Como Muslera, el otro arquero que llegó a octavos de final con la presión de defender el invicto de su valla era el lusitano Eduardo. Pero el español David Villa dio por tierra con su marca, cuando a los 63 minutos apuntó el gol con que España desplazó a su vecino Portugal.

Incluso, Villa llegó al duelo con sus vecinos ibéricos con el antecedente de haber vulnerado por primera vez la valla del chileno Bravo (24 minutos), invicta a lo largo de los primeros dos partidos de la serie H.

Entonces los 338 minutos que Fernando Muslera mantuvo el cero en su arco sirvieron, tanto para batir la marca que Mazurkiewicz ostentaba desde 1970, como para apuntarse como el último arquero en recibir un gol.

El crédito se lo llevó el surcoreano Lee Chung Yong, cuando a los 68 minutos de partido venció la resistencia uruguaya. En tren de curiosidades, el mismo jugador fue el único que le convirtió un gol a Argentina durante los tres juegos que el equipo de Maradona disputó en el grupo B.