Los mosquitos contaminados con una bacteria llamada wolbachia resultaron más resistentes al dengue y a la chikungunya, así como a una forma de paludismo aviar, informaron los autores del trabajo.

El dengue, una enfermedad contra la que no hay vacuna, mata a 40.000 personas en el mundo cada año y contamina a 50 millones de personas. La chikungunya generalmente no es mortal pero se manifiesta con síntomas similares a los del dengue (náuseas, agotamiento), según publica AFP.

O'Neill y su equipo buscan transmitir la bacteria a mosquitos de laboratorio para soltarlos al aire libre y generalizar la infección entre la población de insectos.

Si las pruebas tienen éxito, "efectuaremos experimentos al aire libre de aquí a dos años", indicó el científico.