Científicos inventan máquina de traducción del pensamiento
Un equipo de especialistas descubrió un mecanismo que puede traducir las ondas cerebrales en palabras, según la agencia de noticias EFE.
Este invención que parece propio de una película de ciencia ficción funciona gracias a la colocación de electrodos en el cerebro.
Científicos de la Universidad de Utah, liderados por el bioingeniero Bradley Greger, han avanzado hacia el ideal de "leer el pensamiento" de las personas que sufren parálisis avanzada.
El estudio fue publicado en la revista especializada "Journal of Neuroscience" y recogido este jueves por varios medios norteamericanos, revelando que se puede traducir las ondas cerebrales en palabras.
El equipo de especialistas diseñó un sistema que reparte los electrodos en dos "rejillas" de la magnitud de un botón- y lo colocaron en los centros del habla del cerebro de un paciente epiléptico.
Este mecanismo se conectó a un ordenador que graba señales cerebrales y se mostró al paciente 10 palabras pertinentes para un individuo con parálisis, entre las que se cuenta "sí", "no", "frío" "calor", "hola", "adiós", entre otras. Luego le pidieron a éste que repitiera las palabras en voz alta y el odenador registró las mismas señales cerebrales para cada una de éstas que las del experimento anterior, con una eficacia del 76 al 90%.
El profesor Greger calificó el descubrimiento de "lectura del pensamiento" y espera que "en dos o tres años esté disponible para su uso en pacientes paralizados", según recogió la agencia EFE.
"Hemos probado que estas señales nos dicen lo que la persona está pensando, pero necesitamos ser capaces de traducir más palabras con más precisión hasta que se convierta en algo que un paciente pueda considerar útil", agregó.
Además, dijo que quienes podrían beneficiarse de este hallazgo, que hasta el momento se ha probado en un solo paciente, son los que padecen síndrome de parálisis temporal luego de sufrir un ataque o Lou Gehrig -trauma profundo-.
El experto aclaró que este método no cuenta con la colocación de electrodos en la superficie del cerebro, el cual se ha dejado de lado en varias ocasiones por miedo a provocar daños irreversibles. Explicó que las pequeñas partidas de electrodos "no se implantan" sino que sólo se depositan en los centros del habla.
El equipo de especialistas intentarán aumentar la precisión de las lecturas incrementando la cantidad de electrodos reunidos en la rejilla de 16 a 121 sensores. De esta forma, "podría refinar" la máquina de traducción del pensamiento.
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