El primer lugar fue para la Universidad de Colorado y el segundo para la Universidad de Washington.

El equipo uruguayo estuvo integrado por Victoria Alonso-Pérez, Nicolás Bosolasco, Mathías Cenas y Maximiliano Pereira.

Si bien el concurso es solo para universidades norteamericanas, los uruguayos fueron especialmente invitados a participar.

Espectador.com dialogó con Mathías Cenas, el cual explicó que la participación del equipo fue "en la categoría de los no graduados en un tema específico elegido".

Al tercer puesto se le suman "las menciones que obtuvimos al mejor nombre poético, este año le pusimos Yvy Pitah que significa mundo rojo en guaraní", a lo que se le suma "la mención por la correcta forma de comunicarnos con jurados y compañeros y por la mejor interconexión grupal en la tarea", relató Cenas.

En cuanto al proyecto en si mismo, el espíritu fue "tratar de obtener un sistema de ahorro de dinero. A través de estudios de inventiva y viabilidad la idea fue capturar un objeto cualquiera que este más cerca de la Tierra y ponerlo en una órbita que interceda la órbita del planeta Tierra y el planeta Marte".

Con esto "luego se trata de generar una mini ciudad, no para habitar, sino para que los astronautas puedan parar allí y obtener todos los recursos necesarios", sostuvo el joven investigador uruguayo.

Consultado sobre la posibilidad laboral y estudiantil que se abre a partir de esta distinción internacional, Cenas se mostró conforme y declaró que "la que tuvo más suerte fue Victoria Alonso-Pérez, porque esta estudiando ingeniería espacial".

En cuanto al propio Cenas y el resto del grupo, el uruguayo dijo a Espectador.com que "obtuvieron la gran experiencia de poder conocer cómo se trabaja en NASA", pero "la que más gana es la educación teniendo una publicidad excelente para el resto del mundo, ahora saben que hay cerebros debajo de la línea del Ecuador", sentenció.