Otrora los genetistas consideraban que los genes establecían los mismos lineamientos para todos quienes los compartieran, no obstante, hoy en día los científicos son conscientes de que los genes interactúan con su entorno, activándose y desactivándose continuamente. Las diferentes actitudes, estilos de enseñanza y tipos de prácticas y ejercicios orientan a las personas hacia diferentes caminos.

Debido a esto, es incorrecto asumir que las habilidades o la inteligencia dependen únicamente de la herencia, sino que también se ven influenciadas por la vida que llevamos. Patrick Bateson, biólogo de la Universidad de Cambridge, en diálogo con BBC Mundo, afirmó que "en cada caso, cada individuo comienza su vida con la capacidad de desarrollarse de varias formas distintivamente diferentes (...) como si fuera una rocola: el individuo tiene el potencial de tocar un sinnúmero de diferentes melodías evolutivas. Cada melodía particular de desarrollo que es tocada es seleccionada por el entorno en el cual el individuo esta creciendo".

Sin embargo, esta noción evolutiva difícilmente logra erradicar la creencia de que cada persona hereda una inteligencia determinada y que la mayoría de nosotros estamos condenados a una vida de mediocridad, mientras que unos pocos afortunados, ganadores de la lotería genética, alcanzan el máximo potencial de genio.

"La inteligencia representa un set de competencias en desarrollo", sostuvo Robert Stemberg, de la Universidad de Tuffs en Estados Unidos, en comunicación con BBC Mundo. Los investigadores del talento, Mihaly Csikszentmihalyi, Kevin Rathunde y Samuel Whalen concuerdan con esa afirmación.

"Personas con un alto récord académico no necesariamente han nacido más 'inteligentes' que otras (...) pero trabajan más duro y desarrollan mayor autodisciplina", aseveran los investigadores en Adolescentes Talentosos.

Asimismo, James Flynn, de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, ha determinado, a través de la documentación de puntajes de coeficiente intelectual a lo largo de los siglos, que la inteligencia ha aumentado sostenidamente de época en época. Esto se repite en el ámbito del talento, ya que los nadadores, ciclistas, jugadores de ajedrez, músicos, etc., son más habilidosos de lo que fueron en generaciones anteriores.

Por su parte, Carol Dweck, de la Universidad de Stanford en Estados Unidos, afirma que los estudiantes que comprenden a la inteligencia como algo maleable y no prefijado, son mucho más ambiciosos intelectualmente y exitosos.

(Foto: flickr.com/Liz_Henry)