Entrevistas

Plantas nucleares y desastres naturales, un riesgo latente

Plantas nucleares y desastres naturales, un riesgo latente

El terremoto y posterior tsunami que asoló Japón el viernes provocó, entre otros desastres, la rotura de parte de las instalaciones de la central atómica de Fukuyima, ubicada a 250 kilómetros de Tokio. ¿Por qué Japón, un país situado en zona de sismos, ha optado por tener tantas plantas nucleares, muchas de ellas construidas además cerca de la costa? Carlos Menossi, experto argentino en seguridad radiológica, habló sobre el tema con En Perspectiva. También se refirió a las consecuencias que puede tener sobre la salud humana y el medioambiente la liberación de ciertos gases con contenido radiactivo presentes en los reactores de Fukuyima, y respondió a inquietudes con respecto al nivel de seguridad de la vecina planta de Atucha, en Argentina. "Los accidentes no se prevén, se prevé el diseño con la finalidad de que no ocurran [...] De todas formas, le aseguro que respetan la normativa internacional", afirmó.


(emitido a las 10.05 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Volvemos a ocuparnos de la situación en Japón, el terremoto, el tsunami, las réplicas y sus derivaciones, sobre todo del asunto que está resultando más sensible a nivel mundial y que está abriendo debates en buena parte del planeta: las centrales de generación de energía atómica.

***

EC - La compañía japonesa Tokio Electric Power (Tepco), operadora de la central nuclear de Fukuyima ubicada a 250 kilómetros al noreste de Tokio, admitió esta mañana la posibilidad de que el combustible del reactor 2 de la planta haya entrado en fusión a causa de una avería en el circuito de refrigeración. La estación de bombeo que permite mantener sumergidas las barras de combustibles dejó de funcionar, por lo cual bajó el nivel del agua en el reactor y las barras pueden haber quedado fuera, según explicaron autoridades de la compañía en una conferencia de prensa que ocurrió hace alrededor de una hora.

Ante esta situación, la compañía volcó agua de mar directamente en el reactor para sumergir las barras de combustible nuclear y frenar el eventual proceso de fusión. Cabe aclarar que esta central nuclear tiene cuatro reactores y es la más afectada de Japón por los daños derivados del terremoto y el tsunami.

El gobierno de Japón respondió de inmediato al pronunciamiento de Tepco. Un portavoz del Ejecutivo citado por la agencia de noticias Kyodo señaló que era improbable que se produjera una explosión en el reactor 2 de la planta de Fukuyima. En el fin de semana se había ordenado la evacuación de los habitantes en el radio de 20 kilómetros en esa zona del territorio japonés.

Las dificultades para enfriar este reactor se unen a los problemas que se dieron en los reactores 1 y 3, en los que se produjeron explosiones durante el fin de semana. El sábado se registró una detonación de hidrógeno en el reactor 1, y la segunda explosión, que se dio en el reactor 3, tuvo lugar en la noche del domingo aquí en Uruguay.

Según informó la Agencia Japonesa de Seguridad Nuclear e Industrial en un reporte emitido al Organismo Internacional de Energía Atómica (Oiea), la estructura que contiene al reactor 3 está intacta, lo que descartaría teóricamente una fusión del núcleo en ese reactor en particular.

Estamos todos cargados de preguntas sobre estos hechos, sobre la seguridad de las centrales nucleares, sobre lo que puede llegar a ocurrir con la gente en Japón y en zonas cercanas a partir de eventuales casos de contaminación, por citar nada más que un capítulo.

Para tratar de despejar algunas de esas interrogantes, estamos en diálogo con Carlos Menossi, experto en seguridad radiológica, consultor del directorio de la Autoridad Regulatoria Nuclear de la República Argentina. Menossi tiene una larga trayectoria, de más de 50 años, en esta materia, entre otras cosas en el desarrollo de misiones para la Agencia Internacional de Energía Atómica (Aiea), por ejemplo en México, España, Chile, Panamá, República Dominicana, Bolivia, Venezuela, Guatemala, algunas de ellas vinculadas con proyectos de centrales de energía atómica.

