El combinado nacional francés ha partido ya hacia París, donde el calvario que vivieron en Sudáfrica, tras la expulsión del delantero Nicolas Anelka, podría repetirse viéndose obligados a dar explicaciones en su país.

Tras la debacle, el presidente Nicolas Sarkozy convocó una "reunión de trabajo" para abordar el "desastre" de Sudáfrica y llamó a todas las instancias del fútbol francés a reunirse en octubre para llevar adelante un "proyecto de renovación", indicó el Elíseo, sede presidencial, en un comunicado.

Y es que la eliminación de los "bleus" sigue coleando en Sudáfrica, donde la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) anunció este miércoles que no sancionará al entrenador francés, Raymond Domenech, por no saludar al seleccionador brasileño de Sudáfrica, Carlos Alberto Parreira, después de la derrota 2-1 ante los anfitriones del Mundial.

"No queremos especular con un caso potencial, no hay ninguna investigación abierta contra él", explicó Pekka Odriozola, portavoz de la federación internacional.

El seleccionador francés le tenía ganas al brasileño, que habría criticado el pasado otoño el modo en que se clasificó Francia para el Mundial de Sudáfrica-2010, gracias a la polémica mano de Thierry Henry en la repesca contra Irlanda.

La prematura partida de Francia ha tenido también su repercusión en términos de entradas, ya que unos 4.000 boletos volverán a ponerse a la venta para los octavos de final que protagonizarán Uruguay y Corea del Sur, el sábado en Port Elizabeth, mientras que otros 1.000 billetes extra se venderán para el partido del domingo de esa instancia, Argentina-México, en Johannesburgo.

"Esas entradas están de vuelta (al mercado) procedentes de los equipos eliminados, Francia y Sudáfrica", dijo Odriozola.

Por su parte, el 'soccer' estadounidense marcó otro hito clasificándose para los octavos de final del campeonato tras batir a Argelia 1-0 este miércoles.

"El fútbol continúa desarrollándose en Estados Unidos. Los otros deportes tienen una larga tradición, una larga historia. Pero nosotros estamos escribiendo la historia de este deporte en Estados Unidos", dijo el seleccionador de Estados Unidos, Bob Bradley.

La derrota de Argelia se cobró una víctima colateral en la persona de la periodista argelina, Asma Halimi, tras recibir una bofetada por parte del delantero argelino Rafik Saifi tras el encuentro contra Estados Unidos.

Halimi, quien afirmó que va a denunciar al jugador ante la FIFA, explicó que "escribí un artículo sobre él hace un tiempo, tal vez no le gustó".

En un Mundial, en el que se están viendo bastantes sorpresas, la caída del país anfitrión no parece ser una de ellas, aunque no por ello, la nación arco-iris quiere que decaiga la fiesta.

"Hubiera sido formidable ver a los 'Bafana Bafana' en la próxima ronda, pero su salida no es sinónimo de fin del torneo", dijo el presidente del país, Jacob Zuma.

"El gobierno llama a todos los sudafricanos a continuar con su rol activo como anfitriones de este Mundial histórico. Después de todo, siempre será nuestra Copa del mundo", la primera celebrada en territorio africano, dijo.

Fuente: AFP
Foto: Efe