El petróleo sube y con él las naftas y la energía eléctrica. Por esto, diseño y arquitectura se unen para mejorar y hacer más eficiente el consumo energético. "La arquitectura debe expresar el tiempo.

Arquitectura y diseño para un uso eficiente de la energía

Arquitectura y diseño para un uso eficiente de la energía

El petróleo sube y con él las naftas y la energía eléctrica. Por esto, diseño y arquitectura se unen para mejorar y hacer más eficiente el consumo energético. Ventanas dobles, energía solar, ahorro en el traslado de materiales, calefacción, ventilación y un largo etcétera forman parte del sistema LEED, que se utiliza en Estados Unidos y promueve un uso racional de la energía y un aprovechamiento de los recursos existentes en un momento y lugar determinados. "La arquitectura debe expresar el tiempo. Vivimos un tiempo en que la energía es crucial, es escasa, tenemos que ser más conscientes y la arquitectura tiene que reflejar eso", explicó el arquitecto Guillermo Honles.

(Emitido a las 9.00)

EMILIANO COTELO:
El viernes el barril de petróleo se acercó a los 140 dólares y hay analistas que ya vaticinan que llegará a 200 dentro de pocos meses. Este es uno de los tantos motivos para que los uruguayos nos sacudamos la modorra y asumamos cuanto antes el uso eficiente de la energía.

La eficiencia energética abarca distintas áreas, desde la utilización de lámparas de bajo consumo y calefones con adecuado aislamiento térmico, hasta la forma de construir una casa o un edificio para que sus habitantes no desperdicien energía y aprovechen las energías renovables.

En este último plano, el de la construcción, el hemisferio norte ha avanzado mucho, tanto en el desarrollo de tecnologías como en la aprobación de leyes y decretos que fomentan esa variante de la eficiencia energética.

En los próximos minutos vamos a conversar con un experto en este tema, el arquitecto Guillermo Honles, que se desempeña en el gobierno municipal de la ciudad de Los Ángeles en las áreas de arquitectura sobre energía solar, y además es docente universitario en estas cuestiones.

Usted es nacido en El Salvador y nacionalizado estadounidense. ¿Desde cuándo está en California, Los Ángeles?

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GUILLERMO HONLES:
Llegué a California a estudiar a los 20 años y me fui quedando hasta ahora, ya llevo 28 años allí.

EC - Usted tiene un master en Arquitectura en la Universidad de California en Los Ángeles y es docente en la Woodbury University de Los Ángeles y San Diego. Ese es uno de los motivos de su presencia en Montevideo, su actividad docente, ya que ha venido con alumnos.

GH - Venimos con un grupo de 22 alumnos y vamos a recorrer Uruguay –específicamente Montevideo– y Buenos Aires. En Montevideo estamos siguiendo la brecha de Eladio Dieste, que es un ilustre ingeniero arquitecto uruguayo, y luego pasaremos a Buenos Aires, donde vamos a hacer un proyecto de urbanismo en conjunto con la Universidad de Morón.

EC - ¿En estas universidades de Estados Unidos ustedes estudian la obra del ingeniero Dieste?

GH - Se lo ha descubierto últimamente, Eladio Dieste se ha puesto un poquito de moda por allá y en el contexto de nuestra clase lo consideramos muy importante. Y acá estamos, vamos a ver su lindo país, y la obra de don Eladio.

EC - Nos despertó curiosidad la conferencia que usted va a dictar esta noche. A las 20 horas, en el Salón de Maestría de la Facultad de Arquitectura, disertará sobre "Energía + Diseño = Arquitectura". ¿Qué hay detrás de ese título que parece una ecuación?

GH - Es una ecuación muy importante. El asunto de la energía es crucial, sobre todo en los edificios. Hay una estadística muy importante que muestra que los edificios consumen la mitad de la energía del mundo. Si pensamos en lo que toma construirlos, mantenerlos, operarlos y al final desecharlos, la mitad de la energía que se produce a diario en el mundo va a la operación y funcionamiento de edificios. De modo que si logramos hacer una contribución mayor en el aspecto energético en la manera como se diseñan los edificios, haríamos una contribución importante al problema energético mundial.

EC - ¿Desde cuándo se construye pensando en el aprovechamiento energético?

