El funcionario explicó que la siembra de huevos de tortuga se logró con el apoyo de unos 800 recolectores que subsisten de vender ese producto, pero donan al Conap el 20% de lo que recolectan, según consigna la agencia AFP.

En los tortugarios, los huevos son sembrados en la arena; a las pocas horas de nacidas, al caer la noche, son liberadas y corren hacia el mar. Cuando se conviertan en adultas, volverán al mismo lugar.

Martínez señaló que la recolección y comercialización de huevos de esa especie está prohibida, y los recolectores, cuando encuentran un nido, deben entregar todos los huevos a los tortugarios, pero desconoce si cumplen con la normativa.

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