Proyectan producción de sangre a nivel industrial
Científicos escoceses trabajan en un proyecto para la generación industrial de glóbulos rojos. La producción masiva de sangre a partir de células madre pondría fin en un futuro a la escasez de abastecimiento que sufren los hospitales ante la falta de donaciones.
Científicos escoceses de las universidades de Glasgow, Heriot-Watt, Edimburgo y Dundee trabajan junto al Servicio Escocés de Transfusión de Sangre para la generación a escala masiva de glóbulos rojos. A partir de células madre los científicos podrían generar glóbulos rojos para transfusiones sanguíneas. El proyecto valora que el sistema aseguraría la compatibilidad sanguínea entre el donante y el receptor.
La falta de donaciones, y la escasez de sangre en los bancos sanguíneos al ser un líquido perecedero, ha llevado a científicos de Inglaterra, Francia, Japón y Estados Unidos a iniciar proyectos de investigación tendentes a la elaboración en laboratorios del "oro rojo", un sustituto de la sangre humana. Actualmente no hay ningún sustitutivo a la sangre humana.
La doctora Joanne Mountford, de la Universidad de Glasgow, indicó a BBC que el programa no intenta desarrollar sangre artificial, sino glóbulos rojos, "similares a los que el ser humano tiene en su organismo, pero producidos en el laboratorio".
El proyecto se sustenta en la capacidad de las células madre embrionarias de convertirse en cualquier tejido del organismo. Esta particularidad, con la intervención de los científicos, podría convertir las células madre en glóbulos rojos sometiéndolas a diferentes fases de diferenciación y maduración.
Una decena de científicos, incluidos especialistas en bioquímica,
bioingeniería, genética y trabajadores sociales, trabaja en este
proyecto en el último año y medio. Para la producción masiva de glóbulos los científicos deben encontrar la manera de multiplicar las células.
"Una de las razones por las cuales hay escasez de reservas de sangre es que no hay suficientes donantes de sangre" señalaron a BBC fuentes de la investigación. Éstos subrayan que todavía falta al menos una década para poder disponer en la clínica de un sustituto sanguíneo producido a escala industrial.
Mientras tanto, la donación de sangre y de plaquetas sigue siendo la única forma de obtener el líquido rojo y de ponerlo al servicio de las necesidades médicas para el tratamiento de numerosas enfermedades -como la leucemia- o para salvar vidas en casos de severas pérdidas de sangre como los accidentes.