Sus prácticas pueden ser discutibles por muchos, pero el asunto es que lo anuncian, lo hacen y lo reiteran. Facebook podría unirse este sábado a su ya larga lista de víctimas.

A principios de agosto, un grupo de hackers que decían pertenecer a la organización de piratas informáticos Anonymous publicaban un video en que amenazaban con "aniquilar" Facebook el 5 de noviembre porque, según su convicción la red social creada por Mark Zuckerberg "viola la privacidad" de sus usuarios.

En aquel entonces, tanto en la cuenta en Twitter  como en la página web de Anonymous, sus encargados desmintieron que fueran ellos los responsables de la amenaza, pero la semilla del "hacktivismo" está sembrada.

Las acciones de Anonymous generalmente responden a causas respaldadas por la opinión pública y se presentan como justicieros de dichas causas.

En nuestro país, también hubo amenazas de este tipo contra los sitios webs del Parlamento y algunos entes públicos, que aunque finalmente no se concretó, dejo entrever que hay muchos alrededor del mundo dispuestos a estos ataques.

 Actualmente el perfil de los hackers ha evolucionado, ya no se trata de jóvenes con profundos conocimientos informáticos en busca de notoriedad, sino colectivos que, aunque sea con el pretexto de una buena acción, tienen como fin último el beneficio económico.

A horas de la fecha que conmemora la detención del conspirador Guy Fawkes, que planeaba atentar contra el Parlamento británico el 5 de noviembre de 1605, no está claro que alcance tendrá el presunto ataque.