¿Le están haciendo muchas preguntas desde el viernes?

CARLOS MENOSSI:
Sí, pero no somos los únicos, somos muchas las personas que podemos responder este tipo de consultas, muchos tienen experiencia en estas cosas, en particular en la seguridad radiológica, en la contaminación del medio.

EC - Recurrimos a usted, al otro lado del Río de la Plata, porque Argentina, a diferencia de Uruguay, tiene su propia trayectoria en centrales de energía atómica, su propia experiencia, y nos gustaría aprovechar ese terreno ganado para hablar sobre esto que ahora ocurre en Japón.

En primer lugar, ¿por qué Japón, un país ubicado en zona de terremotos y tsunamis, ha optado por tener tantas centrales de energía atómica, muchas de ellas ubicadas además muy cerca de la costa?

CM - Primero, Japón no tiene cursos de agua, y está rodeado de agua que se puede utilizar como refrigerante en las centrales. Las centrales necesitan un sistema de agua para refrigerar la caldera en sí, que es la que calienta agua a través de la fisión nuclear; de esa forma se genera el vapor que mueve la turbina, que mueve el generador eléctrico, y de ahí la corriente eléctrica. Pero volviendo al circuito primario, el vapor que mueve la turbina tiene que enfriarse para condensar nuevamente el agua y entrar en circuito cerrado desde el punto de vista de seguir utilizando ese líquido para que siga el ciclo de calentamiento, formación de vapor y con ese vapor mover la turbina y generar electricidad. En comparación con otras fuentes, como petróleo, carbón y demás, el combustible nuclear, en este caso el uranio, sirve para calentar agua, es una caldera que está en un recinto muy cerrado, hermético, de un espesor de acero inoxidable que es poco probable que se rompa, salvo casos extremos. Sería bastante extraño, aun si se fundiera el núcleo, que no quedara en ese contenedor, que es la contención primaria.

EC - Mi primera pregunta estaba orientada al marco general, porque si se construyen en un país como Japón estas centrales de generación de energía atómica, está claro que a la discusión ya conocida sobre los riesgos que implica cualquier central de energía atómica se añaden los factores derivados de una central instalada en un país donde puede haber sismos y tsunamis. ¿Cómo se maneja esa variable?

CM - La normativa internacional da las pautas para que se construyan aun en estos lugares donde hay riesgo sísmico, porque se hacen construcciones antisísmicas. Si usted mira las fotografías o películas del desastre lamentable del sismo y el posterior tsunami en Japón, verá que muchísimos edificios normales donde vive la gente han quedado en pie, lo que se deterioró fueron construcciones que no eran antisísmicas. Y el reactor nuclear es mucho más seguro desde ese punto de vista. Obviamente, si ponemos un reactor nuclear en el medio de una ciudad tenemos que poner más condiciones de seguridad para que no haya eventos dañinos para los vecinos del lugar de emplazamiento, y si lo hacemos en el desierto del Sahara vamos a poner menos condiciones de seguridad porque estaría muy lejos de las zonas pobladas. De todas formas, existe normativa para la situación de eventos sísmicos, cada país la tiene basada en las recomendaciones de la Oiea, que todos los países miembros respetan, toman como propias y mejoran desde el punto de vista de cada emplazamiento ante la construcción de este tipo de máquinas.

EC - En este caso, en esta crisis que estamos comentando, ¿cuál fue la causa?, ¿fue el terremoto o fue el tsunami?

CM - Personalmente creo que el terremoto no dañó en absoluto las instalaciones, pero el tsunami sí hizo las suyas. Imagínese la velocidad a la que se movía esa agua, se habló de 800 kilómetros por hora, y la altura formada, la que arrasó toda esta zona poblada tenía 10 metros de altura. Esa masa de agua a esa velocidad, con todo lo que viene arrastrando y demás, va a destruir muchas cosas. Así fue que en el momento del terremoto tuvieron que apagar la central.

EC - La información señala que en todos los casos, ante la alerta de terremoto, funcionaron en estas centrales los dispositivos que proceden al apagado automático.

