La investigación estuvo a cargo de la Universidad de Northumbria, que utilizando tecnología 3D para crear figuras humanas identificó potenciales diferencias bioquímicas entre un "buen" y un "mal" bailarín, según los ojos de las mujeres.

Los resultados de esta investigación fueron publicados en la revista británica Royal Society Journal Biology Letters. Las conclusiones fueron que hay ocho movimientos que hacen la diferencia: el movimiento del cuello, el tronco, el hombro y la muñeca izquierda, y la velocidad de la rodilla derecha.

Uno de los científicos que lideró la investigación, el doctor Neave, cree que la forma en que los hombres se mueven al bailar genera "señales de la calidad reproductiva del hombre en términos de asalud, vigor o fuerza".

Los responsables del estudio filmaron en 3D a 19 hombres entre 18 y 35 años mientras bailaban a un ritmo sencillo. Sus movimientos fueron traspasados a imágenes en las que no se podía identificar a los hombres por su atractivo físico, de modo tal que 35 mujeres heterosexuales pudieran puntuar sus pasos de baile sin ser influidas por la apariencia.

Foto: Universidad de Northumbria