El seleccionador alemán, Joachim Löw, reconoció que la baja del jugador del Bayern de Múnich es "un duro golpe" para su equipo, pero se mostró confiado en poder sustituirlo con otros futbolistas, también jóvenes y, aseguró, más frescos.

Nombró a tres, el mediocampista ofensivo del Hamburgo Piotr Trochowski, que tiene 26 años, el jugador del Bayer Leverkusen Toni Kroos, de 20 años, o el delantero de origen brasileño Jeronimo Cacau, de 29.

Los tres, dijo, tienen su confianza para reemplazar a un Müller que vio contra Argentina su segunda tarjeta amarilla, por lo que tendrá que rezar para que sus compañeros eliminen a España si quiere volver a saltar al césped en el presente Mundial.

Löw descartó introducir cambios para el duelo contra España. Está más que conforme con el juego de su equipo, con el dispositivo táctico y con la forma en la que lo han interpretado.

El seleccionador tiene ante sí la posibilidad de cerrar un ciclo que abrió, precisamente, tras la derrota contra España en la final de la Eurocopa de 2008.

Ese encuentro marcó el final de ruta de unos cuantos internacionales y Löw decidió renovar el equipo con savia fresca a un equipo que comenzaba a dar muestras de fatiga.

Una victoria contra España, equipo referente en el mundo en los últimos años, pondría el marchamo de éxito a esa revolución y consagraría a un grupo que tiene ante si muchos años de fútbol.

Faltaría la final, pero habrían derrotado al conjunto que tanto daño les hizo en Viena en 2008.

Aunque Löw no quiere hablar de revancha, el descarado Bastian Schweinsteiger se encargó de poner esa palabra encima de la mesa.

"Claro que tenemos sentimiento de venganza", afirmó el jugador del Bayern de Múnich, que reconoció que una victoria contra España sería un espaldarazo moral a su proyecto, porque significaría acabar con "el mejor equipo del mundo".

"Ya hemos demostrado que podemos tumbar a equipos superiores", agregó el centrocampista que está completando un gran Mundial.

En el centro del campo, junto a Sami Khedira, tendrá que vérselas con los españoles Xavi, Xabi Alonso y Andrés Iniesta y frente a ellos se cavará la principal trinchera.

"Tenemos que dar ahí la batalla, someterles a presión, como hicimos con Messi", aseguró Löw, quien señaló que el centro del campo español es el auténtico artífice de su juego, por más que luego lo rematen Fernando Torres y David Villa.

"España tiene más de un Messi", afirmó el técnico, que no paró de alabar al conjunto de Del Bosque.

Alemania ha perdido muchos de los complejos con los que llegó a este Mundial y eso se nota tanto en el técnico como en los jugadores.

El ambiente es de tranquilidad, casi de juvenil inconsciencia, pero nadie suelta una palabra altisonante contra España.

Nada que ver con los días previos al duelo de cuartos de final frente a Argentina, cuando los germanos se dedicaron a calentar el duelo.

Ahora todo es respeto. Incluso quieren quitarse la presión de favoritos y Löw llegó a reconocer que los de Vicente del Bosque son los principales candidatos a levantar la Copa.

Impedirlo será su misión y tendrán que hacerlo sin Müller, el joven que se ha convertido en imprescindible para Alemania.

Fuente: AFP
Foto: Efe