El hombre que hoy es uno de los pilares en la formación táctica del técnico Javier Aguirre en este Mundial, llegó al fútbol por caminos enrevesados. De hecho, debutó profesional con 20 años sin haber jugado ni un partido oficial de categorías menores, aunque infinidad de 'cascaritas' con amigos del barrio.

Cierto día que salía de la carpintería en que trabajaba de ayudante en Guadalajara, otros 10 amigos le invitaron a completar un plantel para probarse delante de buscatalentos de las Chivas Rayadas.

Salcido jugó con una licencia falsa, pues nunca se había registrado en la Federación de Fútbol de México, pero lo hizo tan bien que no sólo fue al único que las Chivas escogieron, sino que seis años después ya estaba jugando de defensa central en el PSV Eindhoven de Holanda.

"Era como un sueño. Nunca en mi vida había salido de México, salvo cuando brinqué ilegal a California para buscar 'chamba' (trabajo)", dijo Salcido en conversación con varios periodistas al terminar el partido que México le ganó a Francia, el jueves en Polokwane.

Nacido el 2 de abril de 1980 en una familia humilde, 'Sasa' Salcido tuvo una infancia dura. Huérfano de madre, a los 15 años se fue de su casa buscando mejor suerte en la vecina ciudad de Guadalajara, donde trabajó en maquiladoras y carpinterías, hasta que la suerte tocó a sus puertas con aquella invitación de sus amigos.

Debutó en el fútbol profesional de México en la liga de ascenso (Primera A) con el equipo Gallos de Aguascalientes, con el que salió campeón en el torneo Invierno 2000.

A la temporada siguiente las Chivas le llaman, pero el técnico Oscar Ruggeri no le da muchas oportunidades, y regresa a la Primera 'A' con el club tapatío.

Otro llamado del Guadalajara en el 2003, pero ya para entonces Salcido había mejorado sus innatas cualidades, convirtiéndose en un defensa central de buena marca, rápido y muy técnico.

Su buen desempeño en el torneo de ese año le abre las puertas a la selección nacional. En 2005 se convierte en el jugador profesional con más minutos jugados en el mundo, según la FIFA, y su resistencia llama la atención de clubes europeos, pero aún está verde, más en lo personal que en lo futbolístico.

"Todo iba tan rápido. Había muchas cosas a las que adaptarse. De la noche a la mañana tenía dinero, un buen trabajo y era conocido por todos", recordó.

Su curriculum cobra realengo cuando en la Copa FIFA Confederaciones 2005 anula al peligroso Ronaldinho, para que México superara a Brasil por 1-0. En semifinales le anotó un gol de leyenda a Argentina, y quedó entre los 11 mejores del torneo.

Para el Mundial de Alemania-2006 es titular en el equipo del entrenador Ricardo Antonio La Volpe, y por su relevante papel en la defensa es fichado por el PSV Eindhoven holandés, con el que sale campeón en su primera temporada.

En diciembre pasado renueva con el club holandés hasta el 2012, convirtiéndose en el segundo jugador méxicano mejor pagado en el fútbol europeo, detrás de Rafael Marquez, cuya ficha anual ronda los 4.9 millones de euros por temporada.

Ha jugado 69 partidos con la selección de México, y anotado 6 goles, pero hay un momento de su vida que quisiera olvidar para siempre.

Durante la Copa Oro 2007 de la Concacaf, Salcido abandonó a la selección la noche antes del partido semifinal contra Guadalupe, debido a serias diferencias con la dirección técnica del equipo, que le había criticado su baja condición física.

"La fama, y el éxito en Europa, me hicieron perder el rumbo, olvidarme de dónde salí, de lo más humilde, y afecté a mis compañeros y al equipo", reconoció tiempo después Salcido.

En el Mundial 2010, a las órdenes de Aguirre, Salcido ha recibido elogios por su desempeño, pero asegura que nada le importa más que México consiga una buena posición en esta cita.

"Más importante que destacarse en lo individual, es que el equipo siga funcionando bien", aseguró. "Ahora viene el partido contra Uruguay (el jueves en Rutemburgo), y tenemos que enfocarnos en ganar para pasar primeros en el Grupo".

Fuente: AFP

Foto: FMF