"Este sistema permite que el coche conduzca de forma totalmente automática. Se puede pensar en él como un sistema de control de crucero que sigue al coche de delante. El coche frena por ti, acelera por ti, y también lo dirige por ti", señala Erik Coelingh, de la compañía de coches Volvo, al portal Euronews.com.

La tecnología se denomina "tren de carretera". Un conductor, especialmente entrenado, se sitúa a la cabeza a los mandos de un camión. El resto de vehículos le sigue. Todos están unidos entre sí por un vínculo electrónico invisible de radares, cámaras y conexiones wi-fi.

"Lo que significa que no hace falta prestar atención a la carretera. Si se desea se puede incluso hacer otra cosa", explica Erik Coelingh.

Tom Robinson, director del proyecto, lo describe así: "el corazón del sistema es una mezcla de tecnología. No creo que fuéramos capaces de hacerlo si los vehículos no se pudieran comunicar entre sí. Usamos Wi-Fi lo que posibilita la comunicación entre el primer vehículo y los siguientes y eso permite que los coches puedan tomar decisiones y controlar lo que tienen que hacer en cada momento".

 "Es probable que surjan antes nuevas tecnologías en las que se establecerán distintos niveles de interacción entre los vehículos y en los que el conductor tendrá mayor nivel de control. Este servicio llegará a las carreteras de un modo más temprano", agrega Tom Robinson.

 "A la gente gusta conducir, conducir es divertido, pero no siempre lo es, a veces es muy aburrido, y queremos ofrecer a nuestros clientes un medio de transporte en el que no tengan que prestar atención a la carretera, en el que no tengan que sufrir atascos, y en el que puedan hacer otra cosa con su tiempo", comenta Erik Coelingh, de la compañía de coches Volvo.