GH - Eso ha variado, no le puedo dar una cifra exacta del mundo, le puedo hablar de lo que conozco: específicamente en el estado de California, que en Estados Unidos ha sido un poco la vanguardia en este sentido, por el 78 empezaron las primeras leyes de conservación energética. De hecho, una cosa que me pareció curiosa en mi transposición a Los Ángeles, en mi profesión de arquitecto, es que en California se requieren cálculos de funcionamiento energético de los edificios tanto como cálculos estructurales y de ingeniería eléctrica y mecánica. En los últimos cinco años, por razones muy obvias, en el mundo se han multiplicado las exigencias y los requerimientos y hay un movimiento grandísimo que apunta a mejorar la eficiencia energética de los edificios y la parte de energías renovables aplicadas a los edificios.

EC - ¿De qué manera se puede diseñar un edificio para que sus habitantes o sus usuarios realicen una utilización eficiente de la energía?

GH - Me encanta el tema, en el sentido de que nos creemos que es una cosa nueva y no lo es. La arquitectura, hasta hace unos 200 años, era diseño climático en todas partes, todos recordamos las casas de la colonia, las construcciones antiguas, donde lidiaban con el clima con las cosas que tenían. Primero era eso, la observación del clima, la observación de la materialidad de las cosas que había en el lugar. Era difícil traer mármol de Carrara para un edificio de fachada en Montevideo, tenían que lidiar con lo que había. Esos son aspectos bien importantes, el estudio en profundidad del clima y las condiciones de uno.

Pero eso se perdió hace unos 200 años con la revolución industrial, el hombre inocentemente creyó que podía modificar el ambiente a su antojo con las máquinas y con la abundancia de energía que se tenía entonces con la producción de petróleo, y se olvidaron esos preceptos. El modernismo tenía esa inocencia de ser igualitarios para todo el mundo, entonces se hacían los mismos edificios en todas partes, sin ninguna consideración por el clima, porque con un acondicionador de aire o una calefacción se solucionaba cualquier problema.

EC - Usted remarca que la arquitectura asociada con el uso eficiente de la energía es tan vieja como los tiempos, pero que en el pasado reciente ese tipo de preocupaciones se descuidaron. ¿Qué ejemplos podemos manejar, no tanto de las casas de la época colonial, sino más bien en los tiempos modernos, de variantes en el diseño arquitectónico que favorezcan el uso eficiente de la energía?

GH - Hay muchísimos ejemplos en el mundo.

EC - Todos los ejemplos sirven.

GH - Son específicos, muchos casos puntuales de edificios. Uno muy conocido es la remodelación del Reichstag en Berlín.

EC - La actualización del edificio del Parlamento.

GH - En ese edificio no solo se hizo una inserción simbólicamente muy importante, porque se retomó el tema histórico del domo que tenía el edificio, sino que además ese domo es de muy alta tecnología, que es la parte interesante ahora. La primera parte fue hablar sobre lo histórico, pero ahora tenemos la combinación de lo nuevo, lo que hemos descubierto, que sería tonto no usar.

En el domo hay unas políticas muy interesantes de manejo del clima, del movimiento de aire, e incluso tiene una instalación espectacular de energía solar en el techo y las terrazas. Es un edificio que hay que observar desde todos los puntos de vista: simbólico, arquitectónico (por la forma y lo que uno quiera), pero también porque no es una cosa puesta ahí solo porque hay que poner un domo, sino que la forma se ofrece al manejo del aire, hay un efecto chimenea espectacular con el cual se maneja el movimiento del clima.

EC - Esa cúpula vidriada y la tecnología que se le ha incorporado permiten que la sala de plenarios de la Cámara de Diputados alemana tenga buena luz natural casi todo el día.

GH - Buena luz natural, que es uno de los preceptos cruciales de la arquitectura sustentable –porque en la luz artificial se gasta mucha energía en los edificios– pero además de en el acondicionamiento del aire.

EC - Ese es un ejemplo emblemático, revolucionario, ganador de premios internacionales. Pero vayamos a tecnologías aplicables en casas o edificios comunes y corrientes.

GH - Nosotros hemos manejado cosas muy sencillas. Hace muchos años que en California el vidriado es doble incluso en las casas, no solo en los edificios comerciales, porque esa capa de aire que se crea entre las dos capas de vidrio provee un aislamiento fantástico que permite tener más entrada de luz natural sin sacrificar la relación interior/exterior que a veces produce el vidrio. Todos sabemos que cerca de los vidrios uno se siente más caliente o más helado.

