Entrevistas

Nace la ANII y quiere "cambiar la rueda con el coche andando"

Nace la ANII y quiere "cambiar la rueda con el coche andando"

En el avance hacia el Uruguay innovador, el gobierno apostó por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). Su secretario ejecutivo, Alberto Nieto opinó hoy que el país debe aprovechar la buena marcha de la economía para que su estructura productiva pueda crecer sobre la base del conocimiento. "La investigación no puede ser endogámica, vivir para sí misma, tiene que vivir para la sociedad", sostuvo Nieto. Adelantó que el organismo procurará una gestión ágil y no dedicarse a "reinventar la rueda" sino aprovechar las experiencias y adaptarlas.

(Emitido a las 9.06)

JOSÉ IRAZÁBAL:
La Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) es uno de los instrumentos a través de los cuales se concretará el avance hacia un Uruguay innovador.

Así se presenta la nueva agencia creada por este gobierno en su página web. La ANII es una realidad. Fue creada a través de la ley 17.930, más conocida como la ley de presupuesto, la de 2005-2009, y a partir de allí diversas leyes y decretos le fueron dando forma a esta nueva estructura.

En su página web se señala también que el principal propósito y desafío de la ANII será movilizar al máximo las energías intelectuales de la población y de los más diversos sectores de la actividad para contribuir decisivamente a mejorar decisivamente a mejorar la calidad de vida de los uruguayos, la capacidad competitiva de las empresas y el crecimiento sostenido de la economía nacional en el largo plazo.

Vamos a conocer más de cerca de la ANII, y para ello estamos con su secretario ejecutivo, el doctor Alberto Nieto.

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JI - ¿Cuáles son los principales objetivos de la ANII?

ALBERTO NIETO:
Uno de ellos es articular todas las acciones que realiza el Estado con relación al apoyo a la investigación y la innovación. Hemos dado algunos pasos muy interesantes y me refiero a los uruguayos, no a la agencia solamente. Por ejemplo, la discusión que está en consulta pública de un plan estratégico de ciencia, tecnología e innovación, que tiene un concepto crucial dentro que es muy simple: que haya prioridades. En este país se ha discutido mucho sobre las prioridades pero nunca se han aplicado. Lo interesante es que ese plan no solo las propone sino que, como se vio claramente en una reunión con ese fin que hizo la Comisión de Ciencia y Tecnología en el Parlamento, todos los actores involucrados, públicos y privados, universitarios y no universitarios, estuvieron de acuerdo en que existan prioridades.

Uno puede decir que investigar implica usar recursos, dinero, para generar conocimiento e innovar es usar conocimiento para generar riqueza y empleo. Es algo muy simple, la realidad es un poco más compleja, pero no se aleja mucho de eso.

En los últimos 20 años a Uruguay le ha ido crecientemente mejor en lo primero, en investigar. Pero Uruguay y el resto de América Latina han sido muy flojos en innovar, en que ese conocimiento se transforme.

JI - En la aplicación de ese conocimiento...

AN - Pero no es solo aplicación. Porque se innova en modelos de negocios. La innovación no se hace solo en los laboratorios. La innovación es algo bastante más allá y tiene dos valores fundamentales –nuestro sistema de valores está bastante flojo– que son la creatividad y la actitud emprendedora. Cuando hablamos de innovar estamos hablando de innovar en la empresa, en la sociedad, en la educación, en el Estado. Y es una tarea de todos, no solo de la agencia. La función de la agencia es promoverla, liderar el camino hacia la innovación. Para ese se le ha dado, por un lado, un instrumento de personería jurídica que le permite trabajar en el derecho privado.

FERNANDO ROSENBLATT:
Es una persona pública no estatal.

AN - Y por otro lado, la administración de la enorme mayoría de los recursos que el Estado dedica a estas actividades con el fin de apalancar inversión privada. Ahí yo tomaría lo que planteó el presidente de la República al principio del mandato cuando dijo que aspiraba llegar al 1% del PBI como inversión en investigación y desarrollo, que es una aspiración muy pero muy ambiciosa, y en el presupuesto está previsto incrementar por nueve la inversión que estaba haciendo el Estado al principio. Para llevarlo a números concretos, para estos próximos cuatro años tenemos previsto alrededor de 80 millones de dólares provenientes del Tesoro nacional en parte, en parte de cooperación gratuita de la Comisión Europea y en parte préstamos del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo. Con eso damos un salto muy grande en la capacidad de uso de recursos. Tenemos que asegurar que sea eficaz y eficiente.

