Esa sanción duró de noviembre de 2009 a enero de 2010, lo que le obligó a perderse un amistoso ante Cataluña y el sorteo de la fase final del Mundial (11 junio-11 julio), después de sus comentarios insultantes contra la prensa en Montevideo, el día en el que la albiceleste selló su pasaje a Sudáfrica.

"Esto es para los que no creyeron en este seleccionado y para los que me trataron como una basura. Hoy estamos en el Mundial. Sin ayuda de nadie y con todos los honores. A los que no creyeron, que la chupen", declaró el ‘Pelusa’ tras ganar a Uruguay en la última fecha de las eliminatorias (1-0).

Maradona no quiso retractarse después y la Federación Internacional (FIFA) le suspendió dos meses. "Le pido disculpas a las damas, a mi ‘vieja’ (madre), a las mujeres argentinas, a las mujeres uruguayas, a las mujeres del mundo. A ellas nada más. A los otros, no. No voy a volver atrás", dijo.

En esa fase de clasificación de la zona Conmebol, Argentina llegó a rozar la eliminación, después de dolorosas y humillantes derrotas, como sus caídas en Bolivia (6-1) y Brasil (3-1), que desataron las críticas al mítico 10.

"Cada gol de Bolivia era un puñal en el corazón", comentó Maradona tras la goleada en La Paz. Meses después, con el billete en el bolsillo, repasó en una entrevista en televisión las críticas recibidas en esos momentos críticos: "Si nosotros quedábamos afuera del Mundial, yo me tenía que ir a Haití".

Sus relaciones con algunos jugadores también han provocado fricciones en el seno del equipo. Juan Román Riquelme renunció a la selección por no compartir "los mismos códigos" y "la forma de pensar" de Maradona, mientras que otros como Gonzalo Higuaín tuvieron que esperar meses hasta ser seleccionados.

"A veces me pregunto por qué (Maradona) no me llama, yo dije millones de veces que quiero jugar en la selección", indicó el atacante del Real Madrid durante aquellos meses de incertidumbre.

La prensa argentina también acusó a su director técnico de no tener una idea clara de equipo y contar con más de cien jugadores en apenas un año y medio. "Si me critican porque cité a 100, voy a citar a 150", respondió desafiante el ‘Pibe de Oro’.

Sobre Jorge Valdano, compañero en el equipo campeón del Mundial-1986 y actual director deportivo del Real Madrid, Maradona dijo que no permitía que los argentinos tuvieran continuidad en el equipo español.

"Tenemos un rival enorme en el Real Madrid que es Valdano. Lo limpió (lo echó) a (Gabriel) Heinze, lo quiere limpiar a (Fernando) Gago y no limpia al ‘Pipita’ (Gonzalo Higuaín) porque hace más goles que (Karim) Benzema", dijo. "Que un argentino le dé para atrás a otro no me gusta nada", subrayó.

Pero las peleas no llegaron sólo ante 'enemigos exteriores', y Maradona tuvo fricciones con los responsables del equipo, sobre todo a la hora de definir los planes de preparación y su grupo de colaboradores.

"Yo creí que llegar a la selección era como que te daban todo, y no es así", apuntó al poco de asumir el cargo.

A finales de mayo, Maradona volvió a dar que hablar cuando atropelló a un periodista con su coche en el centro de entrenamientos de Ezeiza.
"¡Qué boludo que sos!. ¿Cómo vas a poner el pie abajo de la rueda, viejo?!", dijo Maradona al periodista.

Pocos días antes, Alfio Basile, hijo del ex entrenador de la selección argentina, del mismo nombre, denunció que Diego Maradona "conspiró" para desplazar a su padre del conjunto albiceleste.

"Llamó a jugadores insinuando que él sería el próximo técnico de la selección y que los tendría muy en cuenta, escribió el hijo del ex entrenador en Twitter.
Maradona respondió mediante una carta que envió a los medios. "Nada más alejado de la realidad", dijo.

AFP