EC - Es un ejemplo de una terminación que en la construcción requiere una inversión un poco mayor, porque en vez de poner un vidrio hay que poner dos y hay un tratamiento especial para la cámara que se genera entre las dos películas, pero que después implica un ahorro significativo en el uso de combustible, calefacción, etcétera, de esa vivienda.

GH - Usted tocó un punto crucial: una de las grandes dificultades es el costo económico de la implementación de estos elementos. El aislamiento térmico es muy importante en las casas de ahora (no hablemos de edificios grandes, sino de casas), pero además se usan mucho los controles automáticos para encender la luz al entrar a una habitación y apagarla al salir, para que no esté encendida todo el tiempo y las lámparas fluorescentes también son muy importantes.

Pero esto inicialmente trajo un costo que, como no era la norma del mercado, hizo que mucha gente se resistiera miopemente, sin hacer un análisis concienzudo de largo plazo. Hoy hacemos todos los análisis de edificios con un plazo de 30 años de existencia, por lo menos, porque ahí se empieza a ver la ganancia en la mayoría de estas implementaciones.

Con lo que se paga de energía en Los Ángeles, la instalación de energía solar se resarce al cabo de ocho o nueve años y luego se tiene un montón de energía gratis. Y todos sabemos que la energía nunca baja, sino que sube todo el tiempo, y cada vez que sube, esa inversión inicial rinde más ganancia. La mentalidad tiene que ser de largo plazo, al que piensa en hacer cosas ahora y recuperar la plata no se lo va a convencer.

EC - ¿Qué pasa con alguien que vive en una casa o en un edificio que se construyó sin considerar este tipo de criterios, donde los constructores no tuvieron en cuenta el uso eficiente de la energía? ¿Es sencillo y/o barato introducir reformas que atiendan ese tipo de factores?

GH - Depende de la magnitud del problema. Hay toda una rama de la arquitectura sustentable y de regulaciones sustentables que tiene que ver con poner al día los edificios y las casas que fueron diseñados con problemas energéticos. Depende de las circunstancias de cada uno y de qué tan lejos se quiera llegar.

Si queremos añadir una instalación de energía solar, el costo va a ser un poco más alto, pero hay elementos fáciles. El cambio de ventanas es algo que se está haciendo mucho, la implementación del aislamiento térmico, el establecimiento de sombras, persianas, en algunos casos aberturas en los techos, tragaluces. Hay una serie de medidas no necesariamente muy complicadas ni muy caras, sino que depende de la habilidad del arquitecto y del constructor para implementar estas cosas. Pero se puede remediar, tiene que ser una condición muy rara para que no se pueda hacer nada.

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EC - Usted se desempeña en el Departamento de Agua y Energía del municipio de Los Ángeles, en California, Estados Unidos. ¿Qué hace ese departamento en particular?

GH - Su función básica, como el nombre lo dice, es proveer el agua y la electricidad a la ciudad de Los Ángeles. Es la segunda compañía en envergadura en Estados Unidos –la de Nueva York es un poco más grande que la nuestra–, pero es una compañía muy importante, genera muchísima energía, 7.000 megavatios al año y se les da agua a casi cuatro millones de hogares diariamente.
 
EC - En el caso concreto de Los Ángeles, ¿qué programas hay destinados a fomentar el uso eficiente de la energía en las viviendas y en las oficinas?

GH - Estas cosas tienen que ser holísticas, no hay que fomentar un aspecto particular, porque a veces se producen desbalances. Nuestro programa no es solo de eficiencia energética sino también de eficiencia en el uso del agua. Desgraciadamente Los Ángeles es un desierto, esa ciudad no viviría sin agua importada desde fuera, entonces tenemos que ser mucho más eficientes en el uso del agua y de la energía. Tenemos varios programas de rango estatal, como por ejemplo leyes de conservación de energía que se aplican a todo lo que se construye.

EC - ¿Qué establecen esas leyes?

GH - Establecen los controles, el grado de eficiencia en el uso de la energía del edificio, que no se desperdicie energía.

EC - Cuando un arquitecto presenta los planos de una casa o de un edificio de apartamentos, ¿las autoridades municipales que los examinan pueden llegar a vetarlos por implicar un desperdicio o un derroche de energía?