JI - ¿Cómo está integrada la ANII y cómo se eligen sus autoridades?

AN - Me gustaría hablar de lo que podríamos llamar la arquitectura institucional sobre la cual se basa toda la actividad relativa a investigación e innovación. El país hizo una gran innovación al generar el Gabinete Ministerial de la Innovación. Porque previo a esto el tema investigación e innovación estaba dentro de una dirección dentro de un ministerio. Al pasar al grado de gabinete ministerial hizo dos cosas: aumentó la jerarquía del tema y generó diversidad. Dejó de estar enfocada a conocimiento, que es Ministerio de Educación y Cultura, para estar enfocada a conocimiento, agricultura, industria, economía y planeamiento. Diversificó claramente los objetivos. Ese Gabinete Ministerial de la Innovación es innovador en sí mismo como estructura del Estado, del gobierno para dedicarse a esto.

Pero un gabinete de ministros difícilmente pueda llevar la cotidiana en el ámbito político. Entonces se genera el equipo operativo de ese gabinete, que es un equipo de personas que representan cada una a uno de los cuatro ministerios y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), que son las que dialogan con la sociedad a través del Consejo Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología (Conycit) que cambia en su estructura y su función. Funciona como órgano consultivo pero se amplía a todos los actores que puedan tener que ver con esto. Por eso deja de ser solo investigación. Es investigación e innovación, está involucrada toda la sociedad, no es un tema de los investigadores y los científicos, es un tema de todos los uruguayos. Allí se da la discusión política de las estrategias.

JI - Participan representantes de los ministerios de Cultura, Economía, Industria, Ganadería y de la OPP...

AN - Exactamente, y cada uno de ellos tiene un representante en un equipo operativo, que es el que lleva la discusión política de estas cosas, sobre todo el diseño de la estrategia, que se hace en consulta con los actores. El órgano de consulta es el Conicyt.

JI - El Conicyt es mucho más amplio y tiene representantes de áreas educativas, empresariales, industriales, del propio PIT-CNT.

AN – Exactamente. Porque la innovación no es de nombres, cambió la jerarquía, cambió la forma de orientarlo y cambió el público objetivo. El público objetivo anterior eran fundamentalmente los investigadores. En el Conicyt-BID 1 eran los investigadores, en el PDT fueron las empresas y los investigadores, y en esto es toda la población, porque se entiende que en esto nos va la vida.

Todo eso a los efectos de discutir estrategia y fijarla, pero ¿quién la ejecuta en la cotidiana? Esa es la función de la ANII. La ANII tiene un Directorio de siete miembros, de los cuales cinco son delegados designados por los mismos ministerios y la OPP, y dos son propuestos por el Conicyt y designados por el Poder Ejecutivo. Uno de ellos viene del ámbito empresarial y el otro viene del ámbito académico. Ese Directorio cumple las funciones de decisión para una estructura gerencial de la cual es responsable la Secretaría Ejecutiva, que yo ocupo en este momento. Después hay una Gerencia de Instrumentos y Programas, una Gerencia Operativa, una Gerencia de Administración y Finanzas y una Gerencia de Información y Evaluación, que es que la monitorea. Esa es la estructura que ejecuta las políticas y estrategias que se definen en el plano político.

FR - ¿Podríamos decir que el Gabinete Ministerial define políticas y lineamientos, la ANII es la unidad que ejecuta y el Conicyt es el órgano asesor y consultor?

AN - El Conicyt es consultor para el equipo operativo y el gabinete, pero la agencia cada vez que va a largar un programa nuevo se lo pasa en consulta al Conicyt, que tiene un plazo para contestar y si dentro de ese plazo no contesta nada es que está aprobado. Porque también está pensado para ser ágil. Nuestro lema es: cambiar la rueda con el coche andando.

