Cinco hospitales contarán con equipos contra la ictericia desarrollados en Uruguay
La Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República concretó la donación de cinco equipos para el tratamiento de la ictericia neonatal a Salud Pública. Se trata de un desarrollo uruguayo que actualmente se está comercializando en el exterior, explicó el decano Ismael Piedracueva.
(Emitido a las 8.50)
EMILIANO COTELO:
Cinco hospitales públicos recibieron de la Facultad de Ingeniería equipos de fototerapia que ayudarán en el tratamiento de la ictericia neonatal.
"Esta tecnología uruguaya de bajo costo y fácil mantenimiento fue diseñada por el Instituto de Física de la Facultad de Ingeniería", según una nota hoy en el diario La República.
Los beneficiarios de estos aparatos serán los hospitales de Clínicas, Pereira Rossell, Canzani, del Litoral en Paysandú y el de Maldonado. Las máquinas fueron desarrolladas con patente universitaria y están especialmente adaptadas a las necesidades de nuestro país.
Estamos con el decano de la Facultad de Ingeniería, Ismael Piedracueva.
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Ingeniero Piedracueva, ¿cuándo y cómo surgió esta tecnología en la facultad?
ISMAEL PIEDRACUEVA:
Fue una iniciativa del doctor Horacio Failache, del Instituto de Física de la facultad, motivado por la problemática de la ictericia neonatal. En la facultad hay un núcleo de ingeniería biomédica que está integrado también por profesores del Hospital de Clínicas, y en ese ámbito es frecuente encontrarse con problemas vinculados con el área salud y con la ingeniería.
EC - En la nota veía que la ictericia neonatal es una afección que se presenta en muchos recién nacidos y que deriva de una alta concentración en sangre de una molécula neurológica que afecta al sistema nervioso central. El tratamiento efectivo para combatirla es la fototerapia, que se hace con una luz de determinada intensidad y un color específico. ¿Qué aportó el trabajo de los técnicos de la facultad?
IP - El tratamiento que se venía y se viene dando en forma rutinaria en Uruguay se hace con un equipamiento que, primero, proviene del extranjero, segundo, es de relativamente alto costo, y tercero y no menos importante, es de mantenimiento complicado, costoso y de una vida útil relativamente corta.
Uno de los aparatos donados a los hospitales. |
EC - Esta tecnología tiene patente universitaria.
IP - Efectivamente.
EC - ¿Esa patente puede llegar a comercializarse? ¿Ese tipo de aparatos puede producirse en otros países, o exportarse? ¿Qué ocurre con este avance?
IP - En la actualidad la Universidad tiene un convenio con una empresa de electrónica que se llama Controles para explotar comercialmente este equipamiento. En muchas oportunidades llegar a efectuar una patente es el primer paso de una cadena de problemas, porque si no hay un sector industrial o empresarial interesado en desarrollar comercialmente y después comercializar el producto muchas cosas quedan a nivel del papel.
El desafío tuvo varias etapas, la primera fue desarrollar conceptualmente este producto, lo que derivó en una patente, pero un desafío no menor y bastante dificultoso de resolver fue su implementación a escala industrial. El aparato funciona comercialmente con los estándares de calidad y las performances que se requieren para este tipo de equipamiento médico.
EC - Entonces se está fabricando y comercializando.
El BiliLED en funcionamiento. |
EC - ¿Quiénes están comprando hoy esta tecnología?
IP - Por una parte la empresa Controles ha hecho una asociación con una segunda empresa que se dedica a la venta de equipamientos médicos, para poder llegar al exterior, y en plaza, aparte de los equipos que se han donado (porque eso era parte del acuerdo) a cinco hospitales públicos, esos hospitales también están adquiriendo equipamiento adicional y también algunas mutualistas están interesadas en ir incorporando esta tecnología.
EC - Deduzco que esta donación que ahora hace la Facultad de Ingeniería es posible por lo que le corresponde de la patente de este desarrollo.
IP - Efectivamente, en el acuerdo que se firmó con la empresa Controles se había estipulado que una vez que se entrara en la fase de producción la Universidad iba a donar cinco equipos al sistema de salud público, como una contribución. Eso era parte del acuerdo y forma parte de la patente.
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Edición: Mauricio Erramuspe