Si ese día miramos hacia el oeste (por donde se pone el sol) unos minutos después del anochecer, estarán muy juntos los planetas Mercurio, Saturno, Venus y Marte, y la lna en medio de ellos.

La "danza" de los planetas en el cielo, provocada por su eterno orbitar alrededor del sol, hace que en estos días parezcan -y sólo parezcan- estar cercanos entre sí.

"Parecen" estar cercanos entre sí porque viéndolos desde la Tierra se encontrarán reunidos en una pequeña porción del cielo, pero en realidad se encuentran a grandes distancias unos de otros. Mercurio, por ejemplo, se encontrará a casi 120 millones de kilómetros de nosotros; Venus a 111 millones de kilómetros; Marte estará a más de 300 millones de kilómetros, y Saturno a más de 1536 millones de kilómetros. La Luna, por su parte, se encontrará a tan sólo unos 359 mil kilómetros.

La luna nueva, que para ese día estará iluminada solamente en un 12% y se verá apenas como una uña pequeña y finita, se sumará a estos planetas en su "danza". Si la atmósfera está lo suficientemente clara, quizá hasta se pueda ver en ella la "luz cenicienta", que es la que ilumina la parte oscura de la luna a la que no le da la luz del sol en forma directa, y que es producto de la luz solar reflejada por la superficie de la Tierra.

Para observar esta conjunción de astros en el cielo, se recomienda buscar un lugar con el horizonte oeste lo más despejado posible y lejos de focos que puedan encandilar. Desde esa ubicación se podrá ver en orden ascendente a Mercurio (cercano al horizonte), más arriba a la Luna, a su derecha a Saturno, poco más arriba y muy brillante al espectacular Venus (el Lucero), y por último a Marte, con su característico color rojizo.

Si el jueves está nublado, habrá que esperar al viernes, que aunque la luna continúe su movimiento en torno a la Tierra y se haya desplazado un poco en el cielo, de todas maneras brillará por "encima" de los cuatro planetas con su disco un poco más iluminado.

Si ambos días hay nubes, la espera será hasta el 30 de abril y el 1º de mayo de 2011, cuando a las 6 horas y más bajo sobre el horizonte, vuelva a ocurrir esta disposición.