Sudáfrica 2010

Seleccionadores roban el protagonismo a jugadores

Seleccionadores roban el protagonismo a jugadores

Se esperaba a Wayne Rooney, Cristiano Ronaldo, Kaká y compañía para deslumbrar en el Mundial con su talento y su clase, pero por el momento son los entrenadores, con sus personalidades, sus egos, sus discursos y actitudes, quienes les robaron el protagonismo.

No hay ninguna estrategia de marketing o campaña publicitaria articulada alrededor de los seleccionadores nacionales, pero éstos han hecho más ruido que los jugadores, a pesar de la matraca comercial alrededor de éstos. Sería algo parecido a que los realizadores de cine robaran el 'vedettismo' a los actores en las ceremonias de entrega de los Oscars en Hollywood.

Después de un parimera ronda mundialista poco prolífica en goles y sin grandes demostraciones futbolísticas, con las grandes estrellas más bien opacas, como el propio Rooney (ENG), Samuel Eto'o (CMR) o Fernando Torres (ESP), y otras que han llegado lesionadas al torneo, como Didier Drogba (CIV), Andrea Pirlo (ITA) o Arjen Robben (NED), los nombres más escuchados son Diego, Raymond, Fabio o Marcello. O sea, Maradona, Domenech, Capello o Lippi.

Maradona, elegantemente trajeado a pedido de sus propias hijas, desde el banco está demostrando que tiene el verbo tan inflamado como la calidad de sus piernas de antaño, haciendo de escudo para sus estrellas, el primero de todos, Lionel Messi, quien en tres partidos todavía no ha anotado un solo gol.

"Sería un pecado" dejar a Messi en el banco, "nadie llega al 40% de lo que hace Messi", dice el 'Pelusa', o "Brasil no juega bien pero gana", o todavía aún, "en América del Sur no jugamos contra equipos como las Islas Féroé", o, polemizando con ex colegas con dichos como "el lugar de Pelé está en un museo", para rematar con "Esperemos que Dios haga algo por la 'albiceleste', nosotros haremos el resto".

En un Mundial en el que el defensor del título (Italia) y el vicecampeón saliente (Francia) quedaron eliminados en la primera ronda por primera vez en la historia, los seleccionadores coparon los primeros planos de la escena.

Tras el fiasco francés, Domenech se convirtió en el seleccionador más criticado del planeta. Su soberbia en las conferencias de prensa, y sobre todo su lamentable derrota fueron duramente criticadas por la prensa mundial.

Como guinda, el haber rechazado darle la mano al brasileño Carlos Alberto Parreira, entrenador de Sudáfrica, por razones dignas de un conflicto de recreo entre escolares de primaria, terminó de echar por los suelos el poco crédito que había logrado tras llevar a los 'Bleus' a la final de Alemania-2006, perdida en los penales ante los italianos.

En el caso de Italia, a pesar de la muy triste eliminación de los "azzurri", Marcello Lippi salió de la situación con gran clase, haciendo una autocrítica y asumiendo "la culpa", al igual que su homólogo norcoreano Kim Jong-hun, que se hizo cargo de los platos rotos tras la goleada sufrida ante Portugal (7-0).

Otro italiano, Fabio Capello, con resultados irregulares, pero que sigue en competición con Inglaterra, ha tenido que tener atado a un equipo de jovenes millonarios, y resistir tanto a la presión de la sensacionalista prensa británica como a la del ex capitán John Terry, desposeído del brazalete, quien intentó un 'mini-golpe de Estado' interno sin suerte.

"Los jugadores tienen el derecho de hablar pero no pueden elegir el equipo. ¡El patrón soy yo", les recordó Capello.

Fuente: AFP
Foto: Efe