CM - Correctamente, pero uno no puede apagar e irse, tiene que apagar y seguir manteniendo el núcleo en condiciones de refrigeración. Pero si usted tiene un sistema que está en edificios secundarios y a lo mejor el tsunami le dañó los equipos de generación eléctrica, se queda sin esa energía. Yo creo que esos equipos se deterioraron muy levemente con el terremoto y muy violentamente, prácticamente al punto de dejarlos sin funcionar, con el tsunami.

EC - The New York Times publicó ayer un artículo muy interesante que ponía el acento en una falla que habría tenido lugar en el diseño de los muros rompeolas. Leyendo ese artículo me enteré de que de los 35.000 kilómetros de costa que tiene Japón, 14.000, el 40 %, están recubiertos por muros rompeolas destinados a frenar las consecuencias de los maremotos. Y la nota decía que en el caso de estas centrales de Daiichi y Daini lo que ocurrió fue que el tsunami pasó por encima de los muros rompeolas y afectó las centrales a gasoil que alimentan de energía el sistema de refrigeración de los reactores cuando se resolvió apagar el sistema de generación, y producto de esa falla ocurrió el sobrecalentamiento.

CM - Claro, fue un problema de la zona, no fue un problema de cada una de las unidades. Piense que la central nuclear de Fukuyima son seis unidades, de las cuales tres estaban en mantenimiento y las otras tres –las que fueron dañadas– estaban en operación, pero fueron llevadas inmediatamente a condiciones de parada segura. Si el tsunami dañó la generación convencional de energía eléctrica paralela como para seguir bombeando el agua para seguir enfriando el núcleo, tengo dañado eso también. Estados Unidos mandó inmediatamente equipos y elementos para seguir refrigerando los reactores en el área dañada. Obviamente, mientras tanto aumentó la presión y se formó bastante vapor que fue eliminado a la atmósfera. La primera contención del uranio que está en los reactores es la vaina de combustible, luego tenemos la contención primaria que es el acero inoxidable y luego está el edificio. Que yo sepa no salió de la contención secundaria, sino que el vapor escapó por el edificio de turbina que va del reactor a la parte de movimiento de turbina y generación eléctrica.

EC - ¿Qué implica esa diferencia?

CM - Que hay una contención desde el punto de vista de la generación. Hay que ver si el vapor salió antes de tocar la turbina o después cuando estaba de vuelta para la condensación de entrada al reactor. No obstante, los reactores del tipo BWR, que son reactores de agua en ebullición, tienen un toroide inferior que tiene una cantidad de agua tremenda para seguir enfriando en caso de una parada por circunstancias diversas. No me cabe duda de que esto también puede haber estado enfriando; de esa forma, al bajar la temperatura no se forma tanto vapor o al menos la alta temperatura no hace que el vapor siga creciendo como para hacer que ocurra una explosión, como se dice que ocurrió.

EC - Detengámonos en este punto, la liberación de vapor radiactivo a la atmósfera. ¿Qué gravedad puede tener?

CM - La liberación de vapor, vamos a decir. Es vapor de agua, el tema es si tiene gases nobles que no es posible retener por los sistemas específicos de carbón activado que retiene gases por adsorción, un fenómeno de superficie. No sé cómo habrá estado esto, si no funcionaba o estaba dañado parte de los gases nobles, particularmente los xenones, que son gaseosos, y los iodos, pueden haber migrado, pero la cantidad que se dice que migró es del orden de los 500 microsieverts.

EC - Entonces, ¿qué gravedad puede tener la contaminación provocada por la liberación de estos gases?

CM - Todos estos gases nobles tienen un período de migración muy corto, de algunas decenas de minutos a algunas pocas horas o algún día. La migración dependerá entonces de que la contaminación se disperse en el medioambiente por la meteorología que ocurra. Si hay una lluvia, va a limpiar la atmósfera y va a caer en las cercanías de la instalación, la lluvia va limpiando el aire entre medio de la atmósfera. Hay que ver las condiciones meteorológicas, puede ser que haya vientos muy fuertes que dispersen más, de tal manera que la concentración, en la medida en que uno se va alejando del lugar, va siendo cada vez menor.