JI - Han llegado algunos mensajes de la audiencia. Freddy pregunta por qué se crea un nuevo órgano existiendo el Conicyt con una integración colegiada, en la que participaban el Estado, el ambiente académico, la actividad privada... Si no habría sido mejor fortalecer el Conicyt y establecer pautas más fuertes en la parte de innovación, si allí se quería poner el énfasis.

AN - Primero, no me corresponde a mí como secretario ejecutivo contestar. Como ciudadano sí. Esa opinión del ciudadano es correcta como opinión. Se puede pensar así o de otra forma, pero yo aquí contesto como ciudadano, porque no estoy en la ANII para decidir ni discutir política, sino para ejecutarla. Puedo decir por qué se hizo: porque el Estado asumió un rol de liderazgo en el tema y ese rol de liderazgo tiene una caja de resonancia de consulta con todos los actores sociales, pero alguien tiene que liderar. Lo nuevo es que el liderazgo no es de un ministerio sino un liderazgo conjunto. El hecho de que haya un órgano político y una agencia ejecutora ocurre en los demás países de la región, las diferencias probablemente sean otras, que el órgano político esté integrado por varios ministerios, que la ejecución incluya en una misma agencia innovación e investigación, pero no lo que pregunta el oyente. Eso ocurre en la región.

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FR - Ya repasamos los objetivos y cometidos y clarificamos la estructura de la ANII. Comencemos a hablar de los diferentes programas y proyectos enmarcados en la ANII. Por ejemplo, repasemos cuál es la situación actual del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y del Sistema Nacional de Becas (SNB). Ambos fueron objeto de debate a mediados del año pasado, cuando fueron incluidos en el proyecto de rendición de cuentas. Un grupo de investigadores publicó una carta en internet en la que cuestionaba la formación de estas dos estructuras en el marco de la ANII. Concretamente, señalaba: "Los peligros de esta propuesta provienen de que se centraliza de manera restrictiva y rígida en la órbita del Poder Ejecutivo de turno la definición de las prácticas de evaluación de personas y proyectos de investigación y de innovación".
 
¿Se ha superado esa diferencia con los investigadores respecto del SNI y el SNB?

AN - Le repito lo que dije antes: no le corresponde a la ANII discutir las políticas. Pero le puedo decir la información que tengo, que en este mundillo lo conoce todo el mundo, y por eso lo conozco, no porque sea partícipe activo.

Se han generado instancias de diálogo permanente que han permitido acotar diferencias que permanecen y aclarar algunas cosas. Siempre que uno hace un cambio, si ese cambio es realmente profundo aparecen ruidos, aparecen dolores de parto, aparecen ganadores y perdedores en términos muy generales. Sale ganando el país, pero en términos de poder relativo de las partes aparecen ganadores y perdedores, y eso genera ruidos. Hay cosas de las cuales este Poder Ejecutivo no se ha bajado ni se va a bajar. Eso le quedó claro a todo el mundo, el Poder Ejecutivo asume el liderazgo.

En cuanto a los mecanismos y las formas hubo mucha discusión y mucho avance. En el reglamento del SNI, que fue lo que más se discutió, había dos partes, una parte que se refería a los mecanismos de toma de decisiones, que no va a cambiar mucho a partir de las discusiones que se han dado, y otra parte que se refería a los mecanismos de control del funcionamiento de esto, que no aparecían solo en esa carta pública que usted menciona sino en otras, como en la de los investigadores del Pedeciba Biología e incluso en la propia ANII se hizo un taller interno para discutir estas cosas y hacer propuestas al equipo operativo, porque está abierto a consultas de todo el mundo y nosotros somos actores, ya no como empleados de la ANII sino como científicos, para modificar esa segunda parte.

Esa segunda parte, a la que alguna gente llamó represiva, que se refería a qué medida se tomaba si alguien no cumplía con algo o qué cosas tenía que hacer alguien por estar en el SNI desde el punto de vista de sus obligaciones, no como científicos sino como miembro del sistema, eso seguramente va a tener un cambio profundo y se va a ajustar bastante a la filosofía de los que plantearon las críticas. Pero la parte que se refiere a la toma de decisiones no creo que cambie. Es una política definida desde el Gabinete y desde el Poder Ejecutivo que no creo que cambie.

FR - ¿El SNI y el SNB son los dos programas principales de la ANII?

