Durante cerca de veinte minutos, los aficionados sudafricanos que acudieron al estadio GWK de Kimberley, lugar habitual de trabajo del equipo uruguayo, pudieron tener acceso a los que han sido su referencia futbolística en el último mes.

Como siempre en sesión vespertina, los jugadores de la selección se dieron cita en el estadio, donde al menos trescientos seguidores sudafricanos se concentraron para pedirles autógrafos y les alentaron al grito de "Uruguay, Uruguay".

Muchos de ellos llevaban banderas del país y las hicieron ondear mientras buscaban la firma de todos los jugadores de la selección, aunque de manera especial de hombres como Diego Forlán, Diego Lugano o Luis Suárez.

Al inicio de la presencia de la selección en Kimberley también hubo una jornada de puertas abiertas en la que los aficionados locales entraron en contacto con los jugadores y la delegación ha querido hoy repetir aquella fiesta para despedir su etapa de casi un mes en la capital de la provincia del Cabo Norte.

Para la jornada del miércoles está prevista una última sesión preparatoria en la ciudad, que dará comienzo a las 10.30 horas, pero que se celebrará a puerta cerrada, por lo que la de este martes era la última oportunidad para el público de entrar en contacto con el equipo.

La delegación uruguay partirá en avión por la tarde con dirección a Johannesburgo, donde realizará el entrenamiento oficial en la jornada del jueves y jugará contra Ghana en la del viernes.

La anécdota de la reunión que hoy hubo entre futbolistas y aficionados estuvo en la presencia de algunas madres con bebés al brazo, que no quisieron perderse la despedida de los que durante un mes han sido sus ídolos.

El entendimiento entre la afición sudafricana y el equipo uruguayo ha sido total, a pesar de que los equipos de ambos países se enfrentaron en la fase de grupo y Uruguay goleó al conjunto anfitrión por un contundente 3-0.

Foto: Efe