EC - Pero ¿cuáles pueden ser los daños para la salud humana, la salud animal, la vegetación?

CM - Con los valores de concentración que se mencionaron creo que no hay daño para las personas, porque son muy bajos. Obviamente no son normales, porque normalmente no tiene que haber nada. Hay que ver cómo se dispersan en el medioambiente esos 500 microsieverts que salen por unidad de tiempo, por la meteorología propia del lugar, por la altura de la chimenea, por la forma en que salieron; si hay condiciones de nevisca, lluvia, humedad ambiente, se montan en las gotículas de agua que los dejan caer muy fácilmente cerca del lugar.

EC - ¿Qué pasa si comparamos con la radiación que recibe una persona cuando se expone a una radiografía, por ejemplo, algo que el oyente conoce de su experiencia cotidiana?

CM - Por año el hombre recibe 2.400 microsieverts de radiación natural, por tomar sol en la playa, por caminar, por estar dentro de una casa, etcétera, es la radiación que recibimos por el solo hecho de vivir. En una radiografía puede recibir entre 10.000 y 15.000 microsieverts por los minutos que lleve el estudio. Un estudio de tórax generalmente es una radiografía de frente y otra de perfil, son dos del orden de los 200 microsieverts cada una, las dos son 400.

EC - ¿Entonces?

CM - La radiación que se menciona es un valor tan bajo como hacerse una placa radiográfica, esa es la composición de lugar que uno puede hacer comparativamente con los valores que se conocen. Es enorme la cantidad de placas radiológicas que se sacan por día. Claro, si lo miramos del lado del radiólogo, si no cumple con las condiciones de seguridad de disparar detrás de un biombo y demás, protegido, recibe una fracción por cada placa que saque a cada persona, tiene una sumatoria de fracciones de esos valores. Sin embargo no hemos observado daños importantes en eso.

EC - De todos modos, estas consideraciones valen para la situación tal cual se encuentra hasta el día de hoy.

CM - Obviamente, hay que ver cómo evoluciona todo esto, porque si no se refrigera puede haber una posibilidad de fusión de una parte.

EC - A eso iba, ¿qué ocurre si un reactor ingresa en un proceso de fusión? ¿Cuáles son las consecuencias?

CM - Primero, es muy probable que, si bien estos reactores son de la década de los setenta, la contención contenga absolutamente lo fundido del núcleo, siempre que se refrigere absolutamente y no haya una migración a través de la tercera contención, que es la del edificio en sí. Usted tiene fuera hormigón de un espesor determinado, el núcleo tiene un hormigón entre medio de dos metros de hormigón, además de la carcasa principal del reactor, la caldera, que tiene un centímetro y medio inoxidable, luego tenemos el espacio donde están otros componentes de la central, y finalmente la contención externa, que es lo que en Atucha es una esfera y puede ser lo que sea, un cilindro de hormigón como tienen otros reactores, que tiene un cierto espesor también. Todo ese sistema se puede cerrar para que no salga nada hacia fuera y hay una recirculación a través de filtros especiales que retienen partículas, porque hay partículas, no hay gases nobles solamente.

EC - Pero el riesgo de una explosión atómica ¿está entre las posibilidades?

CM - Es una explosión de vapor por suba de presión. Lo que tiene que hacer uno cuando enfría es bajar la presión para no dañar la contención. El edificio está calculado para una cierta presión, según los diseños de cada central nuclear. Si acepto o respeto ese valor de presión, manteniendo frío o enfriando el circuito, voy a mantener un valor de aceleración de la gravedad que esté por debajo del valor de rotura por explosión de la contención.

EC - Leía recién que ante la situación que se está dando en el reactor 2 de la planta Fukuyima y el riesgo de fusión, la empresa decidió volcar agua de mar directamente en el reactor.

CM - Perfecto.

EC - Si entiendo bien, es una medida terminal, porque el agua de mar es dañina para las estructuras de una central como esta.

CM - Es simplemente bajar la temperatura, sea con agua de mar, de río, agua sucia, lo que fuere.

EC - Pero recurrir a esa agua implica matar la central.