GH - Sí, esos planos son cálculos que van al Departamento de Construcción de la ciudad y son examinados como los planos estructurales, los planes eléctricos y cualquier aspecto del edificio, el cálculo energético es muy importante. Si un edificio no pasa la parte energética, no tiene permiso de construcción, se es muy estricto.

Esas leyes son ratificadas por cada municipalidad, el estado las impone y la municipalidad las ratifica y en el caso nuestro les suma. Las municipalidades no tienen autoridad para reducir una ley, pero sí para aumentarla, para hacerla aún más restrictiva.

Los Ángeles se ha visto obligada o motivada a usar un sistema que se creó hace unos diez años en Estados Unidos por parte de una organización no gubernamental interesada en el ambiente. El sistema se llama LEED, que es el acrónimo de "liderazgo en eficiencia energética a través de diseño" y establece una serie de parámetros, como cuatro niveles de diseño energético de un edificio: bronce, plata, oro y platino, y uno decide en qué nivel va a implementar su edificio.

Las ciudades de Estados Unidos han empezado a adoptar este sistema como requerimiento. En Los Ángeles, por ejemplo, se ha adoptado que para los edificios propios –hechos con los fondos del municipio– el nivel va a ser por lo menos plata. Y ahora se le ha impuesto el bronce como nivel más bajo a la empresa privada, al que quiere construir privadamente.

El nivel más bajo de este sistema es 20% más eficiente o más restrictivo que las leyes de energía del estado. Esto se está imponiendo en todo Estados Unidos y va a afectar nuestra profesión y la manera como se hacen edificios. El sistema LEED es crucial, es un tsunami de regulaciones y elementos que toman en cuenta todo, desde lo que sucede con el terreno y los materiales, no solo en el lugar sino de dónde vinieron, cómo los sacaron, cuánta energía se consumió en hacerlos y transportarlos...

EC - ...también se tiene en cuenta el uso de la energía en los insumos que se utilizan para la construcción.

GH – Esa es un área muy importante, el concepto de energía intrínseca de cada material.

EC - Supongo que no es fácil en Los Ángeles incorporar mármoles de Carrara a una edificación, porque ese mármol va a tener que pagar un flete muy caro, que incluye gastos de combustible, desde Italia hasta California.

GH - Sí, la energía intrínseca de ese material es muy alta, eso desbalancea los cálculos de energía y el edificio no se puede hacer, entonces hay que buscar algo más local. En el sistema de implementación de diseño LEED uno puede hacer puntos acortando el radio de distancia de donde vienen los materiales (50, 100, 200 kilómetros), y cuanto más cerca, más sustentable es el edificio. No necesariamente eso lo hace más eficiente energéticamente, pero por lo menos no se tira energía en traer cosas innecesariamente. Todos sabemos que la esencia y la identidad de un lugar vienen de edificios hechos con lo que había ahí.

EC - Las ventanas con doble vidrio, ¿son obligatorias en esos niveles de bronce, plata y para arriba?

GH - Absolutamente. Otro concepto es el de reciclaje: no tumbar edificios porque sí, primero hay que examinar si se pueden salvar, si se pueden remodelar. Y luego el reciclaje de materiales que es muy importante. Y ya no solo la doble ventana, sino que también el vidrio es reciclado, las alfombras, las pinturas, hay cualquier cantidad de materiales reciclados dentro de los edificios, y ese es otro concepto importantísimo dentro de la nueva ola de estos sistemas de implementación energética. Es un concepto holístico que viene de todas partes, no es solo poner ventanas como único remedio, es un concepto envolvente que abarca todos los rubros en lo que tiene que ver con la energía y el edificio. Su localización en el sitio, los desperdicios...

¿Usted sabe a dónde van a parar los desperdicios de una construcción? Ni idea, tenemos que tener una política para determinar adónde va a ir a parar el camión donde se tiró todo el ripio y toda la madera desperdiciada. Son 64 áreas en total.

EC - Por ejemplo, ¿cómo pesa en esa ecuación la instalación de sistemas de energía solar?

GH - Irónicamente es una de las peleas que tenemos, tiene muy pocos puntos, ya que es un rubro que todavía tiene un costo relativamente alto dentro de la construcción y los puntos que ganamos no son muchos. Eso se va a cambiar en la nueva ley de LEED, se le va a dar mucha más importancia. Una de las críticas que teníamos era que instalar una raca para bicicletas, y animar a la gente a ir en bicicleta al trabajo, tenía el punto del nivel más bajo de energía solar. Y es que la energía solar viene con un mínimo del 10% del consumo energético de un edificio y el costo no da.