AN - No, no me atrevería que son los principales. Son muy importantes. El SNI es muy importante. Antes teníamos una cosa que se llama el Fondo Nacional de Investigadores, que era nada más que para poner un complemento de salario a investigadores que concursaban por eso. El SNI es mucho más amplio, pretende tener catalogados y evaluados a todos los investigadores en su calidad de tales por tribunales de pares nacionales y extranjeros.

FR - ¿Con qué objeto?

AN - Con el objeto de conocer la situación. Estamos en colaboración con algunos organismos de la región, como el Conicet argentino, para aprovechar sistemas informáticos que ellos tienen para extraer información para el monitoreo. Porque el país pone plata, pero hay que ver para qué sirve esa plata. Tenemos que monitorear el impacto y uno de los impactos de la inversión en investigación es la cantidad de investigadores que se forman, la cantidad de graduados de maestrías, de doctorados. Todo eso aparece en los currículos de los investigadores que se presentan al sistema y que todos los años van tener acceso a agregar –todo esto va a ser online– nuevos elementos. Entonces vamos a tener en el SNI catalogados a todos los investigadores, sean del área científica o del área tecnológica, trabajen en el sistema público o en el privado, que trabajan en el país e incluso a los que trabajan fuera del país en conexión con el país o son uruguayos que residen en el extranjero haciendo ciencia y pretenden entrar al sistema. Vamos a tener clasificados a todos los investigadores uruguayos, no solo a aquellos a los que se les va a dar un complemento salarial; eso es una segunda parte. Entre todos estos se va a hacer un concurso y se va a clasificar gente para tener un complemento salarial que es un estímulo a la actividad de investigación y de innovación.

JI - Usted decía que uno de los puntos que más le interesaba difundir es por qué camino se va hacia la innovación, a qué se está apostando...

AN - Eso es importantísimo para el país. Es muy importante que lleguemos a la famosa política de Estado. Eso quiere decir que todos los actores sociales y políticos del país lleguemos a un acuerdo básico, elemental, no en los detalles –que van a ser siempre cambiantes–: que ese discurso sea una realidad. O aprovechamos esta buena onda económica en que está ahora el país para transformar la estructura productiva en una estructura que pueda crecer económica y socialmente en forma sustentable sobre la base del conocimiento. Esa es la apuesta. Así como en la época del batllismo de principios del siglo XX la apuesta fue lograr eso reinvirtiendo las ganancias en generar una industria protegida, ahora aprendimos de esa y otras lecciones y decimos que podemos lograr un crecimiento sustentable si agregamos valor, a través del conocimiento, a nuestros propios productos y a nuevos productos. Ese punto es el crucial, y ahí es donde falla, no Uruguay, sino toda América Latina. Se ve muy fácil. Si uno se fija en qué porcentaje del PBI que se invierte en investigación y desarrollo y de dónde viene, se ve que aun el país que más invierte, que es Brasil, es casi todo inversión pública, que los privados no están invirtiendo, y mucho menos están ejecutando investigación. Quiere decir que la investigación que se está haciendo está generando poco valor y ese valor es el que genera riqueza y empleo. Entonces si invertimos dinero hasta el 1%, como Brasil –estamos bastante abajo–, y ese dinero no se transforma en riqueza y empleo, en mejor calidad de vida, como inversión desde el punto de vista de la sociedad no tenemos los resultados que deberíamos tener.

JI - ¿Qué cosas habría que priorizar?

AN - Las prioridades están en el Plan Estratégico en discusión, pero ya fueron planteadas en noviembre de 2006 en un evento en el que estuvieron los integrantes del gabinete ministerial, en el LATU. Básicamente eran seis áreas –ahora está en discusión, pueden ser siete u ocho–, el área agroindustrial, el área de biotecnología y farmacéuticos, el área de informática y comunicaciones, el área de turismo, el área de logística y un par más. Sobre esas áreas prioritarias se intenta generar demanda de conocimiento por parte de los sectores productivos y de la sociedad. Ese es un objetivo cronológicamente prioritario, no solo por la importancia sino también por la urgencia. En este año 2008 nos vamos a concentrar muy fuerte en un par de programas para promover esto.

