Víctor Hugo Morales: "Ha sido una etapa maravillosa del fútbol celeste"
Tras la derrota de la Celeste en la semifinal de la Copa del Mundo contra Holanda, la prensa internacional no escatimó elogios a la entrega de los jugadores uruguayos. Entrevistado por En Perspectiva, el periodista Víctor Hugo Morales sentenció el concepto diciendo: "No se rindieron nunca". El comunicador declaró haberse sentido "orgulloso, pleno, representado y feliz de ver esta evolución que ha tenido el fútbol uruguayo". Fue una "actuación inolvidable que honra al fútbol, la historia y la identidad de los uruguayos", agregó.
(emitido a las 07.35 Hs.)
EMILIANO COTELO:
"Uruguay cayó con toda la dignidad posible, en su mejor partido, plantando cara hasta el final, jugándole de tú a tú a la potencia holandesa, exprimiendo todos sus recursos, viéndose perjudicada por un gol de Sneijder en fuera de juego de Van Persie no vio el árbitro. Con la cabeza muy alta". Este es uno de los párrafos de una nota que publica hoy el diario El País de Madrid y que se titula: "Holanda en la cima tras 32 años". Un artículo que comienza diciendo "Es como si el fútbol le debiera una a Holanda después de que ese pequeño país centroeuropeo le diera tanto al juego a cambio de tan poco".
Cancha Llena, el suplemento deportivo del diario La Nación de Buenos Aires, dice: "La garra charrúa, la misma que pese a todos los esfuerzos no alcanzó para torcer un resultado, puede decirse que dijo otra vez presente en una Copa del Mundo. Los jugadores uruguayos no rezongan por los fallos de los jueces, se aplauden por el corazón entregado pese a la derrota. Se trata de un grupo de futbolistas que se siente con la autoridad y la tranquilidad de haber buscado la final por los caminos más importantes que puede proponer el fútbol: la búsqueda y la entrega. Se conjuraron maquillar las limitaciones y que el esfuerzo fuera un arma para pelear hasta el final en las situaciones límite. Así, Uruguay le puso hierro hasta el último minuto a una semifinal que Holanda ganó con autoridad".
El diario El Mercurio de Chile señala: "Holanda es el primer finalista del Mundial, pero los aplausos finales se los llevó Uruguay, porque los sudamericanos terminaron metidos en el arco de los europeos que defendieron el 3-2 con que se llevaron el partido. Y pudo ser hazaña de los celestes porque cuando se jugaba el primer minuto de agregado del segundo tiempo perdían 3-1 y marcaron el segundo descuento. Les quedaban 180 segundos y estuvieron a punto, el balón se paseó pero los naranja como pudieron los sacaron para amagar a la única esperanza sudamericana que quedaba en el torneo. Estuvieron a punto de hacerlo otra vez los uruguayos pero no pudieron ante una Holanda pragmática que basa todo su potencial en lo que pueden armar sus dos grandes figuras: Wesley Sneijder y Arsen Robben. Y así, con estos dos jugadores y con juego menos vistoso que en anteriores selecciones están hoy en la final del Mundial Sudáfrica 2010".
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EC Para seguir mirando este resultado con un pie afuera y otro adentro, es que estamos en comunicación con Víctor Hugo Morales, periodista uruguayo, conductor del programa La Mañana y Competencia de Radio Continental de Buenos Aires, y relator de fútbol en Continental. ¿Tú podes hacer un juicio frío e independiente sobre esta selección uruguaya?
VÍCTOR HUGO MORALES:
Absolutamente. Creo que ha sido una etapa maravillosa del fútbol celeste. Cuando jugaron las eliminatorias, en algunos reportajes que me hacían en Montevideo, arriesgaba que mínimamente este seleccionado podía pasar a octavos o estar en cuartos de final. Hubo en algunos partidos como contra los brasileños atributos muy serios que en el vaivén de las eliminatorias no se apreciaron cuando se hizo el balance total, sobre todo teniendo en cuenta el partido con Argentina.
Uruguay mostraba una capacidad de anticipo y un fútbol de una velocidad, con dos o tres jugadores muy interesantes por otra parte, empezando por Diego Forlán, por Diego Pérez, por Suárez; que lo colocaban como un equipo mucho más amenazante en el campeonato del mundo de lo que se pensaba después de las eliminatorias.
Lo corroboró. Jugó siempre de regular para arriba, en algunos partidos como el de anoche muy bien, dio gusto ver la entrega, la capacidad táctica del equipo, la decisión con la que encararon a un seleccionado como el holandés que aquí se veía ya como una especie de cuco que podía doblegar fácilmente a Uruguay como prácticamente al resto de los seleccionados salvo a los tres o cuatro equipos más poderosos del mundo.
