción en el mercado uruguayo, refiriéndose siempre de la producción nacional. Y ese gusto del público por la no ficción tiene una estrella: "Mujica tiene yo no sé cuántos libros... hay de Mujica (...) Hay un personaje atrás que amerita la aparición libros. Ahora apareció uno que se llama "Mujica recargado" que es una colección de frases de él y entre una de esas frases está que cualquiera escribe un libro sobre nosotros y hace un poco de plata. O sea que él también está tomando un poco en broma esa cantidad enorme de libros que hay sobre él mismo".
Fernando Rama, gerente de Editorial Santillana, se refirió a este éxito de la no ficción desde el punto de vista de los editores: "A partir de las últimas elecciones se dio un auge muy grande los libros políticos. Después de todas maneras la no ficción se ha mantenido con temas que son un poco más variados y más heterogéneos, pero que desde el punto de vista del mercado en su conjunto es el sector de libros que está funcionando mejor. Creo que los editores estamos tratando de dar respuestas a estas cosas, ¿no?".
A propósito de qué es un éxito editorial en Uruguay fuente comentó: "Para mi vender 1.000 libros es un éxito pero hay libros que venden mucho más que 1.000. Hablar de menos de 1.000 no es que sea un fracaso pero es un libro que se vendió algo y nada más. Tenemos que estar hablando de libros de arriba de los 3.000 ejemplares para que sea un éxito. (...) En temas variados, va desde el libro del Tato López, al de Estefanell o los libros de Aves del Uruguay, el libro de un muchacho Alejandro Corch como hijo de desaparecidos y su paso por el espiritualismo... Son libros que han vendido más de 3.000 ejemplares, es muy variado, no hay un cosa que digas esto vende seguro".
Respecto a las perspectivas del mercado editorial uruguayo, salvo grandes cataclismos, los movimientos son lentos y los volúmenes no se incrementan súbitamente. Los libreros esperan que eso siga así. La sensación que tuve, confirmada por quienes consulté es que el libro está un poco separado del crecimiento de la economía, aparece como un producto no tan sujeto a los altibajos generales.
Álvaro Risso, de Linardi y Risso, es optimista pero tiene claras las limitaciones del mercado uruguayo: "Yo soy bastante optimista con relación al mercado del libro porque el libro es mi método de vida, es como decía Onetti: el libro es mi visión, mi pasión, mi desgraciada´. Por tanto, yo soy muy optimista en todos los asuntos en relación al libro, soy muy optimista en cuanto a que el mercado se consolide, en que ojalá crezca, que podamos volcar el libro uruguayo más hacia el exterior de manera de que podamos ensanchar el mercado. El gran problema que tiene el libro en Uruguay es el problema que tenemos todos los que tratamos de vender algo en Uruguay: es un mercado muy pequeño, que está abarrotado de oferta y entonces no es fácil hacer sobresalir el producto que uno quiere vender".
Gustavo Fuente, de Gussi Libros, no ve razones para que haya cambios. Dice que se va a mantener y aclara que el mercado depende mucho de las novedades: "Yo pienso que se va a mantener, que no tiene por qué caer. También dependemos mucho de las novedades que tengamos. Que haya libros buenos para vender sea cual sea el tema, la editorial o el autor atrae gente a las librerías y en el rebote seguimos vendiendo. Dependemos mucho de las novedades pero no creo que pase nada para que baje mucho la venta".
La clave del crecimiento está en generar nuevos lectores, según Fernando Rama, gerente de Santillana: "Me parece que quizás tengamos que ponerle un poco más al trabajo de acercarnos a la gente con nuestro producto, verlo desde ese punto de vista. No olvidarnos de que el libro, a pesar de que todos los que estamos en el libro sentimos una cosa muy romántica, el libro representa mucha cosas, también tener claro que es un producto que juega en la vida comercial y que tenemos que lograr que la gente lo conozca, lo valore y tenga la necesidad de comprarlo. Por ahí podemos lograr que este mercado crezca y las cosas sigan en esa línea. Creo que depende mucho de nosotros, del papel de todos los que estamos involucrados en esto, hacer mejor el trabajo de acercamiento al lector, de afinar esa comunicación, que el lector para el que está destinado este libro, aquel libro se entere que ese libro está, me parece que por ahí está un poco la clave".
