El programa se instala en la computadora de cada empleado, analizando la pantalla y las aplicaciones con las que interactúan los empleados. Tras el escaneo proporciona una serie de datos sobre el rendimiento en función del tiempo que se pasa en las redes sociales.

Según el creador, la herramienta se adapta a las características de cada empresa, respetando siempre la privacidad de la persona. Además de que su uso proporciona en un 50% la productividad.

"Muchas personas pierden el tiempo no por mala fe o despreocupación, sino por el simple hecho de no ser consciente de ello", dijo Pons.