Me sentí orgulloso, pleno, representado y feliz de ver esta evolución que ha tenido el fútbol uruguayo. Relaté otro fútbol que era más lento, más posicional, menos ofensivo, menos anticipador del juego en cualquier sector como lo hace desde algunos años sobre todo ahora con la batuta del maestro Tabárez. Estoy felicísimo por lo que ha hecho y me parece que ese reconocimiento que recién mencionabas es un acto de justicia.
En la Argentina todo el mundo ha hecho una fuerza tremenda por el fútbol celeste. Hay una gran admiración. Siempre digo que los uruguayos somos una pasión no correspondida de los argentinos, aunque eso se ha ido curando con el tiempo a mí me parece que no hay tanta contra en Uruguay de lo que hace la Argentina por aquello del país grande y el país chico. Pero del otro lado en la Argentina el amor por lo uruguayo, el gusto que les provocaba que la selección Celeste anduviera tan bien, me parece que ha sido enorme y lo he podido recabar en todos los contactos que tengo periodísticamente con mi programa, tanto el deportivo como el de interés general. Es una síntesis ese reconocimiento internacional porque para nosotros es muy fácil: pasa por el orgullo, por la visita cariñosa de los viejos duendes maravillosos del fútbol uruguayo que parecían estar flotando en este campeonato del mundo para impulsar a los jugadores a conquistas verdaderamente muy importantes.
Cuando internacionalmente se da ese aprecio que estaba muy claramente representado en cada una de las líneas que leías del Mercurio, de Cancha Llena, del diario El País de España, podría citar otros diarios que he chequeado también en Francia por ejemplo que fue rival del Uruguay en el comienzo del campeonato del mundo hay un gran reconocimiento, quiero decir que se ha cerrado de momento en este campeonato del mundo una etapa formidable.
Viene ese partido por el tercer puesto, ojala que Uruguay pueda terminarlo con otra dignísima actuación que no necesariamente tiene que contener una victoria pero que le pueda poner un broche de oro si es posible a esta actuación inolvidable que honra al fútbol, la historia y la identidad de los uruguayos.
EC ¿Tú crees que esta selección marca un antes y un después en los últimos 40 años de las selecciones uruguayas?
VHM Sí. En las eliminatorias había advertido en el fragor de la competencia, las eliminatorias son muy difíciles porque tienen esos partidos visitantes que casi siempre con un empate uno se va contento pero la derrota anda rondando como una sombra. Los partidos de local se complican contra los débiles porque se cierran atrás contra los grandes porque son peligrosos como Brasil, como Argentina, entonces esto no deja ver muchas veces la capacidad real que tiene un equipo. Cuando uno toma distancia...
EC - ...Llegamos a la clasificación raspando, llegamos en el repechaje recién...
VHM - ...Pero no importa eso, las eliminatorias son muy difíciles. Advertía que muchos colegas con la nariz pegada al cuadro quizás no podían ver algunos aspectos positivos de Uruguay visibles si se toma distancia aún en aquellos encuentros en los cuales la actuación el balance había sido deficitario. Por lo cual no estoy particularmente impactado, estoy contento de haber constatado que esas posibilidades del fútbol uruguayo son ciertas. Es bueno pensar que esto no es una casualidad y que ahondando en la tarea que se ha realizado, creyendo en estos jugadores, en la mística que por otra parte le han trasmitido, diría que hasta los otros deportes mirándose en el fútbol por toda la trascendencia el relieve que alcanza hay un futuro interesantísimo también.
Aunque esto vale la pena ponerlo en un cofre de aquellos que contienen derrotas honrosas como la de 1954, maravillas incomparables como en 1950, y episodios entusiasmantes como el Mundialito; esta etapa va también a un cofre de cristal, embalsamamos de alguna manera esta alegría y la guardamos para todos los tiempos. Somos de espíritu nostálgico, un poco melancólico y es probable que nos acompañe esto durante muchísimos años y se convierta en parte de una historia que para mí era el cuadro de la selección celeste de 1950 en todas las gomerías, en todos los bares, crecí mirando esa figura y seguramente muchísimos chicos de hoy van a crecer años y años viendo en todos los sitios la fotografía de estos muchachitos orientales que han sido un poco próceres del deporte.
EC ¿Qué evaluación haces del maestro Oscar Tabárez como técnico? Te lo pregunto porque si bien acá es clarísimo que se lo elogia y se le agradece su gestión por distintos motivos, para empezar por el grupo humano que logró formar, por la sintonía que existe entre los jugadores, por el tipo de jugadores por la conducta que tienen los jugadores adentro de la cancha y afuera de la cancha, por la forma incluso como declara, por la humildad y la sobriedad con la que encara las conferencias de prensa. En fin, hay una serie de elogios a Tabárez para empezar por los resultados obtenidos en las canchas. Pero también hay algunas reservas, hay quienes dicen que el juego que plantea es quizás demasiado conservador, hay quienes le critican la lentitud para resolver cambios cuando hay que hacer cambios durante un partido. ¿Cuál es tu síntesis?