El sistema es relativamente nuevo en el país, entonces empieza la pelea por balancearlo y hacerlo bien. Ningún sistema de puntos para diseñar siguiendo una guía es el remedio, es un poco antitético en ese sentido, pero es un buen primer paso, porque desgraciadamente la mayoría de nosotros no hacemos las cosas si no nos obligan.

EC - El puntaje que obtiene un determinado proyecto y el hecho de ingresar en las categorías bronce, plata, oro, ¿qué ventajas implica?

GH - En primer lugar, la más obvia, es que un edificio diseñado de esa manera va a consumir mucho menos energía y va a ser un beneficio económico para el usuario o para el dueño. Pero si hablamos de los permisos de construcción, si usted somete un edificio buscando cierta certificación del sistema LEED, le aceleran los planos, se los hacen más rápido y le cobran menos. También hay subsidios para implementar la parte de energía social, para instalar inodoros que utilizan muy poca agua. Hay un beneficio económico directo inmediato al implementar estas tecnologías.

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EC - A partir de toda esta información sobre cómo se fomenta por distintas vías en el caso de Estados Unidos y en particular en la ciudad de Los Ángeles la construcción atendiendo a un uso eficiente de la energía y del agua, ¿cuánto afectan esas restricciones al diseño? ¿Cómo se siente un arquitecto tan condicionado por ese tipo de factores?

GH - La respuesta debería que no se siente para nada condicionado, porque un arquitecto verdaderamente hábil encuentra la manera de manejar estas oportunidades para hacer arquitectura. Ahí viene el tema de mi conferencia.

EC - Nos quedó pendiente su respuesta a por qué una especie de ecuación como título de su conferencia: "Energía + Diseño = Arquitectura".

GH - Porque el diseñar considerando el uso de la energía, su consumo, al final determina la forma arquitectónica y la estética. Son edificios en que la energía solar no se vuelve parte de algo que se tiró en el techo, sino que suele ser parte de una fachada, de las paredes, turbinas de viento, microturbinas... Hay toda una teoría estética detrás de esto que en vez de ocultarlo empieza a ser parte de cómo se mide un proyecto. El Centro Pompidou en su momento fue la expresión máxima de ese tipo de cosas.

La arquitectura debe expresar el tiempo, este es el momento, vivimos un tiempo en que la energía es crucial, es escasa, tenemos que ser más conscientes y la arquitectura tiene que reflejar eso, entonces generar edificios de esta naturaleza obvia, con elementos que por ahí uno nunca soñó que iban a ser parte de la estética. Eso es lo que significa esa ecuación: pensando en la energía, usando la habilidad del arquitecto –que para mí no son restricciones, son oportunidades de diseño–, generar una arquitectura nueva, que hable de ahora. Así como ahora estudiamos lo que hicieron hace 300 años, que la gente dentro de 300 años diga: "¿Qué hicieron los del siglo XXI o XX que era de ellos, qué reflejaba, cuáles eran sus condiciones?".

EC - ¿Está suficientemente desarrollado este concepto en las facultades de Arquitectura de esta parte del planeta? ¿Qué dice su experiencia de charlas acá, en el hemisferio sur?

GH - Hay un interés muy grande, pero la implementación todavía es muy poca a escala de verdadera generación de arquitectura nueva. El uso de la luz fluorescente, por ejemplo, hay medidas pequeñas implementadas en lo interno, pero todavía no he visto muchos edificios en que la energía sea un generador crucial de la forma y la estética de la arquitectura. Todavía no hay muchos, pero es inevitable.

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EC - ¿Hasta cuándo se quedan en Uruguay?

GH - Hasta mañana.

EC - ¿Desde cuándo están?

GH - Llegamos el viernes.

EC - Ya han tenido tiempo para dar unas vueltas.

GH - Sí, incluso nos llevaron a conocer Punta del Este. Ha sido muy agradable, su país es muy agradable, me encanta, yo he venido muchas veces y no le miento al decirle que si me fuera de Estados Unidos para retirarme a algún lugar, sería Uruguay, me encanta su país.