Luz eléctrica generada con excrementos de perro
Un parque de caninos en Cambridge es iluminado con gas metano. Es la invención del artista Matthew Mazzotta que busca hacer de los desperdicios una fuente de energía.
"Park Spark" (Chispa del parque), así se titula el convertidor formado por dos tanques de acero de 1.900 litros que se conecta con una tubería a una lámpara.
Además de "dar suerte", fastidiar a algún transeúnte y largar mal olor; las heces de canes sirven para encender los caminos del parque Pacific Street, un lugar diseñado para el paseo de perros.
Los tanques, donde se almacena y procesa el metano, están pintados de color amarillo y unos letreros advierten sobre cómo se debe tratar con los excrementos caninos. Está todo previsto. En el mismo parque se reparten bolsas biodegradables para que se recojan los desperdicios y luego vayan a parar a uno de los tanques.
El parque es pequeño pero por su gran utilización siempre existe combustible suficiente para que esté iluminado. En sí el metano es indoloro, y son los microbios los que hacen que se sienta el particular olor.
El artista realizó una maestría en estudios visuales, pero más que la academia necesitó de su ingenio para no desperdiciar los desechos.
Foto: Cambridgema.gov