Mientras mayor la amígdala, mejor la vida social
La amígdala, estructura ubicada en la profundidad del cerebro, se encarga de procesar las emociones y es capaz de determinar la riqueza de la vida social de las personas.
Investigadores del Hospital General de Massachusetts y de la Escuela Médica de Harvard, en Estados Unidos sostienen que el tamaño de la amígdala determina la calidad, el tamaño y la complejidad de los vínculos sociales entre humanos.
Los voluntarios al estudio debieron responder un cuestionario que medía el número de contactos sociales que cada participante tenía y la cantidad de grupos a los que pertenecían. Asimismo, fueron sometidos a un escáner cerebral de imágenes de resonancia magnética que medía el tamaño de diversas estructuras del cerebro, lo cual permitió descubrir la correlación entre el tamaño de la amígdala y el de las redes sociales.
Científicos afirman, en la revista Nature Neuroscience, que estos resultados se han confirmado en estudios realizados con primates. "Sabemos que los primates que viven en grupos sociales grandes tienen una amígdala más grande", afirmó ante BBC Mundo la profesora Lisa Feldman.
La doctora Feldman afirmó que se están "llevando a cabo más investigaciones para tratar de entender mejor cómo la amígdala y otras regiones del cerebro están involucradas en la conducta social de los humanos".
Agregó que "también estamos tratando de entender cómo las anormalidades en estas regiones cerebrales pueden alterar la conducta social en las enfermedades neurológicas y psiquiátricas".
Investigaciones anteriores han demostrado la relación de la amígdala con el procesamiento de reacciones emocionales, como el miedo.