CM - Matar no, a lo mejor hay que cambiar todo el núcleo después. Puede ser que una central nuclear que tiene una vida útil de 30 años, si se le cambian ciertos componentes internos, después de hacer estudios y demás, pueda volver a funcionar, de acuerdo con los daños que hayan producido todos estos problemas del sismo y el tsunami.

EC - Pero ahora se agrega la corrosión provocada por el agua de mar.

CM - De hecho, el agua que usa Japón para hacer funcionar la planta es agua de mar desmineralizada para que los materiales constitutivos del núcleo del reactor no se dañen. Si le pone agua de mar directa, y todo el sistema y demás funcionan 20 años, 10 años, 15 años todos los días con un flujo bastante elevado para mantener enfriado el núcleo, que solo produzca ese vapor para mover turbina, va a corroerla. Por eso hay que desalinizar el agua de mar, tiene que haber un sistema para que no ocurra esa corrosión en el funcionamiento normal. Ellos no tienen agua de otra índole para refrigerar normalmente con el fin de condensar el vapor que pasó por turbina para que vuelva al circuito primario.

EC - Usted dice que recurrir a agua de mar no implica necesariamente sacrificar la planta.

CM - No necesariamente, simplemente después se limpia todo. En un mes, dos meses, tres meses, seis meses, el agua de mar no va a corroer el inoxidable de la capa fija principal.

***

EC - Están llegando varias preguntas de la audiencia. Por ejemplo, dice Myriam de Lagomar: "Escuchando estas explicaciones me queda claro que la energía nuclear está fuera de control y es suicida".

***

EC - Dice otro oyente, Pablo: "Está bien la explicación que da el especialista, pero tsunamis va a seguir habiendo, entonces mi pregunta es: ¿realmente son seguras estas centrales atómicas en Japón? Me parece que habría que analizar todas las variables posibles".

Pero también están los que miran el tema con una óptica más realista y entienden que se está exagerando. Dice este oyente: "Ojo, quemar petróleo es más suicida todavía".

¿Qué comentarios le merecen estas reacciones de la audiencia?

CM - Obviamente que esta situación que hemos visto el mundo entero, que fue lamentable y desastrosa, el tsunami, es una cosa natural que nunca había ocurrido. Esta situación va a permitir a los diseñadores y demás, a la parte normativa, revisar mucha de la documentación y las normas existentes para que de ocurrir una cosa semejante no dañe no solo las centrales sino muchas otras cosas.

EC - Otra pregunta que surge permanentemente es la comparación entre este desastre y el de Chernóbil, porque en algunas crónicas de prensa, incluso en análisis científicos, se ha escrito durante el fin de semana que después del de Chernóbil este es el más grave que ha ocurrido en los últimos años.

CM - Sí, creo que son cinco en total los más graves, no es solamente uno y uno, sino que son varios otros los que estuvieron en el orden del sismo. Pero si miramos el daño, el que produjo el tsunami fue más desastroso para la población que para el reactor mismo. Obviamente que es catastrófico lo que ocurrió, usted veía cómo se movían vehículos, casas, buques enormes, cientos y miles de contenedores cargados con mercadería que seguramente se dañó toda. Como desastre fue lamentable. La diferencia es que esto es un desastre de la naturaleza y aquel otro fue un desastre técnico.

EC - Este mensaje de Raúl dice: "Con o sin tsunami, la cadena de fallas que se dio en este caso podría haber ocurrido igual. Al apagar un reactor, queda sin energía para enfriarse, acá falló además la red, y no estaba disponible la central diesel para continuar con el enfriamiento. Ley de Murphy mediante podría pasar en cualquier lado".

CM - Creo que le falló una cosa a este señor, no vio la condición de que seguramente el tsunami dañó los sistemas de generación secundaria para seguir manteniendo los sistemas de redes, la corriente eléctrica necesaria para seguir manejando los grupos electrógenos que manejan las bombas. Los reactores generalmente tienen tres máquinas disponibles para caso de emergencia, y en algunos casos hay cuatro generadores para en casos como este seguir utilizando los sistemas de enfriamiento de reactores de esta envergadura.