En ese sentido, Rama habló de la promoción del libro infantil. Sin duda es con ese material que se incorporan nuevos lectores. Además, advierte que ese no es un trabajo sólo de los editores, los padres también tienen mucho que aportar: "Desde hace 10 años aproximadamente venimos trabajando en la difusión de la literatura infantil porque nos parece fundamental en esto de generar nuevos lectores. Por suerte tenemos autores fabulosos que nos permiten hacer ediciones lindas, que a los gurises les interesan. Todos tenemos esa posibilidad de ir generando nuevos lectores que me parece que es un poco la clave. Si cada uno de nosotros los papás, nos da el tiempo y la voluntad como para sentarnos al final del día al costadito de la cama y leerles una historia, un libro, un pedacito de un libro a nuestros hijos antes de dormir. También me parece que eso es importante".
Claro que los principales actores en este mercado, además de los lectores, son los escritores y vamos a hablar con dos de ellos.
Natalia Mardero, de 31 años, que tiene dos libros de narrativa en su haber: Posmonauta y Guía para un universo, cuenta las dificultades que tienen los autores jóvenes para llegar a editar en un mercado como el uruguayo: "Es muy complicado para un escritor decir quién evalúa su obra, quién determina qué se tiene editar y qué no... Hay personas en cada editorial grande, personas encargadas de leer y evaluar esa obra y determinar esto sí, esto no. ¿Pero con qué criterios también? Con fines más que nada comerciales, esto se puede leer y esto no. Todo pensado para el mercado. No tanto valorando quizás la obra, el valor de su contenido sino más que nada su futura colocación en un mercado. Y también está el tema de que al ser un mercado tan chico se va a lo seguro, al escritor más consagrado. Las grandes editoriales tienen sus tres o cuatro nombres de batalla que son escritores que rondan los 60 u 80 años que editan un libro por año aproximadamente y es muy difícil entrar, romper eso, imponer un nombre nuevo".
Pero esas dificultades tienen su recompensa, más allá de que a veces cueste más de la cuenta llegar a estar en las librerías. Mardero cuenta cómo es la sensación al publicar: "Es como un alivio, es como que estás cargando un peso y querés como largarlo. Decir ya está. Me incomoda mucho tener el libro en el cajón aunque tengo cosas que las tengo ahí porque ta... Fue un momento y están como decantando. Pero cuando tenés algo pronto, no querés quedártelo vos, querés que salga, verlo. Entonces cuando se logra eso con lo complicado que es, es primero todo un alivio y después es como una alegría y un alivio, es como una necesidad (...) Tengo un par de librerías amigas que es donde voy a comprar libros y siempre me tienen ahí, cuando se acaban, los piden de vuelta y los tienen en exposición. Es divertido, es lindo verse ahí, más cuando te ponen entre cosas que admirás muchísimo... A veces decís: `no, correlo un poquito´. Es lindo, es re lindo ver el libro terminado".
Marcelo Estefanell y su libro El hombre numerado lideran las listas de ventas en Uruguay. En el libro el autor repasa sus años en el Penal de Libertad como preso político. A dos meses de su lanzamiento, el libro va por la quinta edición y Estefanell vive este éxito con sorpresa: "Yo en primer lugar confío en mi editora. Ella para mi gran alegría me llama cada 10 días, 15 días y me dice Marcelo se viene otra edición. La semana pasada me llamó para avisarme de la quinta edición que salía esta semana. Nunca me imaginé que el libro en tan poco tiempo tuviera una aceptación tan grande entre los lectores. Y lo mido no solamente por lo que me dice mi editora y la gente de Santillana edición tras edición, a cada momento me avisan, sino que todos los días recibo mails, cartas manuscritas acá en Búsqueda, llamadas telefónicas de lectores de la más variada procedencia, desde una muchachita de 14 años hasta una señora de 92... Y dentro de ese rango de edades, gente de distintas extracciones sociales. Y los comentarios que me hacen llegar son francamente conmovedores... Algunos los comparto con mi editora o con mi familia porque es como que necesito el referente de otra persona para ser consciente a carta cabal de que lo que estoy viviendo es real".