FR - El SNI y el SNB parecen más destinados a la parte de investigación de la ANII. ¿A través de qué programas la ANII impulsa el lado de la innovación?

AN - Empezamos a trabajar por el lado de la investigación porque es el que está funcionando, Uruguay aprendió como país en estos 20 años mucho sobre esto, aunque nos falta mucho por aprender.

FR - ¿El SNI y el SNB ya están operativos?

AN – No. El SNI tiene en discusión el reglamento, hasta que no se apruebe no lo podemos hacer. En cuanto al SNB, aparte del reglamento hay becas en marcha. Por ejemplo están las becas que tenía el Pedeciba, la agencia propuso ocuparse de esas becas y que el Pedeciba use ese dinero para otras actividades. Ahí asumimos parte de las responsabilidades del futuro SNB para empezar a promover lo de cambiar la rueda con el coche en marcha.

Lo mismo con la investigación fundamental. Ya llamamos al Fondo Clemente Estable, porque el sistema no se puede parar, la experiencia de pasar del Conicyt-BID 1 al PDT con dos o tres años de quietud fue desastrosa. Se perdió mucha capacidad creada y eso no puede pasar. Pero tampoco te podés quedar en seguir haciendo lo que estabas haciendo.

Entonces hay dos programas fundamentales, el de las redes tecnológicas y el de los consorcios público-privados. En cuanto a las redes tecnológicas, este verano estamos trabajando en empezar a darle forma al programa. Están los elementos principales, se trata de liderar, a través de proponer financiamiento para cosas específicas, que se junten actores públicos y privados del lado de la oferta de conocimiento y del lado de la demanda de conocimiento, es decir, de la producción o de la salud –porque no todo es producción– para que se junten a identificar dónde hay problemas que son cuello de botella que exigen investigación para mejorar la calidad o la cantidad de la producción en su ámbito específico. Ahí vamos a financiar no la investigación sino los sistemas de gestión, de comercialización, de acceso a mercados, es decir, la actividad sinérgica asociativa de esos actores para agarrar los bueyes que tiran de la carreta, que es la demanda real del mercado, que puede ser una demanda económica o una demanda social. Cuando hablo del mercado no estoy hablando solo en términos económicos. Estoy hablando de fuera del sistema de investigación, la investigación no puede ser endogámica, vivir para sí misma, tiene que vivir para la sociedad y generar mejores condiciones. La debilidad identificada es la gestión de la innovación, la comercialización del conocimiento. En eso Uruguay es muy débil, las experiencias que ha habido son apenas pequeños intentos, por eso tenemos que profesionalizarnos, aprender de lo que hacen otros.

Y en el otro programa, el de los consorcios público-privados, vamos a financiar la investigación en esos cuellos de botella que las redes identifiquen. Productores y generadores de conocimiento llegan a la conclusión de que X problema es relevante para mejorar la producción en un área dada. Supongamos que hablamos del área láctea, se juntan productores desde los tamberos hasta la industria e investigadores de todas las áreas que tienen relación con esto y como ANII financiamos consultores que identifiquen en qué nichos del mercado podría entrar Uruguay, qué limitaciones tecnológicas puede tener para entrar, y se llega a la conclusión de que hay que investigar X cosa. Ahí tienen que juntarse públicos y privados y hacer una propuesta, que es sometida a la evaluación por pares tanto en la parte técnica como económica, y que si es aprobada se financia. Allí tenemos un problema crucial para resolver en este momento, que es cuál es la forma de personería jurídica que puede tener ese consorcio para funcionar. Lo digo por mi experiencia personal. He luchado con eso desde tiempos inmemoriales.

FR - ¿La experiencia del Polo Tecnológico de Pando puede servir como modelo?