EC - Después aparecen las consultas con la inquietud uruguaya por la energía nuclear en la República Argentina. Ruben del Centro quiere saber: "¿Atucha ofrece garantías de seguridad reales?, ¿tiene actualizados sus sistemas de seguridad?".

CM - Repito, las contenciones que hay son cuatro antes de llegar a la posibilidad de migración de material al medioambiente, aunque sean las primeras bocanadas, en el caso extremo de una ocurrencia de este tipo. Los accidentes no se prevén, se prevé el diseño con la finalidad de que no ocurran; si uno supiera cuándo va a ocurrir un accidente trata de mitigar la situación para que ocurra. De todas formas, le aseguro que respetan la normativa internacional. Hay más de 500 instalaciones en el mundo y del orden de 60 en construcción, y reactores como este de Japón hay unos 100, un 20 % del total. Japón tiene 55 reactores.

EC - Estamos hablando de tecnologías distintas, las plantas de Japón son del tipo BWR, boiling water reactor, reactores de agua en ebullición.

CM - Y tienen uranio enriquecido al 2,4-2,5 %.

EC - La central de Atucha es del tipo PWR, pression water reactor, reactores de agua a presión.

CM - PHWR, agua pesada a presión. Además tiene circuitos secundario y terciario, en Atucha tienen un circuito secundario, que es agua liviana, que le trasvasa el calor del circuito primario, que es agua pesada, a través de un sistema de radiadores o serpentines enormes; de esa manera trasmite la temperatura al agua del secundario, que también es cerrado, pasa por un vaporizador y el vapor de agua de ese secundario mueve la turbina y se condensa con agua del río Paraná para que vuelva a ser líquido y vuelva a pasar por el serpentín que trasmite el circuito primario para volver a calentar el agua.

EC - Le menciono un mensaje que más que una pregunta es una crítica: "Faltó agregar al currículo del entrevistado: defensor de la energía atómica nuclear".

CM - No, no, está equivocado, no soy defensor de la energía atómica, soy un tipo razonable y con críticas enormes a todo lo que puedo mejorar en una instalación como las que he evaluado y licenciado en Argentina. Además soy el más peligroso para los usuarios en los exámenes, si no saben no tienen permiso de utilización. No soy defensor, al contrario, estoy por la protección del medioambiente y del hombre.

EC - Son interesantes las cifras que usted manejaba, porque en la consideración de la población no siempre están esos otros riesgos de exposición a radiaciones que uno tiene en la vida de todos los días.

CM - En Argentina en la zona urbana se hacen más de 100 placas radiográficas por día en cada uno de los grandes institutos radiográficos; y las placas son dobles, frente y perfil, se estudian 100 personas. Hay más de 300 institutos en capital y Buenos Aires, imagínese la cantidad de placas que se sacan por día. Si lo extrapola a otras provincias que no tienen esa cantidad, pero no mucho menos, hay en el orden de unos 40.000 equipos de rayos X entre los dentales y demás en la Argentina. Y los dentales son muchos más.

EC - ¿Entonces?

CM - Las dosis que se reciben en la parte de estudios de ese tipo no son enormemente altas en el paciente, pero si el técnico profesional que saca la placa no tiene la previsión de protegerse, son dosis muy altas. Yo estuve en una charla en Uruguay no hace mucho tiempo sobre ese tipo de prácticas. En las inspecciones se mira cómo se están operando las cosas, incluidas las centrales. Hay personas de nuestro grupo que están en las centrales nucleares todas las horas del día, son inspectores residentes que verifican cada una de las prácticas que se hacen en todos los lugares permanentemente desde el origen. Argentina tiene la central Atucha I desde el año 74, después Embalse, y ahora empezará a operar Atucha II.

***

EC - El debate sigue entre los oyentes. Aquellos que tratan de bajarles las revoluciones al riesgo que está en curso y a lo que implica desde el punto de vista del peligro una central atómica llegan a preguntar, como Alberto: "¿Y no nos preocupa el riesgo que implica una represa guardando en su embalse millones de litros de agua artificialmente?".

***

Transcripción: María Lila Ltaif


(Foto de portada: flickr.com / Benuski)