Despegó el Endeavour
El transbordador estadounidense, con siete astronautas a bordo, partió rumbo a la Estación Espacial Internacional desde el centro espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral.
Los dos cohetes impulsores externos, que colaboran con el 80% del empuje al comienzo del lanzamiento o el equivalente a 44 millones de caballos de fuerza, se separaron como estaba previsto dos minutos después del despegue para caer en el océano Atlántico, de donde serán recuperados y reutilizados.
El transbordador alcanzó la órbita terrestre ocho minutos y medio después de su lanzamiento, anunció la agencia espacial estadounidense NASA.
Más tarde, la NASA informó que durante el despegue se soltaron restos de material y el transbordador, que recibió al menos dos impactos y pudo resultar dañado.
"Hubo varios trozos que se desprendieron y algunos probablemente impactaron la nave antes de que terminara el periodo (...) en que pueden potencialmente dañar el transbordador", dijo el administrador de operaciones espaciales Bill Gerstenmaier en una conferencia de prensa donde minimizó las eventuales consecuencias del incidente.
Según el funcionario, la NASA comprobó que poco después de la separación de los cohetes propulsores, 2,15 minutos después del lanzamiento, se desprendieron varios restos, cuyo origen no especificó.
"Podemos ver claramente en el frente del transbordador marcas blancas (que corresponden a) donde las placas térmicas resultaron impactadas", agregó.
"No consideramos eso como un problema", enfatizó.
Ocho o nueve restos de material que se desprendieron después de pasados seis minutos del despegue, no representan ningún riesgo, dada la baja velocidad que desarrollaron pues el transbordador ya se encontraba a una altitud en que la atmósfera es muy poco densa, explicó Gerstenmaier.
El lanzamiento se efectuó luego de cinco postergaciones desde el 11 de junio, tres de ellas desde el sábado.
Aunque las nubes tormentosas finalmente se alejaron, el clima era inestable pocas horas antes del despegue: fuertes lluvias se abatieron sobre la plataforma una hora antes de la llegada de los astronautas.
Los responsables de la misión habían tenido que renunciar en los últimos minutos de la cuenta regresiva a lanzar el Endeavour el domingo y nuevamente el lunes debido a tormentas en curso demasiado cercanas a la plataforma de lanzamiento. Ya el sábado, la Nasa había pospuesto el vuelo antes de iniciar el llenado del tanque externo.
Cada anulación del despegue de un transbordador cuesta a la agencia espacial estadounidense aproximadamente un millón de dólares. Esa suma cubre fundamentalmente los costos del llenado del tanque, las extras pagadas al personal y el alojamiento de especialistas que llegan de otros centros de la Nasa para el lanzamiento, y que deben quedarse en Cabo Cañaveral hasta la partida del transbordador. Las cinco postergaciones costaron 4,5 millones de dólares.
El vuelo del Endeavour tiene como objetivo llevar e instalar en la ISS el último elemento del laboratorio japonés Kibo, cuyos dos módulos presurizados fueron incorporados en 2008, al igual que Columbus, el laboratorio europeo.
El Endeavour lleva además a un nuevo miembro de la tripulación de la ISS, en la cual participan 16 países: el estadounidense Tim Kopra reemplazará al japonés Koichi Wakata.
Tras esta misión solo quedarán siete vuelos de transbordador antes del retiro de los tres que conforman la flota estadounidense, previsto para setiembre de 2010.