VHM El hincha suele ser neurótico, impaciente y sobre todo no tiene una idea de lo que sí sabe el entrenador. Un entrenador de un atleta sabe si puede saltar 2,10 metros el público de repente está expectante de otras cosas, uno sabe lo que puede dar el equipo. El planteo de Tabárez ha sido magnífico, estupendo. En el partido contra Ghana quedó el recuerdo de cómo lo ganó pero Uruguay lo tendría que haber ganado yo estaba muy fastidioso en ese partido porque decía "perder por penales esto me va a dar una bronca tremenda, me va a dar mucha rabia, frustración". Uruguay jugó, tuvo dificultades, fue un partido estupendo en el que hubo chances de perder, de ganar, de recuperarse, pero su partido fue ejemplarmente planteado.
Eran los más importantes, a México se le jugó pero con una capacidad superior a la que la Argentina que todos tenemos por una potencia superior a Uruguay no pudo desarrollar el partido de Argentina contra México, se dibujó a través de un error del árbitro, de un desacierto de un defensor, Uruguay no precisó nada de eso. En un partido en el que México se jugó una especie de final de Copa del Mundo el planteo fue excelente.
No entiendo mucho los reproches. Sé que en el fútbol acompañan pero yo elegiría el camino tan agradable de la gratitud por lo que se ha hecho. Porque Uruguay entre los cuatro mejores del mundo no está, lo han puesto estos jugadores y el maestro Tabárez con su perseverancia, con su trabajo, con su confianza, con su amor propio.
Creo que cualquier crítica que exceda lo de "cómo me hubiese gustado que entrase antes fulano de tal", cualquier elemento negativo que se pueda incorporar en estos momentos es ocio, algo que pasa por el lado de la ingratitud o del quererse hacer notar.
Lo de Uruguay ha sido ejemplar, ha sido magnífico, redondito por donde se lo mire, perfecto hasta en la conducta. Tenía miedo que ayer por ese problema que había con un jugador de Holanda alguno pegase un moquete y se armase un revuelo, hubo ahí alguna cosita pero era para dejarlo así intacto este recuerdo, no mancharlo con nada.
En ese sentido, fueron responsables porque ellos sabían, la información al jugador siempre le llega, que había un gol nada menos que definidor del partido que no era lícito, se lo mancaron, siguieron peleando y los minutos finales el minuto final fue epopéyico, fue homérico, fue todo lo que uno quiere de la vida dejar hasta la última gota realmente de dignidad, de vergüenza, de transpiración en pos de una ilusión.
No se rindieron nunca. Fíjense ustedes que en el caso de Argentina el reproche más grave que le hago al equipo de Diego es que después del 2 a 0 de Alemania se relajó, se echó a morir, como el jugador de tenis que ve que el partido está perdido y la tira a la tribuna, como el boxeador que se deja golpear en la cara porque está con rabia porque las cosas no le han salido, así actuó la Argentina. Uruguay injustamente estaba 3 a 1, le pudieron poner el partido 4 a 1 y seguía luchando con una seriedad que a mí me parece que también es digno que se remarque.
Así que por todos lados esto que ha ocurrido me ha gustado muchísimo, estoy feliz, orgulloso, y me he sentido muy representado en una etapa en la que el Uruguay a mí me da la sensación por otros caminos ha recuperado ciertas formas de alegría y todo eso para quien está pendiente permanentemente del Uruguay pero tiene que verlo a distancia es algo como para celebrar la vida.
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EC - El diario El Mundo de España, en una nota alusiva a la actitud de la Celeste, tituló: "Obdulio, no hubo milagro".
Y agregó: "Como aquel 16 de julio de 1950 tras el más célebre partido de todos los tiempos. Esta vez, 11 tipos de celeste como los que él lideró en Maracaná con las agallas y el corazón de José Artigas, el padre de la patria y libertador uruguayo, no pudieron derribar al 11 holandés pese a las últimas cargas de caballería tras el gol de Pereira. 'Faltó un pelo, no más', o como bien describió aún sudoroso el 'Jefe Negro' en el mismo corazón aún caliente del fútbol brasileño: "Fue una casualidad". Sí, también fue una 'casualidad' que se perdiera, ni rastro del sabor de la 'naranja mecánica', si acaso regusto a 'queso de bola'. Como consuelo para Obdulio, ese país 'chiquito' de 3 millones de pasiones vuelve a estar en el mapa del fútbol como si fuera un gigante".
Foto: facebook de Victor Hugo Morales