AN - Esa, el Pasteur, el INIA, el LATU... Hay una serie de experiencia en Uruguay que muestran fortalezas pero también grandes debilidades para asociar al público y el privado. Aparte de que el privado reconozca la necesidad y demande conocimiento, que es el principal problema, que no demanda conocimiento. Pero cuando demanda, se le hace muy difícil tanto al del sector productivo como al del sector académico. Hablemos claro, la Universidad y el Estable son el 85% de la investigación en Uruguay y ambas instituciones tienen enormes problemas desde el punto de vista jurídico para trabajar con las empresas. ¿Cómo hace una facultad para facturar? Son cosas muy simples. Inventan –inventamos– formas ad hoc para tratar de resolverlo. Pero eso depende de la creatividad en la gestión que tengan algunas personas, y como país no podemos jugarnos a que dependa de la creatividad en la gestión de cuatro o cinco personas. Tenemos que inventar mecanismos que le permitan al país funcionar sin necesidad de grandes inventos institucionales personales. Esa es la tarea de la ANII. La ANII va a tener que conseguir consultores que la asesoren, por ejemplo, sobre si un fondo de fideicomiso es una forma de trabajar eso, si pueden ser fundaciones. Estudiar qué se ha hecho en otros lados, ver cuál es nuestra legislación, ver si es necesario modificar la legislación. Pero tenemos que encontrar mecanismos que hagan fácil la gestión de la interacción público-privado en el conocimiento, y fácil en cosas tan simples como facturar.

JI - Cuando uno se pone por delante proyectos como estos, ¿se pone plazos también? ¿Están manejando plazos?

AN - Sí, estamos manejando que el diseño de estos programas tiene que estar terminado en el primer semestre para hacer los llamados en el correr del año 2008. Esto es crucial. Y vamos a tener que consultar a todos los actores, fundamentalmente a los actores privados, a las cámaras, para ver no solamente por qué no demandan –ya hay algunos estudios, se hicieron consultorías para el Plan Estratégico–, sino sobre todo este tipo de cosas muy prácticas: cómo funciona, dónde vieron los problemas en el funcionamiento práctico. Lo nuestro es mucho más práctico, tiene una visión estratégica que nos guía pero una necesidad práctica de acelerar los pasos, de que las cosas funcionen.

Esa es la función de liderazgo. Tenemos que transformar el liderazgo político del gabinete en un liderazgo práctico de gestión, que la gestión sea ágil, rápida, y que no nos dediquemos a reinventar la rueda, que tratemos de aprovechar experiencias uruguayas del exterior y adaptarlas. Por eso digo cambiar la rueda con el coche en marcha, no es sentarme con 500 consultorías a ver cuál sería el perfecto. No. Demos el mejor y empecemos a caminar y a aprender institucionalmente. Luego lo iremos cambiando. No podemos seguir esperando, esta ventana de tiempo de oportunidad del país va a durar unos años, no sabemos cuántos, hay que empezar rápido a aprovecharlas.

Les paso un avisito: estamos organizando el Foro de Innovación de las Américas que se va a hacer del 30 de mazo al 2 de abril en el Hotel Conrad, en Punta del Este, cuyo objetivo fundamental es innovar la innovación a través de fomentar la interacción entre los actores públicos y privados de la innovación –empresarios, académicos, políticos– de todos los países de las Américas para tratar de promover a Uruguay como un país referente en el tema de la innovación y la promoción del desarrollo tecnológico. Va a venir gente muy importante como conferencistas. Uno es el Nicolás Negroponte, director del MIT y del programa One Laptop per Child, en el que Uruguay es una estrella, y el comité de ese programa se va a reunir en paralelo a este foro. También viene el señor Héctor Otegui, que es gerente general de INBA, una empresa argentina que diseña reactores nucleares de escala media y que acaba de ganar una licitación contra las multinacionales del sector en Australia y está en este momento está construyendo satélites. Es importante conocer las fortalezas que hay en la región en estos temas. Van a venir ministros, por ejemplo ministros de Innovación de países como Nueva Zelandia, Finlandia, también ministros de Economía de países de la región, va a haber un almuerzo como los almuerzos de un organismo de marketing, con un panel, vamos a hacer uno con un panel de ministros de Economía de la región para plantear cuáles son las estrategias para financiar para apoyar y estimular la inversión en innovación. Porque van a venir empresarios, incluso gente que se maneja en capital de riesgo. Es decir, eventuales inversores que quieren ver dónde hay oportunidad de inversión en América Latina y empresarios de la región y uruguayos interesados en captar esas inversiones para promover planes. Esto va a tener sesiones plenarias, talleres y rondas de negocios para generar resultados concretos.

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Edición: María Eugenia Martínez